FOR YOU [Jikook]

Capítulo 2.

Aún sentado detrás de la puerta, intento regular mi pulso respirando profundo. Me siento patético por el estado en el que me dejó el accionar de ese chico. Ahora que lo pienso, no le pregunté el nombre. ¿Cómo ibas a preguntarle el nombre si huiste como nena de allí?

-¡Demonios! Debí preguntarle aunque sea su nombre.- Sólo eso necesitaba. Una vez sepa su nombre puedo mandarlo a investigar para cerciorarme de que no es un psicópata asesino y violador. No quiero salir con un asesino.- ¡Pero en que estoy pensando!- ¿Salir? Si apenas lo conoces. Sin contar que te hizo sentir como un niño de 10 años.- Lo voy a investigar sólo cómo entrenamiento. Sí. Quiero decir... algún día me convertiré en un periodista debo empezar a tener algo de práctica.- Me engaño a mi mismo, eso era suficiente para tranquilizar mi desordenada mente.

Siento como ponen la llave detrás de la puerta y sobresaltado gateo hasta la entrada del comedor en un intento de no ser golpeado por la puerta. Mi madre abre la puerta mirándome desde arriba desconcertada.

-¿Debería preguntar que haces ahí tirado, hijo?

-No. Quiero decir... mmmm, me caí. Acabo de llegar de la tienda y me sobresalté por escuchar las llaves en la puerta. Quise apartarme rápido para que no me golpees al entrar, solté las bolsas y caí al suelo.- Digo atropellando las palabras, mientras me levanto velozmente del suelo.

-Si, claro.- Me mira incrédula.- ¿Y qué fuiste a comprar a esta hora?- No tengo idea de la hora. El minisúper estaba abierto las 24 horas del día así que no me preocupé por averiguar la hora.

-No tengo idea de que hora es.- Le digo más tranquilo.- Solo fui a comprar algunas frituras, postres y...- Oh, no. Veo como mi mamá levanta las bolsas e inmediatamente se las quito de un tirón. No se puso contenta con mi acción.

-¡Jeon Jungkook, ¿qué demonios te pasa?!- Estaba enojada pero no voy a dejar que vea las cervezas. Ya había pasado la mayoría de edad. Pero mi madre era estricta. Odiaba a las personas que tomaban alcohol, cualquiera sea el tipo de bebida. Y se escandalizaría si supiera que su hijo, que apenas había llegado a la mayoría de edad, estaba comprando cervezas.

-Nada mamá es solo qué...- Piensa algo Jungkook, rápido.- Mmmm...- Siempre así de lento idiota. Me reprocho a mí mismo.

-¿Quieres que te dé unas horas para pensar en una mentira?- Me dijo divertida.

-No, es que... compré... condones...-

-¡Oh... ! Muy bien.- Me dice avergonzada. ¡Eres un puto genio Jungkook! Me felicito.- ¿Hay algo que me quieras contar?

-No hay nada que necesites saber.- Le digo más tranquilo. Ya me salvé.- Sólo los tengo por las dudas se presente alguna oportunidad.- Mi madre sabe sobre mi homosexualidad. Se enteró cuando de pequeño le confesé que me gustaba mi amigo Taehyung y se lo tomó de lo más bien. Yo tenía apenas 8 años pero estaba totalmente fascinado por mi hyung, Kim Taehyung.

Ya de más grande salí con él, pero no duró más que dos meses. No éramos compatibles como pareja. Sin embargo, Tae no fue mi primera vez, sexualmente hablando. Cuando salía con Tae tenía unos 17 años. Bueno... no pasó hace mucho ya que tengo 18 pero como dije no duré mucho. Mi primera vez fue con un chico llamado Yoongi. Fue horrible y hermoso a la vez. Estaba perdidamente enamorado de él. Pero en cambio, yo para él sólo fui uno más. Esa herida aún no cicatrizaba. Hasta puedo sentir una opresión en el pecho en este momento solo por recordarlo. Me había abandonado por otro. Estuvimos un año juntos. ¡Un puto año entero! Pero a él se le ocurrió terminar conmigo en nuestro aniversario del primer año. Fue la relación mas duradera que tuve en la vida. El resto fueron dos o tres polvos en un boliche y la alienada relación con mi mejor amigo.

-Okey, sabes que cuentas conmigo siempre.- Me dijo dulce, a lo que sólo respondí con una sonrisa. Me siento culpable por mentirle sobre las cervezas. Pero ya tengo suficiente con haber conocido al pelinaranja como para tener otro drama en el día. Y ahí estaba otra vez recordándolo.

-Claro que lo sé, ma. Ahora me voy a ver alguna película en mi cuarto. Avísame si necesitas algo.- Digo con intenciones de retirarme a mi cuarto.

- ¿No cenarás?- Me pregunta contrariada.

-No, no. Tengo suficiente comida aquí.- Digo levantando las bolsas.

-Okey, pero no te acostumbres a comer tantas porquerías.- Me advierte.

A mi no me preocupaba comer porquerías todos los días. Puedo comer así un mes entero y mi cuerpo seguiría siendo parecido al de un atleta.

*-Es la juventud, Kookie. Aprovéchala mientras puedas.* Me dijo mi amigo una vez. Supongo que es así. Así que voy a aprovecharlo como lo dijo Tae.

-Bien. Hasta mañana mamá.- Digo subiendo a mi cuarto sin intenciones de volver a bajar.

-Buenas noches, hijo. No te quedes despierto hasta muy tarde y duerme bien.

Subo las escaleras y voy directo a mi habitación que era la segunda a la derecha del pasillo. Me meto y dejo las bolsas a un costado. Las ganas de ver una película se me habían ido. Ese chico me intrigaba demasiado. Y el hecho de no saber su nombre me molestaba. Me tiro en la cama boca abajo como siempre para poder pensar.

-¿Cómo se llamará?- Pregunto bajito a la nada.- ¿De qué tiene cara?- ¿Pero en qué estoy pensando esta vez?¿Estaba tratando de adivinar su nombre? Eres increíblemente idiota Jungkook. Si un idiota que quiere el número telefónico del enano. Suspiro al saber que mi conciencia tiene razón.

Me doy la vuelta para quedar boca arriba y saco mi celular del bolsillo. Tae solo había visto mi mensaje sin contestar. Furioso tecleo un mensaje lleno de odio.

*¡Maldito promiscuo deja de leer mis mensajes sin contestar y dime algo!* Pero cuando estuve a punto de enviarlo recuerdo las palabras del enano.

"Deberías respetar a tus mayores" Y mi nerviosismo vuelve. Intento calmarme respirando hondo y borro rápidamente el mensaje.

Otra vez actuaba raro por su culpa. ¿Desde cuándo me importaba lo que digan los demás? Y lo peor de todo, era que él ni siquiera me estaba viendo para poder reprenderme. Suspiro y dejo mi celular en algún lado de la cama. Me siento en la orilla de la misma y tapo mis rostro con mis manos con frustración.

Necesito una cerveza. Necesito olvidarme de ese chico y una cerveza. Tomo las bolsas sentándome en frente de la televisión y saco una lata de cerveza más un paquete de frituras. Ya no voy a pensar en él. Al menos no esta noche. Prendo el televisor y la consola, y me pongo a jugar un partido de PES 2016 online. Me voy a quedar jugando, comiendo y bebiendo toda la noche para olvidarme del enano.

-.-.-.-.-

Me quedé hasta las 5 de la madrugada jugando a los videojuegos, ya sólo me quedaban dos latas de cerveza y un par de bolsas de frituras. Hasta me había comido todos los postrecitos que compré. Una vez ganado un campeonato. Apago la consola y, medio zombie, me arrastro hasta mi cama. Veo la hora en mi celular. Las 5:17 a.m., ¿aún estará trabajando? No sabía cual era el cambio de turnos del súper. ¿Y si me arriesgo y voy? ¿Pero con qué excusa? ¿Con la excusa de ir a comprar algo será? A esta hora mi cabeza no funcionaba bien pero mi conciencia volaba.

No puedo estar tan desesperado por verle como para ir al minisúper a las 5 de la madrugada. Suspiro resignado, ya que era una pésima idea. Vuelvo a ver la hora en mi celular 5:25 a.m. Quizás si voy mañana a la misma hora que fui ayer, podría encontrármelo. No tengo de otra, Tae no llegaba hasta hoy a la noche y seguro no vendrá a verme ya que descansaría para ir al otro día a la universidad.

Mis párpados pesaban. Sabía que en cualquier momento caería rendido. Doy un último bostezo. Y cierro mis ojos para poder dormir. No me había cambiado de ropa, pero ahora estaba demasiado cansado como para hacerlo.

-¿Cómo te llamas?- Susurro a la nada. Pudiendo recordar, una vez más, su cálida sonrisa. Inconscientemente sonrío también. Eres demasiado lindo para ser real. Pienso medio ido hasta quedar profundamente dormido.