Soy un zombie

Capítulo 17

Cuando los vivos despiertan yo ya he vigilado toda la noche y he comido unos cuantos animales de al rededor al no necesitar dormir. Solo aparecieron cinco zombies, maté a dos, dos los mató Marco y uno Mike.

Todos se paran y seguimos con la rutina de recolectar.

Huele a gasolina y aceite de motor, sigo el olor y ellos me siguen extrañados por mi comportamiento, pero no me interesa mucho.

Les indico que abran la cortina de un garaje, Mike y Marco me obedecen y detrás no hay más que una motocicleta y una camioneta para seis personas masomenos, para mi es algo inservible pero Mike se maravilla con la motocicleta negra

-¡¡¡Es una Ducati!!!-dice Mike con gran entusiasmo-¡¡y está en perfectas condiciones!!
-Lle-va-tela
-¿Seguro?
-No todos los días encuentras una Ducati con llave y gasolina en un apocalipsis zombie-lo anima Marco-además en la camioneta solo caben seis personas y las provisiones, igual te la tendrías que llevar.

La mirada de Mike se ilumina de felicidad, parece que su mayor ilusión siempre fué manejar una.

Se sube a ella como si lo hubiera hecho miles de veces y la enciende sin problemas, sabe para qué sirven todos y cada uno de los botones que hay.

-Antes manejaba una motocicleta, antes de que pasara todo esto-me aclara Franco, eso explica su saber sobre este tema, vemos que hay una pequeña caja de herramientas para la motocicleta y la camioneta, solo nos falta la gasolina para la camioneta, así que salimos a buscarla a los autos desechos en los que encontramos tan solo un par de litros, no lo suficiente para lo que se tiene pensado según los vivos, me gustaría cansarme como ellos aunque parece que van a morir a estas alturas.

Empiezo a olfatear y encuentro autos que tienen más, al final según dicen los vivos tenemos veinte litros recolectados en tres días, nada mal para un apocalipsis, me gustaría poder conducir esa motocicleta, me atrae de cierta manera y no me hace falta que Mike me diga para qué son algunos botones y demás, lo deduzco por lógica o por haber visto en imágenes motocicletas diferentes, ver como las conducen y varios trucos que se considerarían arriesgados.

-Muy bien, ya nos podemos ir-proclama Marco
-¿Ya están las cosas en la camioneta?
-Hay cosas hasta de sobra
-Alentador-responde Daniela, esta vez con una sonrisa, tiene una muy linda sonrisa, es la primera vez que la veo sonreir.

Todos se suben y bajan las ventanillas, Mike sube a su Ducati negra y se pone un casco, unos guantes y una chamarra de cuero que encontramos en unas casas. A mi no me gusta mucho la idea de ir encerrado con vivos, me siento como un cubo entre esferas y bastante mal a decir verdad.

Me subo de mala gana, han blindado toda la camioneta en puertas y ventanas, pusieron también una clase de pico formado por dos láminas de acero en el frente, por si acaso, ni yo podría romper esto y eso que ya soy profesional a diferencia de los que invadieron el laboratorio que necesitaron varios para tumbar una puerta que yo solo hubiera podido tirar.

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-Hay un centro de investigaciones aquí-dice Verónica señalando un punto en un mapa
-Escuché que quedaba uno aquí-dice Luis señalando otro punto en ese mapa. Empiezan así un largo rato los vivos, yo escucho y les digo si ya cayó ese laboratorio o no según lo que recuerdo.

-Entonces podemos trazar un camino por los que hemos señalado en el mapa y asegurarnos si ya cayeron o no-asegura Marco
-¿Y si éramos el último laboratorio en pie?-pregunta Luis
-Hay que averiguar-Franco aún suena con esperanza