Capítulo ocho: Solo un poco

2.8K 180 19
                                    

Faltar a clases de biología solo para quedarte jugando con tu amiga Mario Party es algo que nunca en mi vida hubiera creído que pasaría. Pero aquí estoy...

Ella ha estado un poco desanimada desde su pelea con Chris y yo no he hecho mucho por ayudarla, por eso decidí saltarme una clase y estar para ella por lo menos cinco minutos.

— Tengo hambre —dice aun concentrada en el juego.

— No iré a comprar el desayuno... Tengo flojera.

Skyleeer —pone pausa al juego y me ve con cara de suplica—, consiénteme un poco.

— Siempre te consiento.

Escuchamos a Hedwig hacer un pequeño ruido y luego un zapato caer, seguido de unos chillidos.

— No te lo pediré más.

— Ambas sabemos que eso no es verdad.

— Por favor Sky.

— Bien —respondo de mala gana y poniéndome de pie—, la próxima vez que yo te pida comida no quiero ningún pretexto.

— Hecho —dice quitando la pausa del juego.

Voy al baño para asegurarme de que estoy un poco presentable para salir, agarro mis llaves y salgo de la habitación.

Los pasillos están vacíos, la universidad está casi vacía, y no me sorprende. Todos están en clases y milagrosamente hoy hace un poco de sol, aunque de vez en cuando una brisa helada recorre mi cuerpo.

Camino rápido hasta la cafetería que queda más cerca de nuestro edificio, la que se encuentra en la facultad de ingeniería. Afortunadamente no hay cola, por lo que pido dos sándwiches y un jugo natural para cada una.

Mientras espero mí pedido comienzo a ver a mi alrededor y me distraigo levemente mirando hacia el campo de fútbol, hay varias personas jugando y muchas en las gradas, la mayoría son mujeres, pero dos chicos llaman mi atención, parecen estar discutiendo y nadie los nota... Uno de ellos se me hace familiar, aunque es extraño porque no recuerdo que alguno de mis amigos sea fanático del deporte.

La chica detrás de la caja me da la bolsa con toda la comida y algo intrigada camino hacia el campo de fútbol, mientras más me acerco escucho las porras de las chicas y uno que otro murmullo sobre alguno de los jugadores.

El chico que se me hace familiar está dándome la espalda, cada vez parecen bajar más la voz, el otro, de piel un poco blanca y pequeños rizos marrones parece realmente molesto, su ceño está fruncido y escucha lo que le están diciendo, o lo hace hasta que sus ojos azules, como el océano, se desvían hacia mí, sus facciones se contraen y pone un horrible gesto que me hace detenerme en seco, él estira las mangas de su camisa blanca para esconder sus manos, murmura algo y desvía la mirada hacia el campo de fútbol, el chico que me está dando la espalda voltea a verme y me siento algo apenada al reconocer a Jay.

Él luce molesto y algo confundido, murmura algo y se pone de pie para bajar las gradas y caminar hacia mí.

— ¿Qué haces aquí? —su tono de voz es tan duro que me hace sentir incómoda.

— Yo... Estaba comprando el desayuno y me pareció ver a alguien conocido y... Decidí venir. ¿Pasa algo?

— Te lo pido de por favor Sky —susurra pasando una mano por su cabello—, solo vete ahora.

— ¿Por qué? ¿Quién es ese chico y por qué me ve como si quisiera asesinarme? ¿Le hice algo?

— Sky —pone ambas manos sobre mis hombros y me aprieta un poco fuerte—, basta. En serio. Luego tendré tiempo para explicarte.

Similares [D#2]Where stories live. Discover now