CAPITULO 19

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Sentada, parada, acostada, en la arena, en la hierba verde, en el techo de una casa rodante. En una esquina, en la otra. Era todo lo que había hecho esa mañana mientras posaba para la revista EGO. Había acabado de la sesión a esos de las 2 de la tarde, una mañana y mitad de la tarde muy movida, habíamos tomado un bus para ir a la playa, luego a un parque y a cada sitio necesario para hacer de la sesión una genial. Devlin no paraba de sonreír rodeado de atención. Ya que aproveche el momento para hacerme unas cuantas fotos con él.

-¿De verdad?-pregunto incrédula Erín al otro lado del teléfono.

-Te lo juro. Estuve a punto de orinarme en medio de la calle.-hablaba mientras estaba sentada en la isla de la cocina con un tarro de helado de Ben and jerry´s.-le grite innumerables cosas al grandotote y estuve a punto de pegarle al Riquillo pomposo. Es que me iba a chocar y estaba con Devlin quien se asusto tanto que pego tremendo chillido. Pero como era de esperarse solo dijo Mierda y se fue.-ella rio a carcajadas.

-Ok. Entiendo ¿te quieres bajar de la isla de la cocina?-surque mis cejas.-estoy viéndote por el espejo.-chille como loca. Tenía mes y medio que no vea a Erín por viajes de ella y viajes míos.

-Oh por el amor de Dios.-dije contenta me tire de la isla al suelo y corrí hacia la puerta del ascensor donde ella estaba parada.-Te extrañe.-dije. cuando la vi con montones de maletas me tense.- ¿Qué pasó?-mi cara callo inmediatamente. Algo pasaba.

-Tienes algo tan fuerte como para caerte de cara al suelo del primer trago?-preguntó ella sacando las gafas de sus ojos y dejando ver un moretón en el. Mi sangre estaba hirviendo. Estaba cien por ciento segura que había sido Tom. Lo matare.

-¿Qué paso?-gruñí. Ella le resto importancia a mi comentario y la ayude a entrar a la casa. Luego de que entráramos no hable más, ella tampoco lo hizo, arreglamos sus cosas en el cuarto de visitas. Cuando ella abrió la boca para hablar escuche un quejido. Devlin. Tenía altavoces por toda la casa, si él hacia el más mínimo quejido, lo escucharía e iría por él. Camine con Erín en silencio hasta la habitación de mi Bebe. Cuando entre el estaba parado sosteniéndose de los barrotes de su cuna y tenía los ojos aguados.-¿Qué paso?-pregunte con voz triste. Y en ese momento tuve dos llantos fuertes. Erín había explotado y Devlín igual. Mire sin alternativas cogí en brazos a mi hijo y me senté con Erín en la sala. Iba pasando la mano en su espalda y con la otra meciendo al niño para que se tranquilizara. Cuando los dos estuvieron callados los mire. Erín hizo una seña de que el niño primero y con calma fui y le di su leche. Luego de habérsela dado le dormí y llame a Loiret para que le cuidara.

-El me pego.-dijo cuando me senté en el mueble. Ya sabía que le había pegado pero que saliera de su boca hizo crecer mi ira más. No hable.- es muy celoso y un chico… me pido una foto con él, lo hice y el al posar bajo la mano demas cuando la coloco en mi cintura. Yo no me di cuenta, pero  Tom si y cuando llegamos a la casa me golpeo. No lo denuncie ni dije nada, el piensa que vine a visitarte porque ya tenía el vuelo comprado para sorprenderte pero le eh dejado. Cuando llegue a casa se dará cuenta.-dijo lloriqueando, me incorpore y la abrace.

-Ya ah pasado, todo está bien. Él no volverá a hacerte daño.-dije segura. Si lo intentaba y yo estaba cerca era hombre muerto.-¿Uno que al primer trago nos tumbe?-pregunte a Erín ella se separo de mi y rio a carcajadas. Asintió con entusiasmo.

Luego de una capa de maquillaje cubridor en su ojos estavams listas. y vamos camino a una disco exclusiva en donde era miembro, solo las personas de elite entraban y bueno, yo me uní por el hermano de Loiret, Anthony, quien estaba loco por entrar a ver el ambiente, me uní y solo vine una vez con él y mas nunca . Cuando entramos todo estaba algo calmado. Luego de unas cuentas copas, todo estaba más encendido. El lugar no era como una disco normal, habían personas bailando y tomando si, pero solo no sentías que fuera el ambiente adecuado. Erín había tomado mucho ya. Y comenzó a gritar que los hombres no servían. Y nos ordenaron callar oh que nos retirásemos. Tomamos la segunda opción y fuimos a otro bar uno en el que pudiéramos gritar y no, nos llamaran la atención.

Sexo y juegos a ciegas |η.н|  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora