18 | The great game |Parte II|

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―¿Quién piensas que es?

―¿Quién?

―La mujer al otro lado de la línea, la mujer que lloraba.

―Ella no es importante, es sólo un rehén. No nos dará alguna pista ―al escuchar eso, horrorizada, Alice alza la vista.

―¿Cómo...? ¿cómo puedes ser tan insensible?... ¡Maldición!

―Ella no nos será de ayuda ―insiste el frívolo rizado y John le responde con cara de disgusto.

―¿Has rastreado la llamada siquiera?

―El hombre bomba es muy inteligente para eso ―sentencia y, coincidentemente, su propio celular suena. Así que este, sin moverse desde su posición debido a que se mantenía concentrado sobre su telescopio, ordena por cercanía―. Sanders, mi teléfono.

―¿Dónde está?

―En mi chaqueta.

―Vete a la mierda ―espeta la ofendida rubia, ello para pronto seguir distraída en su propio móvil.

―John, mi celular.

―¿Qué...?

El doctor se detiene durante algunos segundos haciendo sentido de lo requerido, para pronto

respirar profundamente irritado; sin embargo, aun así, camina de todas formas hasta el detective, escabullendo con brutalidad la mano en su cartera frontal de la chaqueta.

respirar profundamente irritado; sin embargo, aun así, camina de todas formas hasta el detective, escabullendo con brutalidad la mano en su cartera frontal de la chaqueta

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―Con cuidado ―se queja Holmes y Alice ríe por lo bajo. John les ignora, y, a regañadientes lee el mensaje que le habían enviado recientemente a Sherlock.

―Es tu hermano.

―Bórralo, los planos están fuera del país, no podemos hacer nada.

―Pues Mycroft piensa lo contrario. Te ha enviado ocho mensajes... Debe ser importante.

―Entonces ¿por qué no canceló su cita con el dentista?

―¿Su qué...?

―Mycroft nunca envía un mensaje de texto si puede llamar ―discute Holmes con voz monótona―. Entiende, Andrew West robó los planos del misil, trató de venderlos y le aplastaron la cabeza. Fin. El verdadero misterio aquí es ¿por qué mi hermano intenta distraerme, cuando alguien está siendo inmensamente interesante?

―¡Por Odín, Holmes! Intenta recordar que la vida de una mujer está en peligro ―enojada, Alice se pone de pie junto al detective y se cruza de brazos con actitud desafiante.

―¿Con qué fin? Hay hospitales llenos de gente que está muriendo... Doctora ―él alza la gélida mirada hacia ella―. Ah, pero qué cosas digo, tú sólo "analizas" mentes y poco sabes de biología ¿por qué no vas y lloras al lado de alguien moribundo para ver que tan bien le hace? ―antes de que alguno de sus ofendidos compañeros respondiera, se distraen al escuchar un alarmante sonido proveniente desde el microscopio que él ocupaba―. ¡Ajá!

𝑽𝒂𝒕𝒊𝒄𝒂𝒏 𝑪𝒂𝒎𝒆𝒐𝒔 |𝐒𝐡𝐞𝐫𝐥𝐨𝐜𝐤|Where stories live. Discover now