Una visita un tanto inesperada en el cuarto de niñas

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Capítulo 20:

Una visita un tanto inesperada en el cuarto de niñas.

Parecía el fin de la amistad entre Ron y Hermione. Estaban tan enfadados que Tabatha y Harry no veía ninguna posibilidad de reconciliarlos. A Ron le enfurecía que ella no se hubiera tomado en ningún momento en serio los esfuerzos de Crookshanks por comerse a Scabbers, que no se hubiera preocupado por vigilarlo, y que todavía insistiera en la inocencia del gato y en que él tenía que buscar a Scabbers debajo de las camas.

Hermione, en tanto, sostenía con encono que Ron no tenía ninguna prueba de que Crookshanks se hubiera comido a Scabbers, que los pelos canela podían encontrarse allí desde Navidad y que él había tomado ojeriza a su gato desde el momento en que éste se le había echado a la cabeza en la tienda de animales mágicos.

En cuanto a los mellizos, estaban convencidos de que Crookshanks se había comido a Scabbers, y cuando Harry intento que Hermione comprendiera que todos los indicios parecían demostrarlo, la muchacha se enfadó con él también.

-¡Ya sabía que te pondrías de parte de Ron!-chilló.-Primero las Saetas de Fuego, ahora Scabbers, todo es culpa mía, ¿verdad? Lo único que te pido, Harry, es que me dejes en paz. Tengo mucho que hacer.-el azabache miró a su hermana, y solo consiguió que ella se encogiese de hombros.

Ron estaba muy afectado por la pérdida de su rata.

-Vamos, Ron. Siempre te quejabas de lo aburrida que era Scabbers.-dijo Tabatha, con intención de animarlo.

-Y además llevaba mucho tiempo descolorido. Se estaba consumiendo. Sin duda ha sido mejor para ella morir rápidamente. Un bocado... y no se dio ni cuenta.-agregó uno de los gemelos.

-¡Fred!-exclamó Ginny indignada.

-Lo único que hacía era comer y dormir; Ron. Tú también lo decías.-intervino George.

-¡En una ocasión mordió a Goyle!-recordó el pelirrojo con tristeza.- ¿Se acuerdan, chicos?

-Sí, es verdad.-respondieron los mellizos.

-Fue su momento grandioso.-comentó Fred, incapaz de contener una sonrisa.-La cicatriz que tiene Goyle en el dedo quedará como un último tributo a su memoria. Venga, Ron. Vete a Hogsmeade y cómprate otra rata. ¿Para qué lamentarse tanto?-

En un desesperado intento de animar a Ron, Harry lo persuadió de que acudiera al último entrenamiento del equipo de Gryffindor antes del partido contra Ravenclaw, y podría dar una vuelta en la Saeta de Fuego cuando hubieran terminado. Esto lo alegró durante un rato. Así que se encaminaron juntos hacia el campo de Quidditch.

La señora Hooch, que seguía supervisando los entrenamientos de Gryffindor para cuidar de los chicos Potter, estaba tan impresionada por las Saetas de Fuego como todos los demás. Tomó la de Tabatha en sus manos antes del comienzo y les dio su opinión profesional.

-¡Miren qué equilibrio! Si la serie Nimbus tiene un defecto, es esa tendencia a escorar hacia la cola. Cuando tienen ya unos años, desarrollan una resistencia al avance. También han actualizado el palo, que es algo más delgado que el de las Barredoras. Me recuerda el de la vieja Flecha Plateada. Es una pena que dejaran de fabricarlas. Yo aprendí a volar en una y también era una escoba excelente...-

-Señora Hooch, ¿le puede devolver a Tabatha la Saeta de Fuego?-preguntó Oliver, luego de unos minutos en los que solo habló la profesora.- Tenemos que entrenar.

-Sí, claro. Toma, Potter.-dijo, entregándosela.- Me sentaré aquí con Weasley...-ella y Ron abandonaron el campo y se sentaron en las gradas, y el equipo de Gryffindor rodeó a Wood para recibir las últimas instrucciones para el partido del día siguiente.

Los Mellizos Potter |Cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora