La sonrisa de Ian se ensanchó mostrando sus dientes perfectos.
—Ladrón es una palabra muy fuerte.
Mel se llevó las manos a la cabeza, no lograba comprender lo que ocurría.
—Definitivamente estoy por perder la cabeza...
—Todo es posible —Ian se levantó de la silla y apoyó sus brazos sobre el escritorio, miró fijamente los ojos azules de Mel y empezó a recitar nombres al azar —; Fesenko, Pavliuk, Kots, Elin Olsson... Demyan Dragovic ¿te son familiares esos nombres?
Mel abrió mucho los ojos, su respiración empezaba a fallar pero hizo un esfuerzo para que él no lo notara.
—Los doctores que te salvaron la vida ¿los recuerdas?
Ian tomó su silencio como un sí.
—Te salvan la vida, te cambian por completo, te encierran meses en un departamento y te reintegran a la sociedad —La sonrisa maliciosa de Ian se hacía cada vez más grande —, te hacen creer que son héroes pero solo juegan contigo.
Mel frunció el ceño finalmente enojada —¿Quién demonios eres tú?
—Tú, yo... —Ian apretó los dientes con rabia —, ambos somos parte de su maldito juego.
Mel miraba perdidamente a través de la ventana, su cuerpo había entrado en una clase de modo "hibernación", en la que sus movimientos se limitaban al simple acto de parpadear y pensar demasiado.
—Señorita, aquí está su cena —Le dejó saber una voz de mujer.
Mel se volvió a ella, le calculó unos veinticinco años, era alta y tenía el cabello muy corto.
—¿Él pidió que la trajera? —Preguntó con voz distante.
La muchacha calló como respuesta.
—Discúlpeme, pero aún no entiendo del todo a su... um... ¿líder?
— ¿Líder? —La muchacha sonrió —, Ian es más bien una especie de... ángel.
¿Ángel? Mel recordó el rostro histérico del muchacho y sonrió para sus adentros.
BẠN ĐANG ĐỌC
SOLITARIOS ©
Khoa Học Viễn TưởngUcrania, año 2078 Mel despierta en un hospital sin recuerdos de su vida pasada, según los médicos que la atienden sufrió un accidente de tráfico donde murió toda su familia, pero ella sabe que algo no encaja. Cada noche en sus sueños...