En una tarde de lluvia la conoció...
Sus ojos se cruzaron.
Se convirtió en su héroe aquella noche...
Pero hasta los héroes lastiman.
Ni siquiera la vio partir...
Simplemente ella desapareció.
Aquí la historia de dos jóvenes que se enamoraron, p...
Jerome despertó muy temprano, como era su costumbre. No pudo evitar mirarla dormida. Aquel respirar de la joven, era tan suave, se veía tranquila y parecía disfrutar del sueño.
Jerome no sabía mucho de su vida, o mejor dicho, nada de su vida. Pero tenía la inquietud de averiguar más sobre ella.
Después de guardar las frazadas y el colchón dónde durmió, se dirigió a la cocina para preparar el desayuno.
<< No sé nada sobre Noelia, sin embargo aquí está conmigo. A pesar que estaba acostumbrado a la soledad, me alegra su presencia>> pensaba Jerome mientras acomodaba los ingredientes del desayuno en la barra de la cocina.
Noelia escuchó el ruido que hacía Jerome desde la cocina y despertó. Acomodó la cama y fue a donde Jerome.
- ¡Buenos días! ¿dormiste bien? -le preguntó Jerome al verla entrar a la cocina.
- Sí, gracias. Pero creo que esa pregunta debería hacerla yo, ya que tú fuiste quien durmió en el suelo.
Al escuchar la respuesta de Noelia, Jerome puso los ojos en blanco y se limitó sólo a terminar de preparar el desayuno.
- Creo que será mejor que me vaya. Agradezco mucho tu hospitalidad, has sido muy bueno conmigo y no quiero abusar de ello.
- No estás abusando. Díme ¿Qué harás después de cruzar esa puerta? - preguntó Jerome apoyando los brazos en la barra, mirando de frente a Noelia.
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- No lo sé, buscar trabajo, supongo.
- No es necesario que salgas a buscarlo.
- ¿A qué te refieres?
- Creo que ya sospechas a lo que me refiero. Te daré trabajo aquí.
- Pero, tú ya tienes a alguien que te ayuda con la limpieza.
- Sí, pero puedo tener a dos personas. La señora Lucy podría tener el turno de día y tú tendrás el turno de tarde ¿Qué dices?
- Suena bien, pero sé que no necesitas a dos personas. Más bien, creo que tratas de ayudarme.
Jerome soltó una pequeña carcajada, ante el comentario de Noelia.
- Y si es así ¿Cuál es el problema? De todos modos saldrás a buscar trabajo. Además aquí tendrás un lugar en donde dormir segura.
Noelia analizó por un momento la propuesta del joven. Y efectivamente él tenía razón. Lo que le pagarían en cualquier trabajo, no cubriría los gastos, por más mínimos que estos fuesen, ya que ella no contaba con un lugar donde quedarse, así que tendría que pagar un alquiler. Definitivamente la propuesta de Jerome, era lo mejor.
- Acepto - dijo mirando los ojos de Jerome.
Después de terminar el desayuno, Jerome le mostró a Noelia cada una de las habitaciones del departamento. A pesar de que el lugar no era muy grande, era lo doble de la casa de los padres de ella.
