Y si se te va alguno de gran peso, empieza a especular al azar

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La puerta se abrió, donde una señora entrada en años fue quien recibió a los tres agentes. La casa se veía mucho más magnífica de lo que aparentaba su fachada exterior, Warwickshire advirtió que la víctima era pudiente, Miguel hizo ciertas muecas de disgusto por la mala elección de colores del living, y Duke empezó a armar alguna loca teoría acerca de la víctima, porque se le veía sonreír con esa expresión infantil y traviesa que hacía cuando contaba sus perversiones. La mujer los hizo sentar y llamó a su criada.

ㅡSeñores, ¿café o té? ㅡpreguntó.

ㅡYo, yo quiero café ㅡrespondió Duke con una sonrisa.

ㅡ¿Y a vosotros?

Los otros agentes no aceptaron el ofrecimiento. Miguel observaba con cuidado el ambiente y los movimientos de la señora y la criada, Dexter se aclaró la garganta y habló:

ㅡ¿Usted es la que puso denuncia sobre la desaparición de su hija Verónica, hace una semana?

ㅡAsí es, ¿habéis hallado algo, sabéis de su paradero? Quiero estrujarle las bolas al maldito que la secuestró ㅡexclamó temblando de furia, ella se esforzaba por no estallar en llanto y rabia. Alguien tenía que pagar lo de su hija.

ㅡBueno, hace tres días que la policía local la encontró ㅡcomentó tranquilo, a los agentes se les desencajaron las mandíbulas al oírlo, los ojos de la anciana brillaron de emoción.

ㅡ¿De verdad? ㅡexclamó emocionada y Dexter asintió, Duke y Miguel no le despegaban la vista, expectantes a lo que iba a decirㅡ Y... ¿cómo está?

ㅡMuerta ㅡdijo a secas, haciendo una breve pausa para ver como la señora se desmoronaba, la alegría y esperanza del comienzo desapareció, Duke empezó a mascullar improperios contra Dexter y Miguel, que estaba detrás de la señora, se agarró del pelo en señal de frustraciónㅡ de hecho, la encontramos en una bolsa de basura negra, hecha una sopa de órganos.

ㅡ¡¿Qué?! 一exclamó histérica.

ㅡTenía unos días muerta, lo único que quedó intacto de ella fueron sus riñones y parte de la cara. No sé usted qué esperaba, pero es obvio que no la íbamos a hallar viva, de hecho... la mayoría de víctimas de secuestro solo sobreviven cuarenta y ocho horas.

ㅡ¡Largo de mi casa! ㅡexclamó furiosa, la criada llegó de prisa al living y se acercó a su señora.

ㅡTenga un buen día, adiós ㅡdijo Miguel incómodo, jalando a Dexter del brazo y a Duke del cuello de la camisa, para poder salir de ahí lo más rápido posible.

...

Miguel daba vueltas nervioso en la placita que estaba a unas casas de la primera visita, daba alguno que otro respingo nervioso y de a ratos gritaba como loco. Dexter solo lo contemplaba hacer el ridículo y Duke trataba de calmarlo en vano. De pronto, el joven se detuvo y volvió su vista hacia Dexter.

ㅡTú, tú miserable sin corazón, ¿cómo pudiste hablar de esa manera! ¡estás demente! ㅡDexter levantó los hombros en señal despreocupada y sonrió con maliciaㅡ Yo no pillo como Willenhall sigue conservando tu empleo y cómo tú puedes ser tan terrible, ¡es que no me explico!

ㅡMejor cálmate, que estando tan alterado no resolverás nada. Esto de entrevistar a sospechosos y familiares de la víctima me parece tedioso, pero creo que perdemos el tiempo, no sé ustedes, yo considero que los oficiales españoles son incompetentes ㅡcomentó con sosiego, sentándose en uno de los columpios.

ㅡVenga que divertirnos un rato no viene mal ㅡexclamó Duke infantilmente, empezando a columpiar a Dexter con fuerza, éste casi se cae de cara y masculló improperios en su lengua materna contra el psicoanalista mientras se sacudía la tierra de las rodillas.

Aquellas Curiosas MuertesWhere stories live. Discover now