Capítulo 4: Lecciones De Moda Y Clase

1K 94 17
                                    

Peeta Mellark P. O. V.

Creo que hice bien mi tarea. Amanda nos dió tres días para escribir lo que ella llamó (amo de tí...) Patch le dijo que él no amaba nada de ella, Amanda le obligó a hacer tres páginas de letras sin espacios de lo que le diría a su dama ideal.

—Bien. Empezemos por orden alfabético.

Yo estoy nervioso. Pero los demás parecen estarlo, así que no puede ser malo.

—Cullen, Edward.

Edward se para, (en medio de la sala) creo que este espacio comienza a hartarnos.

—¿Edward?—lo llama Amanda antes de que empiece a hablar —¿Traes ahí literatura?

El suspira y asiente derrotado. Amanda, por su parte niega y señala su lugar. A su lado, está Damon.

—Estúpido romántico empedernido. —le murmura, y Edward le lanza un libro muy grueso.

—Silencio. ¿Quién quiere decir lo que escribió? —Damon alza la mano energéticamente —Adelante, Querido.

Se para en medio de todos nosotros, se aclara la garganta y con una sonrisa, comienza a hablar.

—¿Qué amo de tí...? Son muchas cosas, pero lo principal, son tus labios. —Amanda le arquea una ceja. Sabe que algo no va bien— Pero, en definitiva, tus, hermosos labios le hacen competencia a tus bellas piernas, y ellas, a lo que está en medio de...

—Suficiente. Suficiente.

Vuelve a suspirar y se acerca al teléfono de la casa.

—¿Bueno?... Hola. ¿Cómo vas?... Muy mal. Olvídalo, Ariel. No serán capaces de decir ni una sola palabra amorosa hasta que las conozcan... Lo sé. Sí, por favor... Sí... Sí... ¡Qué sí! Bien.

Y cuelga.

—¿Quién es Ariel? —pregunta Gus. Pero ella, como hace con lo que no quiere responder, lo ignora.

—Sabemos que no se van a comportar. Así que vamos con lo siguiente. Veremos a sus autores.

—¿Los conoceremos? —pregunta con interés Patch —Por que si es así, tendrá que estar a veinte metros de mí si no quiere que lo mate.

—Becca Fritzpatrick, querido — dice ausentemente —Tu autora es Becca Fritzpatrick. Y no. Les diré el nombre de sus libros, y ustedes, en dos días, me dirán por qué creen se llama libro.

—¿Su libro? —pregunto —¿Sólo uno?

—Sí. Síganme.

Bella P. O. V.

Gemí y me tiré al suelo. La moda no era lo mío. Elena, Caroline (por que ya estaba aquí) y Nora parecían manejar la moda muy bien. Sobre todo las zapatillas de tacón de aguja.

—Arriba, Bella— Ariel me tendió una mano. Negué.

—No. —lloriqueé —Esas tres lo llevan bien. ¿Por qué no te encargas de ellas?

Ví a Hazel estrellarse contra el piso. Reí un poco. Ariel se acostó a mi lado.

—A tí te tengo que poner especial atención, Bella. ¿Quieres saber sobre tus ficciones?

—¿Quiero?

—Arquitecta, doctora, ingeniera, maestra, espía de la CIA, secretaria... Ama de casa... Ama de otra cosa que no quieres saber... Puta...

—Para —pedí —Ni loca lo voy a hacer.

Negó y puso los ojos en blanco, después, el teléfono rosa en forma de labios que había en la casa empezó a sonar. Suspiró y atendió el teléfono.

—Hola, Amanda... Mal... Sí, lo mismo pasará con ellas. No pondrán interés en eso hasta que tengan novio... ¿Pasamos a la siguiente fase?... ¿Tienes todo ahí?... ¿Segura?... ¿Segura, segura?... Adiós. —colgó.

—Miren, chicas. Sé que se divierten— bufé —Algunas más que otras, pero las clases de moda están suspendidas.

—Yupi —exclamó Hazel, aún el en piso. Nos miramos a los ojos y reímos como retrasadas.

—Y la siguiente fase de su... educación, será... libros.

—No me apetece —Elena negó.

—No me importa si te apetece o no —le replicó nuestro tutor —Hay chicas, como Lena, en la que los libros en los que aparecen, que están narradas por el chico —se giró a Lena —A tí, te daré un regalo muy especial. ¿Sabes cuantas fans darían su vida por tener el libro de Hermosas Criaturas contada desde la perspectiva de Lena Duchannes? —Lena le alzó una ceja, con incredulidad —Muchas, cielo. Las autoras escribieron ese libro, pero jamás lo publicaron. Yo lo tengo —afirmó con orgullo— Para tí.

—Espera —le dijo ella, mientras se ponía sus típicas converse* —¿Autoras? ¿Hermosas Criaturas?

—Mierda —espetó Ariel con una sonrisa —Eso no tenías que saberlo ahora. Pero no hay forma de arreglarlo ahora. Te lo diré ahí.

—¿Saldremos de aquí? —preguntó Caroline. Ariel asintió.

—De este salón, sí. Iremos a otra sala, dentro de la casa.

Volví a gemir y me recosté en el piso otra vez.

==&=&=$_%() - & '&&:-(

* =Las fans de Hermosas Criaturas, saben a lo que me refiero. ¿Quién no ama a Lena con sus converse negras y esmalte de uñas oscuro?

Historias mezcladas® (Crossover)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora