; fourteen.

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Ese momento en el cual tu mente está al límite y no puede llegar a una conclusión a todo el enredo que tienes dentro de tu cabeza, llegas a tal punto en el que sientes que todo tú va a estallar, pero aún así por fuera sigues pareciendo la misma persona normal que aprendas siempre.

—Es imposible que sea él...

—No lo sé, he visto cómo se miran y te digo ahora que no es para nada normal. —Por el rabillo de su ojo vio a SuYeon, ella estaba tirada en el pasto con forma de estrella, perdida en el cielo despejado— ¿Por qué no le preguntas?

—¿¡Qué!? ¿¡Estás loca!? ¡Haré el ridículo si no es él!

—Reitero, eres tan terca como una mula. Todas las pistas indican a que él es el chico de las corazones.

—¿Pistas? Hablas como si fueras detective. No estamos en un caso criminal, Yong.

—Es una forma de decir... no me cambies el tema. Estoy segura de que es él, SuYeon, años viendo Sherlock Holmes para esto. Un chico bonito está completamente enamorado de ti, ¿por qué no quieres aceptarlo?

—Porque tú misma lo dijiste, alguien como él es casi imposible que se enamore de personas como nosotras.

...

Una de las cosas que más ayudaban a SuYeon a tranquilizarse era la música y estar sola. Pero pocas veces se podía estar de esa manera en un lugar institucional, donde miles de alumnos van de aquí para allá jugando, gritando o corriendo como niños de cinco años.

Hoy no era su día de suerte.

—¡Oye cuidado! —Chilló en el momento que escuchó su móvil estrellarse contra el suelo.

Su compañero de curso había chocado por casualidad contra ella, él llevaba varios libros en sus manos por lo que tapaban su rango de vista.

—¡Lo siento, SuYeon! —La chica soltó un suspiro agachándose para recoger su vida pero alguien más ya se le había adelantado.

—¿No te hizo daño?

Su respiración se detuvo y sus ojos se abrieron a más no poder, instantáneamente la sangre subió a sus pómulos y los nervios se incrementaron a un nivel que ni ella creía posible. Tragó saliva, pestañeó mil veces más y en su mente se imaginaba dándose con un bate en la cabeza para reaccionar.

—N-n-no...

—Oh, qué alivio. —Soltó todo el aire que había contenido al ver como el chico la empujaba— Aquí tienes, espero que no se haya dañado. —Rió, simulando estar lo más tranquilo posible.

El viento no estaba muy fuerte, pero aún así llevaba el aroma masculino del chico hasta las fosas nasales de SuYeon. Ésta sintió como si un balde de agua fría le cayera fuertemente en la cabeza.

Era el mismo aroma que el de los corazones. Tal vez su amiga tenía razón, pero quién sabe, puede que el chico de las notas no sea el único que ocupe aquel perfume.

—Gr-gracias...

—Jeon JeongGuk. —Completó.

—JeongGuk. —Volvió a reír nerviosa rascando su nuca— Y-yo me tengo que ir, permiso.

...

No había dejado de sonreír en todo el día desde lo ocurrido con el chico de grado mayor, era increíble para ella recordar lo que él la hacía sentir cuando conectaban sus miradas por casualidad, o cuando pasa al lado suyo en los recesos.

Soltó un suspiro sin dejar de sonreír y abrió la nota teniendo en mente a JeongGuk.

"Tontita, deberías estar más atenta a tu alrededor para que no te pase lo mismo. Me preocupé... ¿el móvil está bien?, si le llega a pasar algo te juro que me muero. Mmmmmmmmmmmh, mentira, me preocupé demasiado por ti aunque no haya sido la gran cosa... tal vez soy un exagerado.

Ah...~, si supieras lo que causas en mí cuando te veo, o cuando conectamos miradas, incluso cuando pasas corriendo, saltando o caminando cerca mío... parezco enfermo. Ya me han golpeado varias veces por lo cursi que me pongo al verte.

Creo que ya es muy claro quién soy... ¿no? Estoy más que seguro de que ya sabes hasta mi nombre.

Te quiere, el chico de los corazones de papel. ♡♡

                                                J."

paper hearts ; jjk.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora