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Me despierto por los rayos de sol que entraban por la ventana de mi habitación, tomo mi teléfono de la mesita de noche para saber qué hora es.
Mierda!
7:50 am
Segundo día y llegando tarde. Genial West!
Salté de la cama y fui al baño tomando una ducha en tiempo récord. Hurgué en mi closet y me coloque un pantalón de cuerina tipo capri o pescador (como prefieran llamarlos), un suéter corto de lana naranja y mis superstar negros.
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Al bajar, tomé un sándwich ya preparado por mi madre y agarre las llaves del auto.
—Tú te encargas de la mocosa— le digo saliendo de la casa, cerrando la puerta tras de mí y subí al auto manejando lo más rápido que pude.
Créanme cuando les digo que casi choco a una anciana.
Llego justo a tiempo encontrándome con Ashley en la entrada, la saludo y caminamos juntas ya que compartíamos esta clase.
Doy paso adentro al acogible salón que me hará pasar dos largas horas escuchando sobre literatura.
— Voy a presentarte unos amigos— me dice Ashley susurrando para no interrumpir la clase.
—Está bien—digo en el mismo tono que ella
La clase transcurrió totalmente aburrida, se basó en solo escuchar al profesora parlotear sobre la respectiva materia—creo que esta es una de las que más odiaría.
Después de habernos asignado el libro próximo a leer, sonó el timbre que indicaba que la clase había acabado, terminé de tomar los apuntes necesarios para luego colocar mi cuaderno en la pequeña mochila. Camino junto a la que supongo es mi única amiga a la cafetería, espero cerca que compre su almuerzo y me indica para sentarnos en una mesa donde están, una chica rubia—Espera que!—dos chicas rubias en realidad, totalmente iguales. Un chico bastante atractivo con tatuajes en el cuello y otras tres personas más.
—Chicos, ella es April West, es la nueva y esta lista para nos comamos su pellejo— ¿Mi qué? — Es broma chica—me sonríe y rio con ella.
—Hola, mucho gusto—dijeron las gemelas al unísono—Yo soy Megan y ella mi hermana Astrid.
