¿Bienvenida?

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Los personajes de este maravilloso manga no me pertenecen, son propiedad de Katsura Hoshino. Todos aquellos que no conozcan son de mi propiedad. Esto es solo por diversión y no lucro de ninguna manera con esto.

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Capítulo 6

¿Bienvenida?

Los dos exorcistas daban lo mejor de si mismo para acabar con los akumas que querían atacar el orfanato, mientras los niños y el padre huían para ponerse a salvo dentro del sótano. Delta estaba intentado procesar todo lo que estaba pasando en esos momentos.

Su cabeza daba vueltas, ella no quería irse y dejar a los niños y menos si había esas cosas sueltas por ahí. Le acababan de decir tantas cosas que no tenían cabida en su mundo, algo que ni en un millón de años pensaría que le dirían. Si bien es cierto que desde pequeña su vida estuvo rodeada de misterios comenzando por la desaparición de sus padres y la razón por la que la dejaron ahí con solo una maleta y poca ropa.

— ¡Delta, despierta! —la pelirroja salió de su trance gracias a Mickoll que iba con ellos desde atrás—no es momento para perderte en tus pensamientos, debemos seguir adelante.

— ¿Cómo pueden hacerlo? Esos dos están peleando allá afuera contra esas cosas... ¿Cómo quieren que yo haga eso? —Delta estaba empezando a desesperarse—yo no puedo... no tengo la capacidad para eso... no, no...

— ¡Cálmate! Primero hay que ponerlos a salvo a todos y cuando todo esto acabe hablaras con los exorcistas y les podrás preguntar lo que tú quieras pero ahora lo primordial es que avancemos a un lugar seguro.

—Sí...

Mientras los demás iban camino al sótano, Kanda y Annia peleaban contra las criaturas creadas por el conde, evitando que se acercaran mas al orfanato. Annia buscaba como agarrar impulso ya que no podría usar la piedra del viento en sus piernas porque sabía que aún estaba muy débil por haberla usado hace poco.

— ¡Muévete más rápido mocosa! —Annia corrió a su derecha y se quitó del medio evitando así recibir disparos del Akuma nivel 1.

—Esos malditos de los nivel 2 ni se mueven, ¿estarán planeando algo? —desde que comenzaron su pelea contra los akumas nivel 1 los nivel 2 seguían ahí, viéndolos como si fueran ratones en un laberinto—tengo que hacer algo.

Annia se escondió detrás de uno de los muchos árboles que había por la zona. No habían muchas opciones para moverse libremente y más aún para poder acabar con los nivel 2 que solo estaban observando sus peleas. Debía tener una idea rápida para acabar con ellos pero más akumas nivel 1 seguían apareciendo y Kanda los eliminaba rápidamente pero parecían multiplicarse como ratas.

— ¡¿Dónde está la exorcista mujer?! —Annia escuchó como uno de los nivel 2 comenzó a gritar— ¡¿Dónde se metió?!

Annia se sintió mejor al saber que su plan podía tener efecto. Abrió la biblia y lo pensó dos veces. Usar a Uriel significaría arriesgarse a ambas ya que no sabría si al invocarla saldrían los estigmas nuevamente haciendo que perdiera todas sus fuerzas. Uriel era un arma de doble filo, era fuerte pero había un pago por ese poder, al igual que todo en el mundo.

—... Jacobo... —las hojas salieron del libro y formaron la figura del apóstol—necesitare de ti.

En lo que usted me pida prometo serle útil.

Estigma Milenario (D Gray-Man)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora