Keeper. (Sueño)

12. La chica más linda

A la mañana siguiente, ya estábamos desayunados y listos con la tenida deportiva. El profesor de deportes nos sonreía como si fuera algo muy alegre estar despiertos a las ocho de la mañana.

— Hoy, les tengo una actividad muy entretenida. Me desperté muy temprano en la mañana para planear todo. Es justo como me lo imaginaba y lo veía en la tv. Harán un recorrido por parejas, donde en cada lugar rodeado de banderines, habrá una pregunta o un acertijo para avanzar al próximo punto.
Créanme que el camino que elegí no es muy fácil, les sugiero que lleven una botella con agua. Bien, júntense como quieran pero que sean hombre y mujer.

Bella y yo nos miramos tristes. Michael se unió junto a Bella, y mientras buscaba con la mirada a Gabriel, veo que Max se acerca a mi.

— ¿Estás lista?
— ¿Me estás tomando el pelo? Solo lo haces para molestarme.

Gabriel llega donde mi, y yo le sonrío, pero una compañera lo toma de la mano.

— Ves, tu compañero ya se fue. Tienes que ser mi compañera.
— Insoportable.

Observo al profesor mientras da las últimas explicaciones. Bella me mira y guiña un ojo. Yo la miro con claras intenciones de asesinarla.

El profesor da la partida y yo camino sola, mientras Max me sigue. No pienso hacer nada en equipo, menos con el.

— ¿Por qué eres tan pesada conmigo?

Yo hacía caso omiso, mientras evitaba algunos arbustos. ¿Por qué ahora me hablaba?

— Te estoy hablando Maya, dime lo que de verdad te molesta.
— ¿Qué? ¿Y acaso no sabes leer la mente o algo, genio?
— Créeme que si leyera la mente, sería aún más exitoso con las chicas, creo que aveces meto la pata.

Yo paro de caminar y me doy vuelta. Max me observa y sonríe de forma burlona.

— Bien, ¿quieres saber lo que pienso? Bien. Pues ok, me da igual que sea lo que seas, pero lo que me molesta, es que de un momento para otro y con tu odiosa personalidad, me digas: no elijo amarte. —Imito su voz.—
No es que me interese, pero nisiquiera te has dado el tiempo de conocerme como de verdad soy, tú solo has visto lo que puede ver cualquier persona al verme por fuera. ¡No me conoces en nada! ¿Es que te caigo mal? ¿Acaso no soy lo suficiente para el modelito? ¡Eso es lo que me molesta! ¡Eres solo otro idiota más que se fija solo en el físico!

No lo había notado, pero estaba bastante alterada. Mi corazón latía con fuerza y solo quería irme corriendo de ahí. Pero Max seguía mirándome y yo ya no podía, así que bajo mi mirada.
Escucho sus pasos acercándose a mi, hasta que llega lo suficientemente cerca.

— Ven.
— ¿Qué?
— Estas muy alterada, ven.

Max acerca mi cabeza a su pecho y para sorpresa mía, me tranquilizo.

— Lo siento si te di esa impresión Maya, no quería que pensaras eso de mi. No te elijo por la razón que piensas, es solo que...
— ¿El amor no es lo tuyo?

Me despego de su pecho y lo miro a los ojos.

— Solo hago mi trabajo, no es obligación mía estar contigo de forma romántica.
— Es por eso que no quieres conocerme, tienes miedo de enamorarte.
— ¿Acaso quieres estar con alguien para toda la vida?
— No lo sé... Nunca, me he enamorado.
— ¿Has estado con alguien?
— No.
— ¿Te ha interesado alguien aunque sea?
— Nunca.
— ¿Ósea que nunca...?
— ¿Que?
— Olvídalo. Bueno, entonces mejoraremos nuestra relación, es divertido verte molesta, pero no sería justo para ti.
— Eso quiere decir, ¿qué seremos amigos?
— ¿Por qué no? Ya que insistes.