Concierto y... ¿Celos?

1.4K 56 4
                                    


NARRA DAKARIA:

Para esa noche decidí colocarme una falda de cuero negro, acompañado con una blusa negra simple junto con un suéter blanco mangas negras, los botines negros de tacón que llevaba combinaban a la perfección con mi vestuario. Mi cabello quedó suelto y tenía un hermoso maquillaje que gritaba por todos lados mi estilo.

 Mi cabello quedó suelto y tenía un hermoso maquillaje que gritaba por todos lados mi estilo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya era casi media noche y Dod debía de estar por llegar. Cuando decidí ir a ese concierto realmente no sé en qué estaba pensando, pero ya lo hecho, hecho está ¿No?

A los pocos minutos llegaron por mí, él estaba despampanante como siempre, unos simples pantalones color caqui con una franelilla negra que le quedaba exquisito, su forma de vestir sólo era un puente para resaltar la belleza de su cuerpo. Si no fuera porque mi corazón pertenecía a un vampiro rockero, hace mucho que me hubiese podido enamorar de Dod.

 Si no fuera porque mi corazón pertenecía a un vampiro rockero, hace mucho que me hubiese podido enamorar de Dod

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Hola hermosa- Sus ojos azules brillaban con intensidad mientras me miraba de arriba abajo.- Estás... Guau nena... ¡Estás bellísima!- Tenia una mirada carnal que me asustaba.

-¡Hey! ¡Hola! ¡Gracias!- Dije con un leve sonrojo lo que hizo que me respondiera con una enorme sonrisa.

-¿Nos vamos nena? Ya casi es la hora- Caminó hacia a mí para agarrar mi mano y dirigirnos juntos hacia la puerta.

-Claro, vamos- Dije dejándome arrastrar por él.

No fue hasta que casi llegamos cuando me di cuenta donde sería el concierto de inauguración, aquel lugar abandonado donde lo conocí a él, donde fui por primera vez a un concierto de Krypton Krax junto con mi hermana Sylvania. Los recuerdos empezaron a inundar mi mente, hechos de los cuales ya habían pasado tres largos años.

El lugar estaba repleto, aunque aún faltaba un poco de tiempo para que empezará el concierto. Dod me arrastró hacia la barra para pedir unas bebidas mientras que mi mente sólo rogaba que Murdo estuviera en su camerino y no espiando por allí.

Las bebidas en estos lugares consistían en vasos con algún tipo de sangre positiva o negativa. Tomarla en exceso, era como un humano emborracharse con licor.

Dakaria y Murdo: Un amor sin fronterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora