Cazadora de Titanes ||Cancelada||

Capitulo 3

Sorpresas.

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El interrogatorio, se acerca

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Era de mañana, pero llovía a cantaros.
En una pequeña y oscura habitación se puede observar a una mujer de tez blanca, removerse continuamente en la cama.
Al parecer tenía una pesadilla. Porque se despertó de golpe, sudando y gritando.      Desconcertando hací a su amiga, la cuál apenas segundos antes se había despertado.

—Karin, despierta—Sakura por más que movía no tan rápido a la de ojos rojos, está no paraba de gritar cosas incoherentes.—¡Oye! ¡Fue un sueño, un sueño!—Pero no funcionó. No le quedo más remedió qué darle una bofetada en seco.—¡Basta ya!

Karin suspiró, parpadeó varias veces para luego mirar hacía todos lados, comprobando qué su amiga este junto a ella.

–Y-ya, ya estoy bien Sakura. Gracias.–Lo  dijo mirándola fijamente y con una diminuta sonrisa. La oji-jade sólo asintió para luego regresar el gesto. —¿Sabes que hora es?—Preguntó escuchando la lluvia caer.

—Deben de ser alrededor de las seis de la mañana. Vistete, bajaremos y preguntaremos sí no saben donde esta Konoha.—Habló mientras se sacaba el camisón blanco.

—Pero esta lloviendo muy fuerte.—Dijo Karin, imitando la acción de Sakura.

—Lo sé, nos quedaremos un poco más de tiempo. Hasta que la tormenta cese.—Murmuró al ponerse su ropa habitual.

La pelirroja hizo lo mismo.—Es lo más lógico. Oh... También es lógico qué, sí nos hospedaron aquí nos darán nuevamente comida. Mi estómago lo pide a gritos.—Karin sonrió y Sakura se carcajeó.

Contenta, la pelirrosa volvió a hablar.—¡Bajemos entonces!

Al querer bajar las escaleras se sorprendieron con lo que sus ojos vieron.

Todo estaba desordenado y dos chicos se estaban peleando.

—¿Cuántas veces ya habrías muerto sí no fuera por tus poderes?
¡¿Cúantas veces... Mikasa ha tenido que salvarte?! Sí continuas comportándote cómo un suicida, ¡¡Te matare!!—Terminó de decir un joven alto para luego golpear fuertemente al más chico en el abdomen.

El de ojos verdes rápidamente se recompuso y habló—Yo... Me aseguraré... ¡¡De qué lo tengas en mente!!—Acto seguido, le devolvió el golpe.—¡Y tú! ¡Se bueno con tu mami! ¡¡Jeanboo!!

Sin siquiera respirar el más alto lo volvió a golpear.—¡¡Olvida eso de una vez!!

En una mesa, la más cercana, un rubio le habló preocupado a una pelinegra.—¿No deberíamos detenerlos?

Sin mirarlo, le respondió.—No... Está bien.

Y en las escaleras dos mujeres observaban cada movimiento que hacían.

—Sí siguen así, se van a matar.

—Los detendré.

—¡Alto, alto!  Si vas tú, es más que seguro que terminaran muertos.

—¡Karin!—La regaño.— Soy una muy buena ninja médico, los podré curar.

—Sólo bromeo. Pero... No hará falta que te involucres.—Con los ojos Karin le indicó que mirará hacía donde estaban peleando los dos chicos y Sakura observó cómo el que se hacía llamar Levi, los separó. Dejándolos noqueados.