Me darias una oportunidad Granger ?

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Fui despertando poco a poco, aún sin abrir mis ojos fui tomando nota de lo que me rodeaba, escuchaba murmullos pero no podía identificar a quién pertenecían las voces, quise moverme pero una punzada de dolor en mi muñeca izquierda me hizo detenerme. Abrí los ojos y me encontré recostado en una de las camas de la enfermería, con la mano derecha me quite la sabana que me cubría y pude ver un vendaje algo grueso en mi muñeca izquierda justo donde sabía que encontraría la cicatriz que partería al tatuaje por la mitad.

Me levante y me senté en la orilla de la cama a estirarme ¿acaso todo lo que pase había sido un sueño? No, no pudo haberlo sido, sentí un nudo en el estomago al pensar en los niños, en Hermion... digo en Granger, esa era mi familia, un profundo pesar me invadió no podía haber sido solo un simple sueño me levante de la cama de pronto necesitaba aire fresco.

-       ¿A dónde cree que va señor Malfoy?—la voz de la nueva enfermera de la escuela me detuvo estuve a punto de protestar que no le incumbía pero una cabellera castaña que estaba detrás de la mujer mayor me detuvo, no había duda era ella—Siéntese señor Malfoy déjeme traerle una poción para el dolor y podrá irse a su torre. Si eso de ser nombrado perfecto tenía sus ventajas. Sentí las pequeñas manos de la enfermera hacer presión en mis hombros para que me sentara pero mi completa atención estaba centrada en esos ojos color miel que rehuían encontrar mi mirada.  Seguí ignorando las protestas de una muy airada enfermera lo único que quería era que esos bellos ojos encontraran mi mirada pero ella siguió ignorándome y mirando algún punto detrás de mi cabeza. La seguí observando se balanceaba ligeramente sobre sus pies y sus manos estaban juntas en su regazo, si estaba sumamente incomoda y no había duda por la forma en que volteaba a ver a la enfermera de que saldría corriendo en cualquier momento.
-       Señorita Granger cuide que el señor Malfoy no vaya a ninguna parte mientras le traigo su poción—dijo la enfermera saliendo y cerrando las cortinas detrás de sí, Granger tomo asiento en la silla al lado de mi cama moviéndola lo más lejos de mí y acercándola a la dirección por la que la enfermera se había marchado. Agradecía la buena voluntad de Granger por ayudar a los demás era bueno para lo que planeaba, la siguiente parte del plan era conquistarla ¿cómo se suponía que lo lograría y formaría una familia con ella? Lo primero era ser amable y dejar que este silencio incomodo desapareciera.
-       ¿sabes cuánto tiempo llevó aquí Granger?—dije en un tono casual y amable para no asustarla era la primera vez desde aquel día que tenía una conversación cordial con ella, vi como alzaba ligeramente sus cejas sorprendiéndose por mi tono cordial y me di una patada mental por ello las cosas definitivamente iban a cambiar a partir de hoy.
-       Has pasado un día completo inconsciente—dijo en voz baja.

Así que me había pasado en día de mi cumpleaños inconsciente, espera inconsciente no sino conociendo mi futuro, si había algo de lo que estaba seguro en este mundo era que nada era imposible y tal vez la visión o sueño que tuve era justo lo que necesitaba para seguir.

-       ¿Por qué lo hiciste Malfoy?—escuche como susurraba voltee a verla y al parecer no se había dado cuenta que lo había dicho en voz baja ya sabía a lo que se refería.
-       Porque pensé que no me quedaba nada para seguir—dije cansinamente--¿quieres escuchar una historia Granger?—al ver que ella no decía nada seguí era obvio que se quedaría hasta que llegara la enfermera.
-       Trata sobre un niño rico sangre pura que fue criado con el lema que los puros eran los únicos con derecho a portar una varita—vi por el rabillo del ojo que ella estaba tensa pero aún así se mantenía en silencio—esas siempre fueron mis creencias hasta que te conocí y cambiaste por completo mi forma de pensar poniendo en conflicto todas mis creencias—No me malinterpretes lo que quiero decir es que siempre creí que los sangre pura eran mejor en todo pero tú siempre me demostraste que eras mejor ¿Recuerdas aquella tarde casi al final de primer año cuando compartimos un libro en la biblioteca—cuando asintió continúe—ese día fui uno de los mejores para mí porque eras tú no pretendías impresionarme solo eras tú misma y quise conocerte pero no encontré ninguna oportunidad de volver a hablar contigo luego de lo del troll y cuando llegó segundo comencé a llamarte sangre s...
-       No lo digas entiendo tu punto—me dijo
-       Lo que comprendí cuando esta guerra termino es que la vida es demasiado corta y las segundas oportunidades son muy escasas por eso quiero pedirte que me perdones ¿Me darías una oportunidad Granger?—deje de respirar en ese momento solo una cosa importaba ahora y era su respuesta.
-       No hay nada que perdonar Malfoy el pasado es mejor dejarlo atrás y volver a empezar—dijo sonriéndome tímidamente y levantándose para extender su mano frente a mí, yo no lo dude la se la estreche
-       Llámame Draco si no te importa—dije
-       Será difícil acostumbrase pero tu llámame Hermione—dijo sonriéndome y esa sonrisa me hizo recordar a la pequeña rubita de ojos miel
-       Señorita Granger puede venir un momento por favor—dijo la voz de la enfermera desde fuera
-       Me gustaría conversar contigo en otro momento si no te importa claro—dije un poco atropelladamente ella solo asintió y salió con una sonrisa en los labios.
-       Aquí tiene su ropa señor Malfoy tenga tómese esto antes de que se duerma—dijo entregándome una pequeña botella, asentí y entre a los baños a cambiarme. Cuando salí la enfermera y Granger me esperaban en las puertas de la enfermería
-       Señor Malfoy la señorita Granger le acompañara a su torre—dijo la enfermera, sonreí era cierto se suponía que nosotros comenzaríamos a compartir torre como los premios anuales pero no se había podido debido a las reconstrucciones. Asentí y empezamos a caminar por los pasillos, ella convocó un lumos.

En el camino a nuestra torre comenzamos a platicar y descubrí que la directora no había mencionado nada de mi intento de suicidio pero tendría que hablar con ella mañana después de clases y descubrí que ella era la que me había encontrado y solo tres personas estaban enterados de lo que intente hacer.

-       Te agradezco que me hayas salvado—le dije una vez que llegamos a la torre y cada quien empezaba a subir las diferentes escaleras que llevaban a nuestras recamaras. Vi como asentía y comenzaba a subir pero se detuvo
-       Por cierto me entere que ayer fue tu cumpleaños—dijo un poco sonrosada—feliz cumpleaños Draco—dijo abrazándome rápidamente para luego echarse a correr escaleras arriba.

Yo subí mis escaleras con una sonrisa idiota en mi cara, definitivamente no cambiaría para nada este cumpleaños. Ahora lo siguiente que haría sería hacer que ese futuro con el que soñé se hiciese realidad y tenía una misión: conquistar el corazón de Granger porque ella de alguna forma ya se había robado el mío" pero esa era otra historia...

Feliz cumpleaños DracoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora