║Fragmento especial: Pesadilla (Semblanza de Dualismo)║

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Sin saber muy bien a que atenerme, me interné en un profundo valle, rebosante de vida, cubierto de césped frágil, y frondoso. Allá a la distancia, un sauce decoraba el paraje. El cielo no mostraba una sola nube, lucía un poco llamativo color gris. Era un mundo contrastado sólo por el verde de las hojas, y la llamarada de mis ojos violetas. No hay viento en este sitio, no hace ni frío ni calor, es todo monótono.

Allá, más adelante del sauce, hay una figura familiar. Sus cabellos blancos y su pulcro vestido, su piel de alabastro. Sus limpias manos...

Me precipito al frente con pasión. El cabello le cubre los ojos. Grito tratando de llamar su atención, ella me escucha. Gira su cabeza a verme, sigo sin ver sus ojos, pero su sonrisa ¡Oh, su sonrisa!...

Llego hasta ella, me falta el aire. El subidón de adrenalina hace que me tiemblen las manos. Quiero abrazarla pero antes de precipitarme, ella alza sus brazos con suma dulzura y me toca el rostro. Sus dedos me rozan las mejillas.

-Add...¡cómo has crecido!-

Su voz suena distante.

Intento acercarme mas a ella 

...

Sus manos bajan con brusquedad, sus yemas buscan mi tráquea. La sujeta con ambas manos. De a poco, comienzo a asfixiarme. Las manos cálidas que recordaba, se han convertido en un manojo de piedra, frío como el granizo. Intento incorporarme, pero la fuerza de mi madre es...descomunal.

Las venas de mi ojo visible comienzan a tornarse más y más rojas, siento como me estallan las cuencas oculares, y unas cuantas lágrimas comienzan a brotar. Mi sistema respiratorio colapsa poco a poco, como una hoja seca al tacto. Siento como sus uñas se entierran en mi carne, como si fueran agujas filosas, deseando mi sangre. El pánico me fluye, intento hablar pero solo consigo emitir un graznido.

-Add ¿Por qué nos dejaste morir? ¿Por qué nos abandonaste?.....¿Por qué.....¿por qué ya no me necesitabas, Add?-

Esa voz...

-¿Sir...W-William?...es imposible-

Los ojos que habían permanecido ocultos por fin se revelaron. Lucían unas profundas ojeras y lo que era peor, aquellos ojos tenían el iris púrpura, y el globo ocular era completamente negro como la pes.

Me sentía a punto de colapsar. Mi corazón y mi cerebro se detendrían y moriría...

A punto de entrar en la inconsistencia, le escuché decir algo más...

-Yo soy tú-

Elsword: Crónicas del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora