10. Miedo

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-¿Sabes que he estado pensando últimamente?- me pregunto Ethan apareciendo en mi casillero por 4 vez en la semana. Ya habían pasado 3 semanas desde que llegue a la escuela. Sabía que Ethan estaba interesado en mí pero no quería darle falsas esperanzas acerca de algo que yo no iba a permitir que pase.

-¿En que deberías dejar de coquetear conmigo?

-¿Qué? No- dijo seguro- Además, a ti te encanta que coquetee contigo.

-No es cierto- dije. Mi voz sonó insegura.

-Si es cierto, te encanta que nos atrapen juntos y piensen que somos pareja- se me quiso acercar y yo lo detuve.

-Basta, deberías dejar de meterte en problemas.

-Detención es genial-dijo.

-Hoy es la tercera vez en esta semana- dije recordando que me quedaría después de clase a cumplir mi condena.

-Un desperdicio de jueves por la tarde, como sea, eso no es lo que te iba a decir...me haces salir del punto.

-Bueno, ¿en que has estado pensando últimamente?

-Ya lo olvide, demonios, ves, ¡Me distraes!- dijo jalando un mechón de mi cabello.

-Intenta recordar- dije mirándolo.

-Mmm... - se me acercó-Creo que tienes 16.

-¿Ah si? ¿Y porque piensas eso?- no soné tan segura como esperaba.

-Pues, tienes cara de bebé; no soy el único que cree que deberías estar un año menos, pero la cosa es.. ¿Cómo has hecho para entrar en este grado?

-Si te lo dijera tendría que matarte- me sentía diferente ahora con él cerca. Sabía que nuestra amistad no duraría para siempre y algún día él sería la cena. 

-Ya lo hiciste- ¿Ah?

-¿Ah?

- ¿Qué harás este sábado?- desvió el tema.

-Jajjaaja, buen intento pero no es tan fácil.

-Bien, paso por ti a las 5- ¿enserio? 

-Es más complicado que eso...- comencé a decir y Ethan rio. 

-Tranquila, si te preocupa te prometo que será solo como amigos...- vi a Stefan que estaba vigilándome de lejos.

-¿sabes qué? ¿Por qué mejor no hablamos en clase?- dije. Él supo que estaba mirando a alguien más.

-¿Tan rápido te quieres deshacer de mi?-su tono de voz era divertido, lo miré suplicante y él entendió. Se dio media vuelta y se fue.

Stefan se me acerco.

-Ten cuidado- me dijo evaluándome.

-Gracias por el consejo, mamá-le dije irónica, reí.

-Sé que no eres humana- vaya, que directo. Me agrada.

-¿Desde cuándo lo sabes?-le dije sonriendo.al punto, chico.

-Desde que olí el contenido tu botella en la cafetería el primer día de clases -me acorde.

-¡Oh! cierto, lo siento...¿Querías que te invite un poco?-puse cara de triste-Quizás la próxima

-No tomo sangre humana- lo miré confundida. ¿Entonces que toma? -Pero te advierto; no queremos muertes sospechosas, mi hermano quiere tomar sus propias precauciones- uh.

-Ah... yo no pienso matar a nadie si eso es lo que te preocupa; y no me asusta tu hermano, yo no soy cualquier vampiro- dije, sus ojos reflejaban confusión. El timbre sonó- Adiós Stefan.

Stefan se fue. Fui a mi siguiente clase y aproveche que  Finn estaba sin compañero para acercarme a él.

-Hola Finn-le salude. ¿Desde cuándo soy tan sociable? ¿Qué me esta pasando?

-Oh, Hope, muy bien-tartamudeo- ¿Cómo estas tú?- hace un tiempo que Finn y yo nos hablábamos, él me ayudaba con mis clases y yo le daba consejos acerca de no dejarse golpear por otros.

-Mmm, bien.

-Hey, ¿hiciste la tarea para hoy?- me preguntó escribiendo en su cuaderno.

-Ups, lo olvide.

-No te preocupes, podemos compartir el mío.

-¿No hay problemas con eso?.

-No, diremos que hicimos juntos el trabajo y estoy seguro de que el maestro aceptará.

-Ehh...como digas...- pensé en cambiar de tema-Y...hace mucho frío ¿no?

-Demasiado- me dijo Finn. Sonreí, si existían humanos que valían la pena para una amistad.

-Oh, gracias, Finn- le dije sonriendo-Eres un buen amigo.

-Gracias...

-¿Sabes algo?- de pronto se me ocurrió algo-¡Tengo una idea!

-¿Cuál?

-¿Tienes novia?

-No...

-¡Perfecto!- él me miró- ¡Tú y Tori podrían salir!- su mirada cayó.

-Ehm....no se si es una buena idea.

-Pero ¿porqué no? digo, ambos son mis amigos, ambos son divertidos, ambos son los mejores, ambos están solteros...¿Para qué esperar más?

-Hope...-Finn puso su mano sobre la mía, okey, de verdad que esto es incómodo- No es una buena idea.

-Ehh...esta bien- yo tuve que retirar mi mano.

Eso fue raro, yo quería ayudarlo y sale todo mal. Todo mal.

-No te preocupes- me dijo Finn- Sé que quisiste ayudarme.

-Si... de todas maneras, Finn. Cualquier cosa que necesites, solo pídemela y si esta en mis manos te ayudare- ¿Desde cuando me había convertido en Santa Claus? Ahora resulta que ayudaba niños.

Hope MikaelsonWo Geschichten leben. Entdecke jetzt