Historias mezcladas® (Crossover)

explicación

Ok, si, me retiro de Wattpad una temporadilla, muy pequeña. Hace poco lo hice y lo vuelvo a hacer, y no soy buena explicando, (menos ahora con las diez mil visitas -GRACIAS-) pero...  ¿Qué mejor que Patch Cipriano para que lo  haga por mi?

Patch P. O. V.

Leer a Edward y Bella en un libro de ficción rosa era... Extraño. Y parecía aún más extraño que nadie se diera cuenta.

Necesitábamos urgentemente despejar nuestro cerebro con la más mínima distracción antes de volver a esos jodidos libros. Lo que sabíamos hasta ahora es que Alice organizaría a Bella una fiesta. Y, ¿Qué podría pasar? ¿Que alguien se intentara cenar a Bella? Dios. Eso apestaba a cliché barato.

–Te voy a ganar, Mellark – Murmuré con una sonrisa mientras manipulaba el control del videojuego. Ni Peeta ni Maxon tenían estos grandiosos aparatos en su época. Ambos parecían interesados en aprender a jugar, y, ¿Quién era yo para negarme?

La puerta se abrió, seguida de un tarareo demasiado conocido para mí, por desgracia. Gruñí de frustración.

–¡Hola! Buenos Días, chicos –exclamó el torbellino rosa hija adoptiva de Amanda Wyatt y consentida secreta de toda la jodida Academia, única chica a la que Christian Grey protegía (a parte de Ana, claro). A su lado, como siempre, estaba Kriss. Seria y centrada como siempre.

–No le veo lo bueno ahora que has llegado –le dije, y acto seguido vencí a Mellark. Le di una mueca arrogante y me giré a ellas. Lo que ví me sorprendió.

–¿Qué coño hacen con maletas? –preguntó Christian por mí.

–Sorpresa –canturreó Anna –Nos vamos.

–¿A dónde? –inquirió Bella. Anna se acercó a Bella y le tendió un par de hojas. –Oh. Ya veo. Felicidades.

Me acerqué y tome los papeles. Pero todo estaba en español.

CONVOCATORIA

A todos los alumnos de educación secundaria se les invita a participar en el concurso de narrativa, cuento o fábula sobre los símbolos patrios...

–¿Qué diablos dice aquí? —pregunté mirándola. Anna sólo sonrió con dulzura.

—Organizaron un concurso. ¿No lo ves? Es sobre los símbolos patrios de mi país, México.

—Me sorprende que manejen tan bien en el inglés. —comentó Edward.

—Soy un asco en inglés —dijo Kriss. Edward le frunció el ceño.