Capitulo 20

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-Donde estoy?.-Se decía el joven recostado en la tierra.

Estaba confundido, pero mas que nada abatido, y sabia quien lo había hecho exactamente, se puso de pie como pudo, y camino sin problema ya que el mayor daño se encontraba en su rostro, se sentía realmente deshonrado y sin gloria, había sido vencido por una chica, algo mas humillante no podria existir para un joven príncipe y futuro Rey.

Mientras se dirigía al castillo, pensaba centenares de excusas para no decir lo que realmente había sucedido, se imagino contando los hechos por un momento y podía intuir como todos estarían riendo a carcajadas al descubrir que una chica le había pateado el trasero y que probablemente se había robado a su chica, pero no le dio mas vueltas al asunto, así que a penas llego al castillo y los guardias lo reconocieron y observaron el estado en el que se encontraba decidieron socorrerle, el no quiso aceptar su ayuda, creía que aun tenia un poco de orgullo escondido debajo de toda la vergüenza que cargaba.

Una vez dentro del castillo fue asistido por una doncella que solía frecuentar mucho, llamada Hailee Steinfeld, quien era su favorita de entre las muchas que allí trabajaban, ella al verlo casi lloro, pero este la calmo dándole una tierna caricia, ellos estaban solos, como la mayoría de las otra veces que solían encontrarse, su relación era bastante cercana, esto podria ser algo bochornoso para la gente del castillo, así que preferían mantenerlo en secreto.

-Estas bien osito? Que te ha ocurrido?.-Pregunto preocupada la doncella Hailee a su compañero.

-Si, lo estoy nena, solo me he caído del caballo mientras cazaba, es todo.-Mintió así orgulloso el joven Real, ya que había dado la excusa perfecta para tapar su vergonzosa disputa.

-Oh! Entiendo, en el futuro deberías tener mas cuidado osito. Al menos algo bueno saldrá de esto.-Soltó la chica mientras limpiaba las heridas del chico.

-Por que lo dices nena?

-Porque no podrás casarte en este estado osito, no puedes presentarte así a tu boda.-Dijo muy alegre la doncella.

El joven permaneció en silencio, y pensó en lo que su compañera había dicho, aquello tenia sentido, así que de inmediato llamo a su lacayo y le explico lo que había sucedido, bueno la misma versión que le había contado a Hailee, así que decidieron posponer la boda, el chico sintió un gran alivio, ya que se había salido con la suya, pero aun debía hacer algo con la que se había convertido en su archienemiga Lauren Jauregui, decidió dejarlo para después, ya que en ese momento quería ocuparse de otros asuntos.

-Bueno muñeca, quieres celebrar que ya no me casare mañana?.-Dijo el joven guiñandole un ojo a la doncella.

-Si! Me encantaría osito.-Replico la chica muy alegre.

-Entonces ya sabes donde debes ir preciosa.

-Si, habitación 142, te estaré esperando.-Fue lo ultimo que dijo la chica mientras le daba un sutil beso en los labios al príncipe, para no lastimar aun mas sus heridas, este le correspondió, y después de que cada uno llegara por su cuenta a la habitación, se quedaron juntos el resto del día, el joven decidió que merecía pasarla bien después de lo ocurrido, así que no se preocupo y decidió relajarse hasta el día siguiente...

...

Era una tranquila mañana en Los Ángeles, Lauren despertó sintiéndose como en la nubes, y fue aun mas grato el momento cuando giro a su derecha y noto que se encontraba con ella su amada princesa, quien dormía como un ángel, se veía tanta paz y calma en ella que no quiso despertarla, solo acaricio su rostro sutilmente, para luego dejar un suave beso en su mejilla, se levanto con cuidado, ya que no quería despertar a su amada, se coloco una bata negra de seda con su nombre estampado detrás y se dirigió a la cocina, decidió hacer un lindo gesto para su novia, así que le preparo el desayuno, sus dotes culinarias eran buenas, pero para su chica quería ser excelente, así que le preparo una saludable ensalada de frutas, luego hizo una ricas tostadas, y por ultimo una bebida de naranja, coloco todo en una bandeja y lo decoro como si de un desayuno de restaurante se tratara, por ultimo fue a su jardín donde tenia hermosas y frescas rosas rojas, corto una y también la coloco en la bandeja para luego dirigirse a su habitación y darle una linda sorpresa a su novia, cuando entro ella aun permanecía dormida, así que coloco la bandeja en su mesa de noche y tomo la rosa, se recostó en la cama cuidadosamente, y se acerco a su novia quien se encontraba de espaldas, acerco la rosa a su rostro y con ella comenzó a acariciarla sutilmente, diciéndole al oído suavemente...

Como Una Princesa Debería SerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora