7- De vuelta de la escapada

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En realidad no se porque le importa tanto. Solo me saltado unas pocas clases.

—Vale, está bien. Vengo de la playa. —admito.

—Ya..¿Con quien? —me interroga.

—Con Rayan. —murmuro casi in ahuyente.

Se levanta inmediatamente de su cama y camina hacía mi.

—¿Qué dices tía? ¿Enserio? — pregunta ilusionada.

¿Khe? No entiendo nada.. Pensé que ellos tenían algo...

—Si... —contesto mirando al suelo.

Yo...em...¿Porque se ilusionada tanto?

—¡Que fuerte! —dice chocando palmas de ilusión.

—No es para tanto, sólo ha sido una excursión... —murmuro sentandome en mi cama.

—Con Rayan, algo casi imposible —se sienta a mi lado.

La miro.

¿Enserio? Se ofreció él...

—No será para tanto... —bufo, y cojo ropa interior y toallas para ducharme.

—Enserio Kayla, Rayan no quiere saber nada de chicas a no ser que sea sexo... —me explica, me estremezco y bufo de nuevo.

—¿A donde quieres llegar? —pregunto acabando de coger las cosas que necesito para ducharme.

—A que tengas cuidado con el... —me asegura.

Asiento y bufo.

—Piensalo. —dice antes de que salga por la puerta.

Me dirijo al lavabo, y dejo mis cosas en el banco.

Me comienzo a quitarme la ropa hasta que me quedo en ropa interior.

—Que bonito cuerpo nena... —dice una voz masculina detrás mío.

En ese momento cojo la toalla y me tapo el cuerpo medio desnudo.

Rayan. ¿Qué hace él aquí?

—¡¿Qué haces tú aquí?! —exclamo muerta de vergüenza.

—Tranquila, tranquila aún no he visto nada... —murmura acercándose.

—No te acerques —advierto, mientras me enrollo la toalla al cuerpo, para taparme más.

—Vale vale, tranquila pero, nos podemos duchar juntos... —propone.

—¡¿Pero tu estas loco?! —exclamo por milésima vez hoy.

—¿Que pasa? No es para tanto. —dice como si nada. Como se nota que eso forma parte de su rutina. Bañarse con desconocidas.

—Mira, sal del lavabo, por favor —le suplico.

Quería despejarme, estar tranquila.

Pero no, no puede ser.

—Vale, pero que sepas que tienes un culito de lo más bonito —dice con retintín.

Lo empujó de broma y lo miro con advertencia.

—Vale, vale... —levanta las manos en forma de rendición, con una risa entre dientes me aseguro de que se haya ido para poderme acabar de desnudar.

Entro en la ducha y me pongo mi música tipo Sweet lovin.

—Your sweet, sweet loving, loving, loving me

Keep me coming, coming, me

Your sweet, sweet loving, loving, loving me

As long as you love me —canto animadamente el estribillo, mientras me ducho.

Cuando la canción acaba comienzo a tararear una mientras pensaba en el odioso de Rayan.

¿Será verdad lo que dice Nadia?

No lo se, pero lo que si se es que es un mujeriego de verdad.

Cuando me acabo de duchar me seco y me acabo de poner cremas hidratantes, me seco el pelo.

Me pongo el pijama y cuando salgo por la puerta me encuentro a Rayan apoyado en ella casi dormido.

—¿Qué haces tú aquí? —pregunto sorprendida.

—Esperándote, por cierto cantas muy bien —el color rojo sube a mis mofletes.

—Em...yo...¿Y porque me esperas? —pregunto sorprendida.

—Bueno esperar esperar...tampoco pero ya que estoy... —dice frotándose los ojos.

Lo miro de arriba a abajo, y veo una mancha roja de pintalabios en su cuello.

—Ya con qué esperar... —murmuro y me dirijo a la habitación.

Camino deprisa, tengo ganas de llegará mi habitación, no se porque me lo tomo así pero me molesta.

Alguien me coje da la muñeca y me da la vuelta, como esperaba.

Rayan me mira fijamente.

—No te enfades, ella no ha sido la primera...entiendo que te ponga celosa pero... —pone excusas mientras se rasca la cabeza, pero lo interrumpo.

—¡¿Que?! ¿Celosa? ¿Yo? Nah..— exclamo con nerviosismo.

—¿A sí que puedo seguir morreandome con cualquier tía? —pregunta, los pelos se me ponen de punta y comienzo a arder.

—Pues no, no me importa. —contesto con simpleza sin estar muy segura de lo que le he dicho, camino a paso firme.

Rayan me alcanza y se me pone al lado.

—¿Ni un poquito? ¿Después del beso? —pregunta, mientras abro la puerta de mi habitación, y se apoya a un lado del marco.

—No, veo que a ti eso no te importa —contesto con simpleza, y un poco aturdida por lo que le acabo de decir.

—¿Así que me puedo enrollar con toda que me plazca delante tuyo y no pasa nada? —pregunta vulgar mente.

Entro en la habitación con el ceño fruncido y mucha rabia por dentro y le cierro la puerta en los morros.

—¿A que es debida tanta prisa? —pregunta Nadia que está tumbada en si cama.

—Nada importante —contesto más rápido de lo normal.

—Vale, pues que descanses te estaba esperando a que vinieses. —me explica tapándose con la manta.

—Ah, vale gracias... —contesto nerviosa dejando las cosas de la ducha en el pequeño armario y metiéndome en la cama.

—Buenas noches. —dice Nadia y se gira contra la pared.

—Buenas noches. —digo cerrando la luz.

¿Estará aún Rayan fuera?

¿O se estará liando con otra?

No lo se, pero haré ver como que no me importa.

"Como conocí al idiota"[Editando]Where stories live. Discover now