–¿Qué tienes hasta ahora? 

Tengo esto, sacó de el bolsillo de su pantalón la cajita negra, y la abrió–. Pensaba en decirle algo como... em... –carraspeó su garganta y comenzó a decirle lo que había preparado– eres muy importante para mí, y yo, quiero que nosotros siempre estemos juntos y tengo esto para ti –abrió la caja mostrando el hermoso brazalete. 

Steve... –María admiró la joya– es hermoso. De seguro le... –ella dejó de hablar cuando miró hacia la derecha y vio a Natasha mirándolos muy decepcionada. 

Él al ver que ella no dijo más volteó su cabeza a la misma dirección que ella y sintió pánico. 

Natasha...

La -en ese momento- castaña, no esperó más y se fue de ahí dejándolo con la palabra en la boca.

Mierda, olvidé que Natasha se encontraba aquí. Se lamentó María. 

¿Qué... qué hago ahora? Preguntó Steve con pánico. 

¡Ve tras ella! ¡Ahora!

Él asintió y volvió a guardar la caja rápidamente en su bolsillo para salir corriendo tras ella.

Steve gritaba su nombre corriendo tras Natasha, sin embargo ella no volteaba. Logró llegar a ella y la tomó del brazo.

Nat... dijo en un murmuro. Ella bajó la cabeza y trató de recobrar su postura.

Rogers, –habló tratando de no tropezar sus palabras– yo sólo venía decirte que no iré hoy. 

Steve sintió una gran decepción y tristeza recorrer su cuerpo al escuchar esas palabras salir de los labios de Natasha.

¿Qué? ¿Por qué? Sus palabras bañadas en angustia. 

Yo... Natasha cerró un poco sus ojos y al recordar la reciente escena que vio, volvió a ponerse firme–. Es obvio que estás muy ocupado. Escupió.

Se soltó de su agarre duramente y volvió a caminar hasta perderse por los pasillos.



(...)



Bien, escucha Steve, tienes sólo una oportunidad para hacer esto. Logré que Tony pase música lenta por los parlantes durante dos horas. No más, es ahora o nunca. Habló María Hill por el comunicador. Está en camino.

Luego de que Natasha malinterpretara las cosas entre ella y Steve, se había sentido muy culpable y aceptó ayudar a Steve a arreglar las cosas. Le había mandado un mensaje diciendo que Clint quería verla en el cuarto de entrenamiento del sexto piso, el cual, gracias a la ayuda de varias empleadas de Stark, se había convertido en una pista de baile ambientada en los 70's. Una época que le gustaba mucho a ella.

Steve realmente se sentía nervioso y algo triste. No quería que ella se alejara. Prácticamente, todo lo que había planeado durante semanas, incluso meses, se había arruinado en cuestión de segundos, y se maldecía mucho por eso. Trató de llamarla muchas veces, sin embargo no contestó ninguna. Tenía que solucionar todo rápido. No quería perderla.

Natasha se puso un jean negro, una remera blanca junto a una chaqueta de cuero y sus botas. Se miró en el espejo y pensó en peinarse, pero denegó la idea, total, iría sólo con Clint. Hizo una mueca al recordar que de seguro, si no hubiera visto la escena entre Steve y María, se estaría alistando con su mejor vestido para ir a la cita. Pero eso ya no importaba.

RUBY STORM | ROMANOGERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora