4. Horrible Verdad

3.5K 286 25
                                    

—¿Por qué? —articuló Peter.

—Sólo hazlo, por favor —dije con un hilo de voz.

Peter me miró con asombro en la mirada pero no dijo nada, lo tomé de la mano y caminé por la habitación, llevándolo conmigo. Era una forma de asegurarme de que no escaparía para delatarme. Nos sentamos en la cama en silencio y me hice un ovillo, mis ojos comenzaron a picarme pues estaba a punto de derramar lágrimas de frustración, pero no me lo permití. ¿Cómo no iba a estar al borde del llanto si todo estaba saliendo mal? Me iban a atrapar, iba a decepcionar a mi familia y Peter iba a salir involucrado en todo esto por mi culpa.

Inesperadamente Peter pasó sus brazos a mí alrededor en un torpe abrazo, debido a la posición en la que estábamos, solté un respingo por la sorpresa que eso me causó, pero aun así fue reconfortante tenerlo de esa forma. De nuevo sentí culpa porque no quería que esto lo perjudicara.

¿Está seguro que entró al hotel y que está en este piso?preguntó una voz masculina desde el corredor.

Oí un murmullo como respuesta, pero no lo entendí.

—Hay muchos edificios en esta ciudad, oficial. Y son cuatro personas a las que buscavolvió a decir la voz del hombre.

—No importaesta vez la contestación se oyó bien —Tenemos que atraparlos.

Después de unos segundos se escuchaba el golpeteo de las puertas, me tensé de inmediato.

Si estás ahí, criminal, sal. No tienes escapatoria. ¡Vamos! No puedes esconderte por mucho tiempo. ¡SAL! gritaba el oficial mientras tocaba las puertas con fuerza.

Tocaron la puerta de la habitación donde nos encontrábamos y mi reacción fue tirarme al piso. Peter hizo lo mismo y volví a hacerle la seña para que guardara silencio. Él asintió débilmente.

—¡Sal! Maldita sea.

—Señor y si nos distrajo, si hizo como que venía a esta piso y en realidad bajó o subió por las escaleras a otro.

Hubo un gran silencio incómodo.

—Necesitamos refuerzos

—El FBI y la DEA viene en camino, señor...la voz se fue apagando poco a poco.

Tragué saliva audiblemente.

—¿Qué está pasando Angela? ¿De quienes te escondes? — Peter, aún recostado en el suelo me miraba con los ojos desorbitados.

Me limité a negar con la cabeza.

Peter suspiró con frustración al tiempo en que se levantaba del suelo y refunfuñaba algo entre dientes. Odiaba mentirle y más en estos momentos que podía meterlo en problemas. Me levanté del suelo con cuidado y haciendo el menor ruido posible. Me asomé por la ventana, aun llovía.

—Tienes que decirme que está pasando, si me voy a meter en problemas por lo menos debo saber por qué —dijo Peter poniéndose al otro extremo de la ventana.

No iba a hablar, por más agradecida y en deuda que estaba con él no podía decirle la verdad. Guardé silencio y seguí mirando por la ventana, tratando de ignorarlo.

—¿Trabajas aquí? — cuestioné después de un largo silencio.

—Uh..., algo así. Le hago un favor a mi padre. Pero tú no respondiste a mi pregunta.

Hice una mueca, creí que lo había distraído. No contesté.

—¿No vas a decirme que está pasando?

Peligrosa { #1 Saga Peligrosas }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora