Peligrosa { #1 Saga Peligrosas }

27. No te conozco

Antes de abrir la puerta de la oficina de mi padre, titubeé. Estaba muerta de miedo, el tono de voz que había utilizado conmigo había sido suficiente para hacerme temblar. Le tenía tanto miedo a su enojo, tal vez hasta más del que los demás miembros de la organización le tenían.

Por fin me decidí a entrar y al momento en que entré lo vi. Su mirada se encontró con la mía y su expresión se endureció. Tragué audiblemente. Me acerqué hasta sentarme en la silla delante de él.

—¿Qué has hecho, Angela? —espetó sin rodeos y sin quitar su expresión seria y enfadada.

—¿Qué hecho de qué? —pregunté secamente, tratando de no sonar insegura. La verdad es que no entendía que había hecho.

—De esto —tomó una hoja que había estado descansando en el escritorio y me la tendió, casi me la aventó.

Yo la tomé y comencé a leerla. Era una noticia, la noticia de que habían atrapado a los presuntos asesinos de Kyle Milton. Entonces ya se había esparcido por todos los medios. No entendía por qué eso era un problema, y por qué me estaba culpando de algo que supuestamente yo no creía que sabía. A menos que alguien se lo hubiera contado.

—¿Por qué crees que yo tengo la culpa de esto? —pregunté con el ceño fruncido.

—Tú más que nadie querías que encontraran a esos maleantes. La policía no pudieron haberlo hecho solos, ellos no están en una organización como la de nosotros, y para esto les ayudaron. ¿Y quién más se preocupaba por el niño muerto? —enarcó una ceja —. ¡Nadie más que tú!

Lo miré por unos momentos sin decir nada. Sin duda mi padre era una persona muy inteligente y deductiva. No se había equivocado.

—¡Admítelo! —gritó, haciendo que yo diera un salto en la silla.

—Okey —dije mirando hacia abajo —. Yo les dije a la policía donde encontrarlos... pero... se hizo justicia papá.

—A nadie de nosotros le importa la justicia, nosotros estamos en contra de eso —interrumpió —.Tampoco nos importa ese niño al que, por tu culpa, se vio involucrado en todo esto. Hiciste demasiado drama por él.

—¡Kyle era mi amigo! —me paré de la silla —. No iba a permitir...

—¡Cállate! —también se paró y yo me hice hacia atrás —. Te dije que si salía un problema a raíz de esto podrías perjudicarnos a todos. Metiste a la policía en donde no debías, en algo de organizaciones. Ellos se lo tomaran muy mal, muy mal Angela. Y tú serás la culpable de esto.

—Pero sí ellos fueron los estúpidos que mataron sin...

—¿Crees que les importa? Pensará que los estamos retando o peor aún pensaran que ahora tenemos a la policía de nuestro lado, no nos tendrán más miedo, de eso estoy seguro. Si ya existía rivalidad entre nosotros ahora nuestros conflictos crecerán —me aseguró.

Yo ya no tenía nada que decir, Bruno tenía razón. Tal vez lo había jodido todo, pero había logrado vengar la muerte de Kyle, eso por sobre todo era lo más importante.

—Podemos defendernos —murmuré.

—Espero que sí, pero no teníamos por qué meternos en estos problemas Angela. Era innecesario.

—¿Y qué quieres que haga? Ya sé, me equivoqué, debí de actuar diferente. Matarlos yo misma y dejar claro que con los Nardi no se deben de meter de esa manera —recordé la razón por la que no lo había hecho. Peter me lo había pedido —. Debí dejar a la policía fuera de esto y hacer justicia por mi propia mano.

—Sí, pudiste hacer eso pero no lo hiciste. Ya no hay nada que podamos hacer, solo estar preparados para cualquier cosa, cualquier ataque —dijo fríamente y se volvió a sentar en su silla.