Hope Mikaelson

23. Él

Por más que proteste y proteste igual me subí al auto de Ethan, yo estaba en el copiloto y Davina atrás, todo esto era tan incómodo.

Nos estacionamos lo suficiente lejos de casa para que nuestra familia no sospeche y al llegar, Ethan intentó abrir su puerta y no cedía.

-No te esfuerces- dije- Davina, ¿puedes abrir? - la miré.

-Ustedes necesitan hablar- dijo saliendo del auto.

-Podría romper esta puerta de un solo...

-Ella tiene razón- me dijo Ethan interrumpiéndome.

-Tú dijiste bien claro ayer que no teníamos nada de hablar- se giró para mirarme.

-Lo lamento ¿si? Yo...yo estaba muy asustado y...no sabía lo que eras...

-¿Y qué soy?- le pregunte.

-Una híbrida- me asombro su capacidad para decir eso sin desmayarse- Pero también sé que no eres mala, por mas que lo intentes siempre; eres tan dulce y...hermosa, y yo jamás te usaría...tu puedes saberlo ahora ¿Acaso no escuchas mi corazón? No te mentiría si te dijera que estoy enamorado de ti- ¿Qué? Enamorado...¿de mí?

La verdad era que sí escuchaba su corazón, parecía que se iba a salir de su pecho, latía con tanta fuerza que me asustaba. Y yo sentía que por dentro me derretía por él.

-¿Enamorado?- le pregunté sin creerlo- Pero no soy...humana, soy un monstruo...te haría daño.

-No, sé que no lo harás-Tomó mis manos.

-Hay millones de personas en el mundo..

-Pero yo te quiero a ti...  Ahora quiero que me digas tú lo que sientes, si quieres que te deje en paz, dímelo y me iré; pero por favor... consideralo, yo podría hacerte feliz... No llores- no me había dado cuenta cuando empece a llorar pero ahora no podía detenerme.

-¿Cómo puedes estar enamorado de mí? ¿Porqué mejor no estas con alguien mas?.

-No quiero estar con nadie que no tenga tu nombre, el color de tus ojos, tu cabello, tu sonrisa o tus labios. No quiero estar con nadie que no haga las cosas como tú las haces, que no me mire como tú, que no me trate como tú, que no sonría como tú. No quiero estar con nadie que no seas tú.

-Yo...- sin advertencia me lance a él y lo abrace con mucha fuerza, y no lo hubiese soltado si no hubiese escuchado algo romperse. Cuándo lo solté y lo miré a los ojos, estos reflejaban pura alegría     -Ethan, te confesaré algo: a mí jamás me habían importado los humanos, siempre pensé que solo servían para una cosa...pero cuándo alguien me amenazó con hacerte daño sentí algo extraño dentro de mí, lo entendí como furia ya que pensaba hacer de ti mi alimento personal; hasta que Davina me explicó todo...yo me preocupaba por ti, por que...me importabas, no lo acepté hasta ahora; creo que te quiero.

-Hope, quiero hacer esto bien...-me miró a los ojos- ¿Quieres ser mi novia?- de pronto mis emociones se dispararon dentro de mí.

-Sí- dije anonadada. Tenía novio. Y era humano, que irónico. Ethan empezó a acercase a mí cuando oí un ruido.- Espera- le dije. Agudice mi oído y era Cami, quién estaba sacando la basura- Ven- le dije a Ethan sacándolo del auto y tomando su mano lo guié por donde Cami no lo vería.

-¿A dónde vamos?

-Si Cami esta sacando la basura es porque ni Kol ni Rebeca han llegado- dije- No quiero que te vean, aún.

-¿Dónde me quedaré, entonces?

-Conmigo- dije rodando los ojos, él sonrió. Caminamos un poco y luego le hice pasar por un pasaje secreto que llevaba hasta el tercer piso que es dónde estaba mi habitación.

-Waoo- dijo al entrar a mi habitación.

-Espérame aquí- salí cerrando la puerta. Y fui y toqué la de Davina, ella abrió con cara picarona-Necesito un favor.

-¿Que necesitas?- dijo sin pensarlo. Y es que así era Davina, no necesitaba explicaciones para hacerme un favor.

-Quiero que hagas un hechizo, no quiero que ningún ruido salga de mi habitación y que el pestillo solo pueda ser abierto por mí o por un humano... crees que lo tendrás listo en 2 minutos.

-Vaya...-ella suspiro- Puede ser, dame 2 minutos, te avisaré-

-Genial, te debo una.

Volví a mi cuarto y cerré con pestillo. Ethan estaba mirando mi cuarto con detenimiento. Me puse a observarlo, en realidad era muy apuesto, su cabello era perfecto y era más alto que yo. Se dio la vuelta y al verme sonrió.

-¿Qué...- le tape la boca moviéndome tan rápido que lo asuste.

-Lo siento-le susurre- Pero no querrás que mi familia con un súper oído de vampiro te oiga, dame solo 2 minutos, Davina lo arreglará.

 Y en 2 minutos cumplidos Davina toco mi puerta, la abrí un poco, no dejando que vea a Ethan.

-Ya esta listo...y toma- me entrego un polo y unos shorts, suponía que eran de Kol- Los necesitara- me guiño.

-Gracias- dije y cerré la puerta con pestillo.- Eso es todo- dije sonriendo al chico que estaba echado en mi cama.

-¿Qué se supone que hagamos ahora?- me preguntó él con una chispa de diversión en sus ojos.

-Tu que crees...- le guiñe.

..

Habíamos quedado en que Ethan dormirría en el piso y yo en mi cama.

-No me has dado un beso desde que estuvimos en el auto- me recordó, él ya estaba echado en mi alfombra en el suelo. 

-Tienes razón- le dije, salí de mi cama y fui hacia él.