El peso de una corona

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Thranduil no dejaba de mirarnos, lo sentía y percibía, este esta al tanto de  cada  movimiento, cada gesto que hacía, no era necesario verlo para saberlo solo bastaba sentir su miraba como penetraba en mí y taladraba a punto de muerte a Elrohir.

—Estoy seguro de que Thranduil ahora mismo me deseo muerto de mil maneras. —susurro el castaño hacia mí, no puede evitar sonreírle y mirar a Thranduil quien frunció el ceño ante mi sonrisa.

—No le demos importancia a eso. —susurre en respuesta. Elrohir esta vez sonrió y se aclaro la garganta.

—Dime Loriel, hace cuanto estas en el palacio del bosque negro.

—Fue hace unos meses que mi padre me trajo desde mi reino, una noche atrás me dijo que ya estaba comprometida con el príncipe de estas tierras. —Elrohir tomo interés en el tema.

—Así que será un matrimonio arreglado, veo que la historia se repite. —bajo la vista hacia el suelo y debí suponer que se refería a Eliana.

—Fue así desde un comienzo, pero luego...todo cambio. —sonreí de lado y Elrohir pareció notar ese cambio de ánimo.

—Entonces espero que mi amigo halla mostrado un buen comportamiento, para nadie es fácil un inicio como el suyo.

—El principio fue muy difícil, yo tenía a alguien más en el corazón, pero eso quedo en el pasado. —Elrohir suspiro y desvió la mirada. —Creí estar enamorada una vez pero lo que siento es completamente diferente. —este rio entre dientes.

—Veo que todas las mujeres se enamoran fácilmente de Thranduil, debe ser un don especial para capturar los corazones que ya tenían dueños. —mire a Thranduil sobre su trono de plata y oro alejado de nosotros pero con la vista de águila sobre cada una de nuestra persona, no sabía si podía ser verdad ello pero sin duda alguna el borro las huellas que había dejado Khell en mi. Y lo mismo sucedió con Eliana y Elrohir.

—¿Qué me dices de Eliana? ¿Por qué no se caso contigo?. —el sonrió con nostalgia.

—Mi padre se opuso, su reino era pequeño y ella se había vuelto reina muy joven por lo que no sabía cómo mantener a su gente y soldados vivos, yo trate de ayudarla pero mi padre se percato de ello y me mando de viaje hacia el oeste, dijo que era para mi bien.

—Que cruel. —mene la cabeza.

—Quizás, al irme de viaje le pedí a Thranduil que no la dejara sola, que la apoyase en todo, grande fue mi sorpresa cuando llegue y supe de su compromiso. —baje la cabeza incapaz de darle la cara. —Puede que sea mi culpa, sin mi ellos nunca se hubieran conocido.

—¿Ella sabía sobre tus sentimientos?

—No, nunca se lo dije. —tuve miedo preguntar lo siguiente

—¿Y Thranduil?. —Elrohir tardo un poco en contestar.

—Él lo sabía. —esta vez el bajo el rostro, cerré los ojos y solté un suspiro. —Incluso le mostré el anillo de compromiso que le había comprado, planeaba dárselo cuando volviera, pero, Thranduil se me adelanto. Luego del compromiso oficial me fui nuevamente para olvidar.

—No puedo creer que sigas siendo su amigo. —no pudo controlar a tiempo lo que dije y lo miré en disculpa. —Lo lamento pero...

—No te preocupes, son cosas que nos enseñan desde pequeños, el gobernar no es fácil y menos el extender nuestros territorios, cada oportunidad se debe aprovechar y tu prometido tiene muy buen olfato para eso. —entorne los ojos a su dirección.

—¿Qué quieres decir?.

—El capitán de la guardia era parte del reino de Eliana, ¿acaso no te lo dijo?.

El inicio de un amor Real©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora