Tú eres mía

1.8K 56 5
                                    

NARRA DAKARIA:

Volaba hacia la vieja estación de trenes con Murdo detrás de mí, aún no podía creer lo que había sucedido minutos antes, era como despertar de una pesadilla y darse cuenta que no lo fue. Cuando llegamos sólo empecé a caminar de un lado a otro para tratar de relajarme, Murdo sólo me miraba, siguiendo cada uno de mis pasos, cosa que me desesperaba más.

-¿Por qué lo hiciste?- Lo había agarrado desprevenido- ¡Murdo!- Parpadeo y me miro.

-Lo siento, ¿Qué me decías?- No sé si lo hacía por provocarme pero su rostro demostraba que había estado distraído y pensativo.

-¿Por qué agarraste a golpes a Dod? ¡Yo lo tenía todo bajo control! ¡Y mira como quedaste! ¡Tienes un golpe fuerte en tu mejilla!- Dije mientras pasaba mis manos por mi cabello con desesperación.

-¡¿Por qué?! ¡Por qué ese imbécil se lo merecía! Te estaba lastimando Daka- Él estaba serio y con la mirada perdida. Evitó toda aquella respuesta que alegara sobre lo lastimado que ahora estaba.

-Lo que pase entre Dod y yo no te incumbe Murdo Darko, me las he podido arreglar sola por mucho tiempo y sin ayuda gracias- Mi voz sonaba cargada de furia y sarcasmo.

-Mientras pueda protegerte y hacer todo lo posible para mantenerte a salvo, lo haré Dakaria, eso no lo dudes nunca ¿Me oyes?- Su rostro estaba tenso y sus palabras sonaban en forma de siseos.

-Estabas muy furioso- No era una pregunta.

-Sí, no me gusta ver como otro hombre toca lo que es mío- ¡¿Qué demonios?! No podía ser, seguro había entendido mal.No me esperaba esa respuesta en ningún momento.

-¿Có...mo? ¿P...or q...qué?-  Pregunté tartamudeando.

-Tú eres mía- Dijo con escogimiento de hombros mirando aún hacía la nada, cosa que me enfurecía, ¿Cómo podía decirme cosas así y ni siquiera mirarme a la cara?

-¿Tuya? ¡¿Cómo que tuya?!- Las lágrimas que tanto había querido evitar amenazaban con salir- Desapareciste tres años, ¡Tres malditos años! ¿Y me sales con eso?- Murdo estaba desconcertado con mi reacción, pero antes de que pudiese decir una palabra más, lo tenía enfrente de mí.

-Quiero explicarte por qué no pude volver... - Pero antes de seguir escuchando más mentiras, lo empecé a golpear en el pecho con toda la fuerza que tenía- ¡Te odio Murdo! ¡Te odio!- Las lágrimas que antes amenazaban con salir, recorrían ahora mi cara- No sabes lo duro que fue vivir esperanzada que volverías, me arrepentía a cada momento el no haberme ido de gira contigo, ¡Incluso a Carlota la abandonaste! ¿Cómo pudiste hacer eso?- Él trataba de esquivar mis golpes sin mucho éxito.

-Dakaria por favor detente- Mientras decía eso, un puño lo impactó en el estómago estando desprevenido, acción que hizo que se inclinara hacia adelante como muestra de dolor. Apenas vi lo que había hecho, rompí a llorar como nunca lo había hecho delante de nadie. Aunque quisiera negarlo, los años que habían pasado desde que se fue... Me habían hecho madurar, crecer pero también me habían vuelto muy vulnerable. Todo que involucrara a el amor conmigo era un completo desastre.

-Ya, tranquila- Murdo se acercó a mí y con la yema de sus dedos trataba de limpiar las lágrimas que salían de mis ojos- Por favor Daka, no soporto verte así- Se notaba que ya no encontraba como calmarme.

-¡Aléjate de mí!- Traté de empujarlo pero fue en vano, su fuerza siempre sería mayor que la mía- A pesar de que nunca tuvimos algo más que amistad... Me rompiste el corazón, ¿Sabes por qué? Por qué me enamore de ti. Lo mejor de mi vida fue conocerte, pero lo peor fue haberme enamorado de una persona como tú- Lo último lo dije a través de un siseo.

Dakaria y Murdo: Un amor sin fronterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora