Golpes y más golpes iban al rostro de Jungkook. El último puñetazo fue tan fuerte que tumbó la silla y Jungkook cayó estrepitosamente, golpeándose la cabeza y quedando inconsciente una vez más.

Megan buscó entre las pertenencias de Jungkook su celular y cuando por fin lo encontró se lo lanzó a Taehyung.

"Estaré hasta tarde con Taehyung." Fue el mensaje que envió a Carol.

*

Jimin terminó su día bastante bien, sus profesores se comportaron muy amables con él a pesar de los días que estuvo faltando. De igual forma, seguía siendo el primero de su clase.

Subió a su auto y se dirigió a la casa de los Jeon.

En el camino recordó a Jungkook y sonrió como idiota, estaba malditamente enamorado.

Al llegar aparcó y bajó.

No tuvo necesidad de golpear la puerta, pues Carol se encontraba en el jardín delantero arreglando unas flores.

─ ¡Jimin!─Sonrió al verlo.─

─Hola Carol.─Saludó el chico.─ ¿Se encuentra Jungkook? ¿O aún no llegó de la biblioteca?

─ ¿Biblioteca? Hace unos instantes recibí un mensaje suyo, diciendo que estaría hasta tarde con Taehyung.

Absolutamente todos los músculos del cuerpo de Jimin se tensaron, tanto que dolerían después. ─ ¡¿¡TAEHYUNG!?! ─Gritó con una mezcla de rabia y miedo. Justo en ese momento su celular vibró dentro del bolsillo de sus jeans.

Número desconocido.

"Oye, Jungkook está un poco lastimado, ¿vendrías por él? Ya sabes el lugar."

─¿Jimin? ¡Jimin! ¿Ocurre algo?

─Lo siento, debo ir a un lugar. ─Salió corriendo haciendo caso omiso a los gritos de Carol.

Condujo sin cuidado alguno, importándole un carajo los semáforos en rojo, si no llegaba a tiempo Jungkook podría... No, tenía que quitarse esos pensamientos de la cabeza. Lo ponían más nervioso y hacían que su miedo aumente.

Recordó a uno de los amigos de Jungkook... Hoseok, no supo cómo, pero tenía su número telefónico y envió un mensaje con palabras breves.

"Taehyung. Jungkook. Peligro. Depósito a las afueras de la ciudad."

Llegó al viejo depósito quince ─tortuosos─ minutos después. Bajó y dejó la puerta del coche abierta, no podía pensar en cerrar una maldita puerta en estos momentos.

Sus pasos firmes sonaban en las piedras, pateó la puerta de metal abriéndola al instante. Una pequeña luz iluminaba un cuerpo atado a una silla.

─ ¡Jungkook! ─Gritó Jimin comenzando a correr, pero un golpe en su estómago hizo que se detuviera.

Nuevamente las luces se encendieron.

─Bien, estamos todos en la fiesta.─Gritó Megan mientras reía alegremente y daba vueltas en el mismo lugar.

─Al fin todo terminará para ti, y Jungkook será mío al fin. ─Dijo Taehyung mientras arrastraba a Jimin para ponerlo frente a Jungkook.─Míralo.─Se puso en cuclillas y tomó al chico por el cabello.─ Mira su rostro angelical manchado de sangre, mira que hermosos moretones he dejado en su mandíbula. Míralo bien, porque será lo último que veas antes de que ponga fin a tu existencia Park.─Se paró y de inmediato pateó el estomago de Jimin. Quién tosió fuertemente. ─Megan, ve por las malditas cuerdas para atar a este bastardo.

Buscó un balde con agua helada y se lo arrojó a Jungkook.

─ ¿Ji... Jimin? ─Preguntó el menor. Su voz sonaba débil.

Y Jimin sacó fuerzas de dónde no las tenía, su estómago dolía, pero maldición. Se paró y tomó a Taehyung por el hombro, haciendo que este gire y le plantó un puñetazo en la nariz. Aprovechó a que el otro esté en shock para tomarlo por ambos lado de la cabeza y llevarla hasta una de sus rodillas.

─Oh, no debí subestimarte Park. Pensé que te dejarías, igual que tu padre lo hizo.

─ ¡Maldito seas! ─Sus puños arremetían contra el cuerpo de Taehyung. Esquivaba la mayoría de golpes que venían del peli-naranja. ─Te haré trizas el cuello y escupiré en tu cadáver. ─La espalda de Taehyung se encontraba apoyada en el pecho de Jimin, el nombrado tenía sus brazos en la perfecta posición para romperle el cuello.

─Yo no lo haría si fuese tú.─Megan se encontraba apuntando la cabeza de Jungkook con una pistola.─Suéltalo.

Jimin obedeció.

─No puedo dejarte ni cinco minutos solo que Park ya te patea el trasero, sí que eres un inútil. ─Le arrojó las cuerdas a Taehyung.

─Arrodíllate. Ahora.

Ató las muñecas de Jimin y lo dejó arrodillado, Jungkook y Jimin se miraban el uno al otro.

─Todo estará bien Jungkook.─Susurró Jimin.

El menor asintió, creía en Jimin.

Taehyung se sentó en el piso, su rostro dolía como los mil demonios. Quería descansar unos momentos.

─ ¿Debería hacerlo yo? ─Habló Megan.

─¡Taehyung! ¿Qué demonios estás haciendo? ─Hoseok entró agitado al lugar, Megan, quién se asustó por la repentina intromisión apuntó a Hoseok con el arma.

─ ¿Qué carajo haces aquí Hoseok?

─Vine a detenerte, esto es una locura. ¡Déjalos en paz de una vez por todas!

─ ¿Qué sabes tú de Taehyung?─La chica seguía apuntando en su dirección.

─Lo suficiente para saber que el verdadero Taehyung no sería capaz de hacer todo esto.

─Esto es lo que fui siempre Hoseok, no te mientas.

─ ¿Eso crees? Pues bien por ti, no me interesa lo que pienses, estoy seguro de lo que estoy diciendo.

─¡Maldición Taehyung! Terminemos esto de una vez por todas.

El nombrado se levantó y desenfundando el arma, caminó hasta Jimin. Quien jadeaba.

─Bien, ¿tus últimas palabras?

─Jungkook... Te amo.

Entonces fue cuando Jungkook despertó. Jimin... Su Jimin, el pequeño de mejillas regordetas.

Su defensor, su amigo... Su primer amor.

Un disparo sonó y Jungkook soltó un "Jimin" en forma de un alarido desgarrador.

Pero Jimin seguía respirando y miraba a Jungkook en busca de alguna herida... ¿Entonces?

─Al fin aparecieron tus testículos.─Susurró Megan antes de caer al suelo, muerta.



Esperen por el epílogo. 7u7

Babysitter perverted.Where stories live. Discover now