"Real" fueron sus palabras de alguna vez, un amor real que el mismo vivió hace mucho tiempo.
El Príncipe Thranduil un ser frío, arrogante, calculador y con un gran conocimiento y experiencia a todo menos a algo que nunca lo vio posible. Su propio...
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Todo estaba mal, todo estaba terriblemente mal.
Debí haber dicho algo, sabía que esto podía suceder más no lo previne cuando debía, Thranduil no era tonto y pude ver bien ese rostro que me dió antes de irse de mi lado dejándome sola con Khell, debí aclarar todo esto cuando me preguntó si conocía el amor, si ya había amado alguna vez.
Pero...
Pero no lo hice, guarde silencio ante lo que sabía y había prometido a otro hombre, lo poco que tenía se había ido y no sabía que haría así como también temía que Thranduil rompiera nuestro compromiso, sabía que el podía hacerlo con solo chasquear los dedos, él podía disolver lo nuestro, la ayuda y apoyo a nuestro reino, todo se iría a la basura.
Pero ahora que lo pensaba, que lo comparaba, no me importaba tanto, por lo menos no como antes si mi reino salía perjudicado, tenía que estar loca por esa sola idea, lo sabía; pero mi temor, mi terror seria aún más sí Thranduil decide echarme del palacio para siempre. De su lado.
—Está será tú habitación por esta noche Khell, mañana temprano tendrás que irte.—el pelirrojo ingreso y examinó el lugar, estábamos en el lado sur del palacio, lugar asignado a los batallones y servidumbre.
—Tienen un muy buen lugar aquí.—levantó la vista hacia el.—¿Crees que Thranduil me dejaría estar en sus tropas como capitán? De seguro que su habitación es el doble que este.—sabía que se estaba bromeando.
—Khell por favor, solo... Mañana regresa al palacio y cuida de mi padre.—el dió unos pasos hacia mí y yo de inmediato retrocedi.
—Debemos hablar Loriel y lo sabes.—sabía a lo que se refería.
—No puedo, no ahora.
—Dime, solo dime qué ese imbécil solo está hablando para provocarme, porque te aseguro que lo ha conseguido.
—Khell...
—¿Te a tocado?.—fruncí el ceño en su dirección creyendo haber oído mal.—Por favor dime qué no te tocado.—eso colmo mi paciencia.
—¡No te interesa!.—ahora fue él quien frunció el ceño.
—Claro que sí y más aún si a sido sin tú permiso, el tipo estaba hablado de un posible embarazo Loriel, como crees que me siento si...
—¡No me tocado! El no me tocado ni me ha hecho daño, nunca lo haría.—susurró lo último recordando ese momento que tuvimos antes de que nos interrumpirá, me había pedido permiso para besarme, deseaba que se lo permitiera para hacerlo y yo lo tenía tan cerca que lo hubiera tocado con mis labios si tan solo Khell no hubiera aparecido.
—Pues no lo creo.—levantó nuevamente la mirada hacia el.
— Thranduil es un buen estratega, muy inteligente y saca sus conclusiones de inmediato; el no me tocado, no hemos... Pasado la noche juntos.—Khell desvió la mirada, pude ver esa furia en su mirada.—Cuando el mencionó eso, de un posible embarazo y más aún con seguir intentando solo te estaba probando, mejor dicho a ambos.—Khell volvió su mirada a mi.— Thranduil ya lo sabe, debí haberlo dicho antes y ahora no sé qué pueda hacer con esto, con mi reino y conmigo.
