39. Rubén.

9.6K 1.2K 679
                                    


Los tres siguientes días se basaron en recibir mensajes de Mangel.

«Contéstame.»

«No dejemos que esto nos separe.»

«Sé que fui un gilipollas, lo siento.»

«Te amo, ¿eso no cuenta?»

«No quiero perderte.»

«No me saques de tu vida, por favor, Rubén.»

«Son diez años...»

«La he cagado, tío.»

«Deja de clavarme los vistos.»

«Joder, estoy por ir a tu casa.»

«Contesta en el grupo, no lo hagas por mi si no quieres, pero se están preocupando.»

«Joder, Rubén, vamos...»

«Voy a estar en la cafetería hasta las ocho por si te presentas.»

«No fuiste. Creo que ya me sacaste oficialmente.»

«Lo siento, Rubén.»

Ese fue el último mensaje que había recibido de él esa misma noche, ya eran las nueve de la noche. Claramente no había ido a la cafetería. ¿Para qué? Ya estaba todo dicho... ya no había vuelta atrás.

Que sea muy feliz con Sofía y... su hijo.

Escuché como tocaban el timbre y como no fui atender, volvieron a tocar. Suspiré irritado de la cama mientras caminaba lentamente hacía la puerta para abrir, donde se encontraba Alex.

—Joder—dijo mientras me miraba—, te ves fatal.

—Gracias, capullo—gruñí mientras caminaba hacía la sala y vi como cerraba la puerta cuando entró.

Se sentó a mi lado en el sofá y se me quedó mirando, mientras negaba con la cabeza.

— ¿Qué ha pasado?

— ¿No te has enterado?

—Mangel...

—Será padre.

— ¿Eso te preocupa? Capullo, si, te va a elegir a ti como padrino, quédate tranquilo...

Lancé un suspiro irritado mientras apoyaba mis brazos en mis piernas y oculte mi cara en mis brazos, rogando que las lágrimas aún no salieran.

— ¿Rubén...? Sinceramente, ¿qué está pasando?

Miré de costado a Alex que me miraba preocupado. Suspire mientras decidí contárselo.

—Me he enamorado de Mangel...

—Hasta que por fin lo admites, tío.

—...Y tuvimos algo, hemos follado y hace días decidí terminar aquello.

— ¿Qué? Espera, espera... ¿qué?—dijo Alex mientras negaba con la cabeza y me miro—. ¿Decidiste... terminar con el chico que te gusta por...?

—Va a tener un hijo, Alex...

—Joder, hay bastantes parejas juntas aunque uno de ellos tenga un hijo, ¿sabes?

—No puedo...

—Pero, Rubén... es Mangel. Tu mejor amigo desde los dieciséis años. Os conocéis de toda la vida... y por fin deciden estar juntos y por una noche sin sentido deciden terminar, es que, macho...

—No pido que lo aceptes, Alex, solo... apóyame, tío.

—Me encantaría, macho, en serio, pero... sigo sin entenderlo. Mangel te ama, Rubén...

—Si me amará, no se la hubiera follado.

—Espera, ellos follaron antes que ustedes... empezaran lo suyo, ¿no?

—Sí...

—Es ilógico que te enojes, Rubén, perdón por decírtelo, pero fue antes... joder, él ni siquiera sabía... bueno, es un gilipollas al no usar condón, lo sé, pero es Mangel... es un gilipollas siempre...

Eso me hizo soltar una risa mientras negaba con la cabeza.

—Joder, sé... sé que debe ser difícil, Rubén. Pero... no dejes que eso arruine su amistad. Te necesita más que nunca, macho...

—Aún no puedo verlo, Alex. Me hace daño... él me mató. Necesito... tiempo para volverlo a ver y olvidarme de todo esto, pero aún no puedo...

—Vale, vale, lo entiendo—Alex suspiro—, solo no te alejes de nosotros, ¿sí, tío? Cuentas conmigo para todo, Rubén, lo digo en serio.

—Lo sé, capullo, eres un gran amigo.

Luego de eso, nos quedamos un rato jugando a la play hasta que se tuvo que ir porque había quedado con Eva.

Mientras me dirigí a mi habitación para acostarme, vi aquella almohada... últimamente dormía abrazado a ella, hoy no iba a ser diferente.

Uncover.Where stories live. Discover now