Capítulo 46: Desencadenamiento.

507 69 21
                                    


— No me jodas.

— Como me gustaría estar jodiéndote, Sam.

— ¿Quiere decir que no me estás jodiendo?

— Definitivamente no te estoy jodiendo.

La rubia llevó ambas manos a la cabeza, y se levantó de la cama. Yo observaba toda la escena desde mi cama, en donde me aferraba a mi almohada con fuerzas, como si ésta fuese el único cable que me conectaba a la tierra. Sam comenzó a pasearse de un extremo de mi cuarto a otro, mientras balbuceaba cosas que no alcanzaba a oír.

 —  Y lo peor de todo — murmuré en un largo suspiro — es que le encuentro un poco de razón. Creo que ellos...

— Cierra esa boca inmunda — me interrumpió  con un gruñido, apuntándome con el dedo de manera acusatoria. — Voy a fingir que jamás has dicho nada ¿De acuerdo?

— Espera, si lo piensas fríamente...

— ¡Nada de eso, Rose! — exclamó. — Ya lo perdiste una vez ¿Acaso soportarías una segunda?

— No voy a perder a nadie — aclaré poniendo los ojos en blanco. — Siempre voy a estar ahí si me necesita, pero...

— Pero nada. Tú debes estar ahí siempre, y ya — me cortó. — Rose, no dejes que ese tipo te manipule. 

Solté un gritito de desesperación. 

No sabía lidiar con esta presión, no podía hacerlo.

Empecé por contarle una pequeña parte del problema a Sam, pero ésta enloqueció poniendo palabras en mi boca que jamás me atrevería a decir, y simplemente no me dio la seguridad necesaria como para seguir hablando. Quizás este no era el momento adecuado... digo, ella acaba de beber como nunca, seguramente ahora tendría migraña. 

— Patrick acaba de dormirse a las cuatro de la mañana por mí — insistí llevando una mano a mi pecho — No puedes pretender que solo lo deje pasar, cuando sé que mañana no dará su cien por ciento.

— Eso NO es razón para considerarte un estorbo. ¿Quién se cree ese viejo decrepito para atreverse a lavar tu manipulable mente?

— Él es su representante — susurré encogiéndome en mi lugar. — Supongo que él ve por sus futuros, y lo que es mejor para ellos.

— Dime que no acabas de defender...

— Aunque el tipo no les tenga un mínimo de aprecio — le interrumpí — a su bolsillo le conviene que ellos triunfen... y conmigo en medio no lograran mucho. Piensa; días libres, viajes en cada fecha importante, llamadas largas e interminables... por no mencionar las noches en las que Patrick...

— Ya basta — Sam saltó a la cama, haciéndome dar un brinco involuntario. Tomó una almohada, y comenzó a darme con ésta en la cabeza — Deja... de... hablar... tanta... idiotez — dijo junto con cada golpe — Dime ¿Qué daño puede hacer una estúpida llamada u visita? ¿Eh? ¡Estás exagerando!

— ¡Tú estás exagerando! ¡YO SOLO DECÍA QUE...! — exploté, pero logré tomar mis propias riendas nuevamente a tiempo — Agh, está bien. Me callaré, y espero que tú también hagas lo mismo.

— Pero este tema no ha acabado.

— Pues lo hablaremos mañana.

O nunca.

// Capítulo originalmente corto. Parte 1//

«Worst Nightmare»| Patrick Stump.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon