Capítulo 15 (P.O.V Patrick): Aquí me tienes.

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Recuerden nunca poner tu canción favorita como despertador.

21 Guns, nunca podré volver a oírte como antes.

Pero bueno, hoy es mi primer día de trabajo dando clases de guitarra en una escuela. Solo un reemplazo, pero algo es algo. El dinero no es eterno amigos, y el que había traído conmigo desde Chicago está agotándose.

Seguramente están preguntándose '' ¿qué paso con Rose?'', bueno, la verdad es un final digno de nuestra mala suerte. Oímos a Pete llamarla desde su departamento, algo tenía que ver el padre de ella, pero por lo que entendí, no era nada serio. Rose se disculpó y yo entendí... y en el fondo, también lo agradecí. Era un momento que prefería guardar tal y como sucedió, sin agregarle nada más. El recuerdo de un primer beso así, merece tener un lugar propio en la memoria de ambos.

Ay, ¿No les ha pasado que una vez se despiertan, se quedan mirando fijamente un objeto sin razón? Me acaba de suceder, así que más vale que me levante ya o llegaré tarde.

Despeiné mi cabello como suelo hacer todas las mañanas y me dirigí a la ducha. Una vez terminé de asearme y vestirme, fui a comer rápidamente mi ansiado desayuno.

- ¡Hola!

Adiós vaso con jugo de naranja.

- ¡Rose! - exclamé viendo como mi mantel se teñía naranjo - Dios, ¿tendré que cerrar todas mis puertas y ventanas con llave?

- Ups, lo siento - rió, aunque no vi ni una pisca de arrepentimiento en su cara - tenía que entregarte algo.

- ¿No deberías estar en la universidad?

- Pues sí, debería estar allí - respondió- nótese el ''debería''

- Eres muy vaga ¿lo sabes?

- ¿Vaga? A ver, vengo aquí a entregarte tu elemento de trabajo y ¿Así me agradeces?

- ¿Elemento de trab...? ¿uh..? - pregunté confundido - ¡Mi guitarra! oh, es cierto que la dejé en ese local.

- ¡Y... aquí está! - dijo descolgándosela de la espalda - ¡cha chan!

- Claro, yo planeaba ir a esa escuela sin ella - murmuré meneando la cabeza - gracias Rose, me salvaste la vida.

- Suelo salvarle la vida a mucha gente - dijo con aires de grandeza - bueno, debo irme, mis clases comienzan a las doce.

- Pero si apenas son las nueve - reí.

- ¿Las nueve?, bueno entonces tú eres el que va tarde.

Me tomó un segundo asimilar lo tarde que iba, e hice un pequeño berrinche al alistar mis cosas para salir. Rose me miraba divertida apoyada en la pared.

- Suerte - sonrió cuando logré encontrar mis llaves.

- Gracias - respondí devolviéndole el gesto - la necesitaré.

- ¿Nos veremos luego?

- Volveré a casa como a las seis - dije repasando mi horario mentalmente.

- Entonces me verás por aquí a las siete.

- Hecho - reí - uh, no... usarás la puerta para salir ¿verdad?

- Claro que no - dijo guiñándome un ojo. Dio media vuelta y comenzó a subir las escaleras.

Me quedaría a pensar en lo extraña y graciosa que es esta chica, pero no hay tiempo, quizás lo haga en el bus.

El día de hoy, me tocó hacerles clase a niños entre diez y once años, y me sorprendió el talento que tienen algunos. A lo largo de la tarde, pude darme cuenta del potencial que está guardado dentro de ellos y como me gustaría ser el responsable de explotarlo.

«Worst Nightmare»| Patrick Stump.Where stories live. Discover now