Another Way To Die. [kellic] <Faltas de ortografía; editando>

Capitulo 3.

-Mike, ¿seguro que me veo bien? -Pregunte por quinta vez mientras caminábamos por el pasillo del instituto.

-Vic, esa ropa se te ve mucho mejor que tus chalecos y pantalones de abuelo-. Dijo pareciendo muy seguro de sus palabras.

Me sentía demasiado ansioso e inseguro, nunca fui bueno adaptándome a los cambios, y esto era mucho mas de lo que podía manejar.

Ayer cuando estuve de vuelta en mi casa, Mike, se dio cuenta de que no estaba utilizando mi habitual atuendo que consistía en pantalones de vestir holgados junto a camisas de botones y arriba de ella un enorme chaleco de rombos, no, en lugar de ello usaba el jean ajustado que me presto, kellin, junto a la camisa con el logotipo de una banda que no conocía llamada My Chemical Romance. Al parecer a mi hermano le agrado tanto verme de esa manera que quiso experimentar conmigo e hizo que fuésemos a comprar ropa de ese tipo.

Así que ahora ambos caminabamos por los pasillos del instituto siendo seguidos por la mirada de cada persona que nos topase.

Esto no me agradaba, jamás me gusto llamar la atención de nadie, y el que todas esas miradas se situaran cerca de mi me hacia tener ansiedad y unas terribles ganas de salir corriendo.

Podía escuchar los murmullos sobre mi como habitualmente sucedía, más esta vez no era tan malo, todos hablaban sobre mi cambio.

-Hey, Mike.
-Saludo Jaime llegando junto a nosotros.

-¿Que tal?
-Respondió Michael.

-No me quejo.

Esto era incomodo, Jaime, prácticamente me estaba ignorando. No es que necesitase su atención pero me hacia sentir como si no me quisieran cerca.

-Nos vemos en la salida, Mike-. Me despedí alejándome.

No me iba a quedar escuchando una conversación que no me concierne, de todos modos iría a mi lugar favorito en el patio trasero, después de todo no tendría la primera clase.

Caminaba rápido por el lugar, aunque luciese diferente no me arriesgaría a toparme con alguno de los amigos de, Quinn.

Solté un suspiro de alivio por haber llegado hasta aquí sin ningún golpe o insulto que se quedara gravado en mi memoria.

Rodeé el árbol para estar más cómodo.

Algo era seguro, y es que yo no esperaba ver a alguien ahí, más aquello cambio cuando observe a Kellin.

Él no deparo en mi presencia, parecía concentrado en la musica que sobre salia de su celular. Tenia la cabeza inclinada hacia abajo y movía sus manos para golpear sus muslos al ritmo de la canción.

-Una fotografía te duraría más -. Dijo sorprendiéndome. Parecía tan concentrado, ¿como es que me noto siquiera?.

-Y-yo ... Lo siento -. Respondí temeroso, girando sobre mis talones dispuesto a irme.

-Espera, quedate-. Pidió tomandome del brazo.

No dije nada, no me sentía capaz de hacerlo, ¿Por que quería que me quedara después de todo?.

-Es un lindo día, ¿no crees?.

-Hu... No, esta nublado, los días de lluvia no son mis favoritos precisamente-. Respondí ocultando mi nerviosismo.

-¿Por que? Son geniales, ¿acaso nunca te has mojado en la lluvia?.

-No intencionalmente.

Lo escuche bufar.

-Creí que podrías llegar a ser divertido.

-Fuiste tu quien me pidió quedarme-. Contraataque encogiéndome de hombros.

-Ayer te fuiste demasiado rápido de mi casa-. Susurro pausando la canción dejando en completo silencio el ambiente.

-Habíamos terminado, no hacia falta que yo continuase ahí.

-Me hubiese gustado que lo hicieras-. Dijo casi inaudiblemente, como si esas palabras se hubieran escapado de su boca.

-¿Por que?, siempre fuiste tu el que se encargo de alejar a cada persona que tuvo la intención de acercarse a mi ¿no es cierto?, y ahora dices que hubieses querido mi compañía por más tiempo, no lo entiendo ¿Acaso es por tu falso arrepentimiento?-. Dije haciendo referencia a la disculpa que me pidió el día anterior.

-No era falso, yo enserio lo siento, lamento haber echo de tu vida un infierno, lamento todos aquellos insultos y golpes.

-¿Por que te arrepientes hasta ahora, después de tres años?.

-Ayer, cuando vi a Justin molestarte, cuando depare en tus lágrimas, fue entonces donde me di cuenta de que no quería que te sintieras así, que nadie sea maltratado de esa manera cuando nunca han echo nada para merecerlo-. Dijo en un hilo de voz.

Lucia realmente arrepentido.

-Esta bien, te perdono, kellin-. Cedí.

-¿Hablas enserio?.

-Si.

-Gracias-. Sonrió dándome un corto abrazo.

Mi piel se erizo con tan simple toque, podría jurar que aunque mi color de piel no sea tan claro se podía notar el sonrojo en mis mejillas.

-Sera mejor ir a clase-. Dijo levantándose del pasto.

-Mejor.

Ambos caminamos hacia el aula de matemáticas sumidos en una platica poco interesante sobre mi atuendo.

Ya no había miedo en mi, y en él ya no había superioridad, era como si el pasado nunca hubiese existido.

Entramos al aula y kellin me pidió sentarme junto a él en la parte trasera de la clase.

A unos cuantos asientos se encontraban Jaime y Justin, observaban sorprendidos a kellin, supongo que era por estar junto a mi. A kellin no parecía importarle pues siquiera los saludo.

Voltee a verlo, él observaba su celular con el ceño fruncido y su otra mano estaba empuñada sobre su muslo, no parecía encontrarse bien.

-¿Te sucede algo?-. Llame su atención.

-¿Que?.

-No pareces estar bien.

-Oh, no es nada-. Se limito a contestar volviendo la compostura.

La profesora hizo presencia, comenzando a escribir el siguiente tema en la pizarra.

Todo estaba en completo silencio hasta que un rechinido se hizo presente llevando la atención de todos sobre la puerta. Ahí se encontraba el director del instituto.

-Disculpe que la interrumpa, profesora, pero necesito al alumno, Fuentes.

-Vic, puedes ir-. Autorizó la profesora.

Tome mis cosas y salí del lugar ignorando todas aquellas miradas curiosas en especial la de un par de ojos grisáceos.

Camine junto al director en dirección a su oficina.

Me dio autorización de pasar y después lo hizo él. En una de las sillas ya se encontraba, Mike. ¿Para que nos querrían a ambos aquí?.

-¿Que sucede?-. Cuestionó Michael.

-Los traje aquí por que me informaron algo realmente delicado-. Informo.

Su rostro no lucia firme y autoritario, esta vez era diferente.

-¿Y por que nos necesita aquí?-. Pregunté.

-Lamento esto chicos, enserio lo hago.