Modelo

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Recordaba cómo sus padres habían sido asesinados frente a sus ojos mientras abrazaba con fuerza un bulto de sabanas protegiendo a su hermanito de un año de nacido. Aun recordaba la cabellera tupida y ojos rojos que se habían acercado a el después de dejar el cuerpo inerte de su padre en el suelo.

—Arregle la deuda de tus padres, creo que, no es necesario eliminarlos a los dos después de todo, morirán al tratar de vivir en este mundo sucio y cruel—Le dijo aquel hombre antes de salir de su casa.

Se levanto del suelo sin evitar que las lágrimas recorrieran sus mejillas, sabía que sus padres tenían muchas deudas con muchas personas pero, no se imaginaba que aquel asesinato fuera una forma de pagar por ella.

No sabía qué hacer, eran pobres y no tenían ni siquiera como llamar a alguien para que les ayudase, todos le miraban de largo por ser pobres...tomo una decisión dejo a su hermanito en la cama rodeándolo con las pocas almohadas y sabanas que tenían a su lado, salió al patio y subió silenciosamente la cerca del vecino solo para tomar « Prestada » su pala. Tiro el objeto al otro patio y cruzo de nuevo la cerca comenzando a hacer dos tumbas.

Termino de enterrar a sus padres con la cara sucia y con más lagrimas haciéndolo ver más mugriento. Volvió al patio del vecino para devolver la pala, regreso al cuarto donde tenía a su hermanito y lo observo por una gran rato. Se fijo en su « Hogar » Se podía sentir el olor a sangre así que se dispuso a limpiar hasta que al final reparo en algo « ¿Ahora qué harían para comer, pagar la luz, el agua, y lo necesario para su hermanito? »

Apenas se había graduado de la secundaria, tal vez podía conseguir un trabajo no tan genial como el que había soñado. Se baño y se durmió junto a su hermanito que a media noche despertó reclamándole que le cambiase el pañal.

Al día siguiente se arreglo y dejo a su hermanito en el suelo con almohadas y sabanas en el piso, no se arriesgaría a dejarlo sobre la cama y que cayese, dejo las puertas y ventanas cerradas de la casa. Debía pasar a cada hora a casa para ver el estado de su hermanito.

~*~

Habían pasado dos años y aun no había conseguido trabajo. Como era de esperarse les cortaron el servicio de energía y el agua pero, antes de eso se le había terminado la leche y los pañales de su hermanito Naruto quien ahora podía caminar riendo a cada paso que daba resaltando las tres marquitas a cada lado de sus mejillas con el brillo de sus ojos azules y su cabello rubio que resplandecía como el sol. Al contrario de él, con su cara llena de polvo sus ojos azules mas opacos no tenían mucho brillo y su cabello largo con su flequillo lleno de manchas de mugre cubriéndole uno de sus ojos, ni siquiera parecía que tenía 19 años de edad, ese día lo había pasado muy mal, como último recurso se había puesto a mendigar, incluso tenía un horario en especifico; de lunes a sábado por las mañanas pedía en los bancos, luego al medio día en diversas escuelas y luego en las noches al primer restaurante que le quedase cerca, y los domingos por la mañana pedía en la iglesia y el resto del día pasaba con su hermanito haciendo quehaceres del hogar.

—No te acerques, Dei-Nii—Le dijo su hermanito al ver que se acercaba para abrazarle, su nombre era Deidara y tenía intenciones de bañar a su hermanito con la poco agua que había recogido, cada domingo dejaba a su hermanito bañado y alimentado con lo que había recibido de los restaurantes y él, se iba con dos galones al rio que quedaba kilómetros de ahí, y una parte del agua la hervía en la cocina de leña improvisada, para embotellarla y poder beberla.

—Pero, Naruto debes bañarte—le dijo con una sonrisa, siempre era tierno con él, después de todo era su única familia y lo adoraba mucho.

—No hasta que te bañes, apestas—se alejo un poco de su hermano mayor haciendo un tierno puchero tapándose la nariz.

Reparando la vida [ItaDei] [SasuNaru]Where stories live. Discover now