13. Una profunda declaración

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No pude dormir otra vez, debido a lo que dijo Max. ¿Es que acaso se entretiene tanto molestándome? Aparte mis compañeras me dieron una mirada no muy amistosa después de eso.

Hoy era el último día de campamento, como siempre, el profesor de deportes nos levanta temprano y realizamos unos cuantos ejercicios de calentamiento.

— ¿Qué tal encuentras al profesor de deportes? —Dice Bella a mi lado.—
— Ehh. —Lo observo y es joven, lleno de vida y claro, nuevo.— Es agradable, supongo que no sabe lo que le espera después de tantos años en la docencia.
— Me refiero al físico. ¿Lo encuentras guapo?
— Ehhh... —Lo miro una vez más y no es de mi gusto, bueno, siempre me ha costado encontrar a alguien que me guste.— Si, supongo que es guapo. ¿Por qué tanta pregunta? No me digas que ahora te bajó el amor por el.
— Puede que sí, es que ayer cuando le dije de que era guapo y eso, se lo tomó con tanto humor, es tan agradable. Imagina esa experiencia...
— Bella, debe tener novia.
— No, algunas idiotas ya se lo preguntaron. Creo que borrare a James de mi historia y escribiré un romance prohibido alumna y profesor, es mucho más interesante.
— Para la historia sí, para ti...
— Tú ya tienes a Max, eso es lo bastante genial.

Ruedo los ojos y sigo elongando. Observo de reojo como Max conversa con el profesor de deportes animadamente. De seguro Bella está viendo en la misma dirección.

Después de almuerzo, ordenamos todas nuestras cosas y nos subimos al bus. Todos estaban cansados y la mayoría se va durmiendo, incluyendo yo.
Al llegar al colegio, Bella me explicó que estuvo hablando en el bus con el profesor de deportes. Yo solo la escucho, nada sacaba con decirle algo.

Cuando llego a casa, mi madre me explica que la abuela no estaba muy bien de salud, eso me preocupa, pero mi padre dijo que no era nada grave.
Le tenía mucho cariño a mi abuela, ella es muy especial para mí.

Bella cada vez que podía, hablaba con el profesor, según ella, él no le ponía límites e incluso hablaban como amigos. Le recordé una vez más que solo tenía 16 años y el 26.

— Tampoco es tanto, son solo diez años. —Bella susurra mientras estábamos en la clase escribiendo.—
— ¿Y tú crees que tomaría algo en serio con alguien de nuestra edad? A lo más disfruta quitando tu virgnidad y adiós.
— Que cruel eres. —Bella pone expresión triste.—
— Es la verdad Bella, no todo es como sucede en los libros.
— Pero algunas parejas tienen diferencia de edad.
— Si pero son más grandes cuando la diferencia no es tan notoria, ya deja el tema Bella, no quiero que te ilusiones nuevamente.
— Lo sé.

El timbre anuncia el fin de las clases y el ruido habitual de las sillas moviéndose se hace presente. Bella sonríe y me indica que estará afuera. No entiendo qué quiere decir, hasta que me doy vuelta y Max parece estar esperándome.

— Necesito hablar contigo.
— Oh, eh, ok.
— Primero... —Max se acerca a mi.— ¿Le dijiste a Bella sobre James?
— Si, él me dijo que lo hiciera.
— ¿Es por eso entonces que lo mira como si fuera el peor ser de la tierra?
— Ehm, si. —Sonrío nerviosa.— Bella puede exagerar muchas veces.
— De acuerdo, lo tendré en cuenta. Pero no es de eso de lo que tenía que conversar, necesito que me acompañes ahora a ver a mi padre. Quiere conocerte.
— ¡Que! —Quiero que me trague la tierra.—
— Es una tradición... Ya sabes.
— Ah, pero... ¿Ahora?
— Sip.
— ¿Ahora ya?
— Ajá.
— Tengo que avisarle a mis padres.
— Ya lo saben.
— ¿Qué?
— Que ya lo saben. Bueno, tu abuela y tu padre, pero es lo mismo.
— Ah, ¿y es como una cena o algo?
— No estés nerviosa, solo es mi padre. Tranquila.
— Ah, bueno, supongo.

Tomo mi bolso y cuando salgo, Bella ya no está. Supongo que escucho la conversación y se fué.

Afuera del colegio, Max se acerca al jeep y me abre la puerta. Puedo sentir miradas de todas las chicas del colegio en mi nuca.

Keeper. (Sueño)Where stories live. Discover now