Lujuria

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NARRA SYLVANIA: (Capítulo especial)


No dejaba de pensar en el comportamiento de Daka estas últimas semanas, ella por lo general no es de esas chicas que mantienen una sonrisa en su rostro todo el tiempo pero como todo, hay sentimientos que por más que queramos no se pueden ocultar. Todos tenemos días malos y buenos, ¿Pero vivir de malhumor tanto tiempo seguido? ¡Imposible! Claro, a menos que haya una razón de gran peso...

Aunque no me crea todo ese cuento de "¡Ya basta Sylvania! ¿Cuándo entenderás que nada de esto tiene que ver con Murdo Darko?" Yo sabía que así era.

Lo había repetido tantas veces que si no la conociera mejor, le creería. Siempre supe que todo esto la lastimaría, desde que él se fue por primera vez, ella nunca volvió a ser la misma, se volvió fría, arrogante y sobre todo malhumorada. Supe por unas publicaciones en el vampi book que la banda de Murdo se tomaría un receso para abrir con una nueva gira por toda Europa, América y Asia. Algo dentro de mí me decía que "Ese pequeño receso" Sería en Alemania y para ser más concretos, en donde vivíamos.

Las semanas pasaban y todo seguía igual, no le había perdonado a Daka la forma que me trató, nunca nos habíamos levantado la voz aunque estuviésemos en el peor de los días, las vacaciones de verano estaban a pocos meses, los exámenes finales que decidirían si nos graduábamos o no estaban cerca, provocando más de un ataque de nervios dentro de los estudiantes.

Mi relación con Jacob seguía de maravilla, no podía sentirme más enamorada de lo que ya estaba. Es un chico detallista, romántico, caballeroso y cualquier halago positivo iba con él y su personalidad. Aún recuerdo la primera vez que decidimos avanzar un poco más en nuestra relación y no me refiero precisamente al compromiso, ese día ambos estábamos tan nerviosos que terminamos muertos de risa y sonrojados hasta más no poder. 


Flashback

Aún estábamos en época de invierno por lo tanto el clima era un poco frío, al ser media vampiro no me afectaba tanto las temperaturas pero si a los demás. Era cómico ver como Ludo, Elena y Jacob castañeaban los dientes, estos parecían que se caerían de un momento a otro por la fuerza del choque entre ellos.

Habíamos decidido hacer una especie de campamento junto al lago con el fin de distraernos un poco de los estudios que amenazaban con acabar nuestra salud mental. Nos distribuiríamos en dos tiendas, chicas y chicos... Al final terminaron decidiendo que mejor durmiéramos Jacob y yo en una y los tres restantes del grupo en la otra, cuando empezamos a replicar, con una sonrisa pícara en sus caras, halagaron que una pareja necesitaba "Momentos de privacidad".

Ya pasada la media noche, el frío empeoraba pero ninguno de los dos alcanzábamos a recordar que no estábamos completamente solos, que a pocos metros se encontraban mi hermana y nuestros dos mejores amigos

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Ya pasada la media noche, el frío empeoraba pero ninguno de los dos alcanzábamos a recordar que no estábamos completamente solos, que a pocos metros se encontraban mi hermana y nuestros dos mejores amigos. Al principio todo comenzó con pequeños besos para darnos calor y sin intención alguna de llegar a algo más, con el tiempo, no se podía negar la pasión y el deseo que recorría el ambiente dentro de la tienda de acampar, nuestros rostros estaban que explotaban de vergüenza pero en estos casos está demás decir que a veces el cuerpo manda sobre la razón.

Dakaria y Murdo: Un amor sin fronterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora