Capítulo XIX: El Ecuador de la Vida

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Le paso el Listerin a mi mejor amigo para que se enjuague la boca. Luego lo meto al agua fría y posteriormente lo llevo a la cama.

Me coloco guantes, me envuelvo en bolsas plásticas y me dispongo a limpiar el vómito del cabrón que tengo por mejor amigo.

Me recuesto en el sofá de la sala  y ella vuelve a rondar por mi chola*... No puedo seguir luchando con las ganas de verla... De sentirla de nuevo...

Quiero tener sexo en la Luna... Ya van dos semanas en las que he tenido que llamar a Manuela para que me resuelva... Necesito hundirme en ella urgentemente.

¿Tú estás seguro de que solo es sexo, papito? Quieres verla... La necesitas porque te estás enamorando...

Mi conciencia siempre me lleva la contraria y me tira la mala... Yo no estoy, no quiero y no puedo enamorarme de ella.

Como si fuera tan fácil sacarla de mi mente, ella me envía un mensaje de texto justo ahora... Me la pone difícil...

Pensaba que era un "hola" o un "¿cómo estás?, como suele escribirme, pero esta vez su mensaje me hace sentir mal... Muy mal.

Escribo una respuesta...

"Jamás buscaría a alguien con menos grasa... No te saco de la mente... Te extraño... Me vuelves loco...."

Lo borro. ¿Qué estupidez es esa? Quiero que se aleje y le escribo algo así... No, no puedo escribirle eso.

"Lamento no escribirte, es que tengo miedo de esto que comienzo a sentir por ti..."

Sí, claro... Escríbele eso, pendejo. Borro el maldito mensaje...

"Hola..." 

Ese mensaje debe estar bien... Aunque sé de sobra que es errado... Es que no sé qué decir... Ni siquiera tengo una justificación válida; solo excusas tontas sin sentido.

Le escribo justo lo que siento: quiero verte.

Acordamos ir a un hotel mañana. Justo cuando nos vamos a despedir, un impulso me hace escribirle algo que no tenía que haber escrito... Es que yo mismo enredo las cosas y me contradigo... Pero necesito que sepa que el problema no es ella. Que no hay problema con su hermosa personalidad... Debe saber que sí la he extrañado. Así se lo escribo, me ha hecho falta y es la verdad...

Soy un puto manojo de contradicciones e incongruencias. ¿Quién me entiende? Soy un imbécil.

***

Paso mis manos por su cuerpo con desespero... Puñeta, qué mucho la he extrañado... Esto es... Precioso y delicioso. Sus curvas me matan... Me enloquecen...

Luego de terminar el viaje por sus curvas, ella se recuesta en mi pecho... ¡Qué bien se siente tenerla en mis brazos luego estar dentro de ella!... Qué bien se siente sentirla caliente... Adoro escuchar cómo su respiración de a poco se relaja...

—Discúlpame por ser tan idiota contigo... No me mereces.

—Quisiera entenderte... Sé que solo tendremos esto, pero no me gusta que desaparezcas... No cuando compartimos tanto.

—Lo sé...

Silencio.

—¿Podemos ir a la piscina?— Me pregunta luego de habernos quedado en silencio por un largo rato.

—Claro... Lo que tú quieras... ¿Trajiste bañador?

—Pues claro... Soy una chica preparada.

Luna  Where stories live. Discover now