Capítulo 32: "El capitán":

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PoV Aaron:

Digan ya por favor si hay alguien que pueda no maldecir cuando se cae de la cama.
Que linda manera de despertar.
Estaba atrapado, envuelto por completo en mis sábanas
— ¡Demonios! — murmuro intentando liberarme. Parecía cualquier cosa.
Me libero pero les digo que costó, y mucho pero luego fue la rutina de siempre.

Al bajar mis padres estaban esperándome. Me sorprendió un poco que estuvieran. Por lo general no están cuando bajo a desayunar. Admito que me dormí el día de hoy pero es raro
—Aaron, tenemos que hablar — me anuncia mi madre
"Yo sabía que era extraño, ¿qué se tienen ahora?"
— ¿De qué? — pregunto ya sentado
—De tu futuro encuentro con Lana Optsen — añade mi padre, me los quedo mirando
— ¿Quién? — no tenía ni idea de quien demonios era esa chica
—Lana Optsen, la chica con la que acordamos tu matrimonio Aaron — me dice mi madre
"Oh Santa Madre... me había olvidado de eso"

Esa era la razón por la que nos mudamos en un principio, y como hacía ya tiempo que no se tocaba el tema, la verdad lo había olvidado por completo
— ¡¿Están dementes?! No voy a casar con ella — exclamo. No pensaba casarme con nadie más que no fuera Rose, no hay nadie más. Estoy enamorado de Roselyne Campbell, y no pienso dejarla ir
— ¡Cuida ese lenguaje Aaron! — me regaña mi padre
—Aaron, ésta es la razón por la que estamos en Miami. Está todo arreglado. El sábado por la noche vendrán la familia Optsen para presentarlos — y para colmo de males ya tenían todo arreglado
—Lamento informales que no será así. No voy a casarme con ella porque ya hay alguien más que me importa. Y con ella es con quien pienso tener un futuro — les digo a ambos y subo las escaleras.

Me abrigo y tomo mi mochila, bajo las escaleras dispuesto a irme ya
— ¿Quién es ella Aaron? — me pregunta mi madre. Ella es la chica que tiene mi corazón.
Me doy la vuelta y me voy. Al salir veo a Rose y pienso en todo el daño que esto podría causarle si se entera. No quiero que sufra por mi culpa, prometí protegerla cuente lo que cueste.

A pesar de tener que cargar con tal peso tengo que concentrarme, hoy es la competencia con el ególatra de Oliver.

En la escuela todo el mundo comentaba sobre el próximo evento, algunos hasta se arriesgaban a apostar diciendo quien seria el triunfador. Aún no saben de lo que soy capaz.

El momento ya ha llegado, es la competencia con Oliver.
De pronto veo a Rose, estaba paralizada a pocos pasos de mí. Miraba en suelo y sus puños estaban cerrados, casi al punto de herir sus manos.
En acerqué a ella de inmediato, la veía preocupada y la razón era mi culpa. Había malinterpretado mi reacción de esta mañana y no la culpo. Fui un idiota, y lo admito.
Después de aclarar las cosas con Rose, salí y todos estaban afuera. Parecía que disfrutaban de una gran rivalidad, que escuela.

Oliver estaba de pie con su típica pose de soberbia pura. Me paré en mi lugar, junto a él, sin hacer ningún tipo de contacto
— ¿Con miedo Nowell? — me pregunta y sonríe de lado sarcásticamente
—No — respondo contarte, luego de eso no volvió a dirigir la palabra. Gracias al cielo.

Estaba listo para esto, físicamente. En mi cabeza tenía un jodido huracán.
Con mis padres, Rose, los chicos detrás de Rose, etc.
El entrenador anuncia que después de nuestra contienda las pruebas para el equipo es lo siguiente en la lista. A la mayoría sólo le interesaba vernos competir, no me molestaba. Sólo me hacía sentir extraño.
Miré a Rose y ella tenía su mirada clavada en mí, me sonrió y lanzó un beso al aire. Es por ella, nadie más que ella. La amo, Dios Santo, amo tanto a Rose que no me interesa que pase conmigo, en tanto ella esté bien y feliz.

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