CAP 80

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capitulo 78.- momentos.

(liam)

 

Mi duendecito, mi pequeña _________, me había pedido que le hiciera el amor, ¿Cómo podía hacerlo?, si nunca en mi vida le había hecho el amor a nadie, solo se’xo y ya, me sentí nervioso, mis manos comenzaron a temblar.

“cierra la puerta, apaga la luz

Quiero estar contigo

Quiero sentir tu amor

Quiero estar a tu lado

No puedo ocultar esto a pesar de que trato”

_________ se separó un poco de mí y se sacó su camiseta, quedando así en un pequeño sujetador deportivo para dormir, tomó mi mano y la posó primero en su cuello, luego fue bajando poco a poco hasta llegar al valle de sus se’nos, comencé a besarle la mejilla, bajando lentamente a su cuello, ella arqueó un poco la espalda  haciendo más notoria la cercanía.

“mi corazón late rápido

El tiempo se me escapa

Mis manos temblorosas tocan tu piel

Esto se hace difícil”

Su piel al tacto se sentía como acariciar seda, y me daba escalofríos el sentir sus manos acariciando mi espalda por debajo de la camiseta, de un tirón ella me la sacó quedando solo en pantalones deportivos, no pude evitar el imaginarme su sujetador fuera de su lugar, por lo que con cuidado y a la vez rápidamente le quité todo lo que estorbaba, incluyendo su short de pijama y su ropa interior.

(______)

Liam bajaba sus besos, suaves y ardientes por todo mi cuello, mientras con su mano daba ligeras caricias a mis senos, nunca nadie me había acariciado así, de un modo en el cual podría hacer explotar mis sentidos tan rápidamente, ¿Cómo podría hacerle daño a la persona a la cual amo?

“y las lagrimas caen de mis ojos

Si tan solo pudiéramos tener esta vida un día más

Si tan solo pudiéramos regresar el tiempo atrás”

Enredé mis dedos en su cabello nuevamente al sentir su boca  succionando uno de mis pezo’nes, arquee mi espalda ante la sensación que eso me provocaba, reprimí un gemido, para luego recordar que en casa no había nadie que nos escuchara, solo él y yo.

Tú sabes que yo seré

Tu vida, tu voz, tu razón de ser

Mi amor, mi corazón

Esta respirando por esto

En un momento en el tiempo

Encontraré las palabras para decir

Antes de que me dejes hoy.

Antes de que él siguiera besando mis pechos con mis manos tomé sus mejillas e hice que me mirara entre la oscuridad de mi habitación.

-te amo, liam, no sabes cuánto-  él con su nariz rosó la mía, provocándome ternura y escalofríos nuevamente.

-yo también te amo, ________, prométeme que siempre serás mi chica, no importa lo que pase- la realidad volvió a golpear duro en mi cabeza, y un sentimiento infinito de culpa me invadió, una vez escuché decir a mi papá que las mejores promesas son las que difícilmente se pueden cumplir, antes no le hallé ningún sentido, y ahora menos que nunca, pero él me había pedido que se lo prometiera, con la voz ronca y llena de ilusiones, yo aún me resisto a ser la destructora de todo este sentimiento, con mi mano acaricie su pectoral izquierdo justo donde se supone que se encontraba su corazón, latiendo desenfrenado por la excitación.

-te lo prometo,  mi amor, siempre seré tu chica- con una sonrisa en sus labios acarició mi pierna desde mi pantorrilla hasta el muslo, lo sentí alejarse un poco para luego verle sacarse el pantalón deportivo y el bóxer que recién acababa de ponerse cuando se bañó, no existía otro ser más hermoso en la tierra para mí, me puse algo nerviosa al verle completamente desnudo, esta iba a ser la primera vez que haría el amor, pero a diferencia de las otras veces no estuve pensando en si lo haría bien, yo solo quería sostener a liam entre mis brazos y llenarlo de besos y caricias hasta que el mundo se consumiera, si lo tendría cerca como ahora, encima de mí, acariciando mi espalda y  empujándome hacía él, nada importaba.

(liam)

“cierra la puerta,

Tira la llave

No quiero ser recordado

No quiero ser visto

No quiero estar sin ti

Mi juicio está nublado

De luces  en el cielo nocturno”

Me puse un preser’vativo que guardaba en mi billetera, en el silencio y la oscuridad solo escuchaba mi respiración agitada mezclada con la de ella, mi duendecito me miraba de arriba abajo haciéndome sentir avergonzado de pronto, ¿no le gusté?, normalmente esta sensación de inseguridad no estaba en mí, solo venía cuando ella estaba alrededor, con ella nada es normal, todo es especial, y así quería hacerla sentir, me acerqué sigilosamente de nuevo a la cama, la abracé por la cintura y acaricié su abdomen, sentí una cicatriz bajo mi tacto, traté de darle forma, si no me equivocaba, era una letra ¿tal vez?, una “P”, sí, la luz del alumbrado público que entraba por la ventana me dejaba ver ahí, no quiero imaginarme como llegó a aparecer esa cicatriz en el cuerpo de _________, ya no quiero pensar en lo que sufrió, besé con mucho cuidado aquella marca, de pronto quiero borrarla, y en su lugar dejar solo mis besos.

Estaba demasiado excitado, sentía mis labios hinchados y mis manos quemadas, me posicioné encima de ella sin aplastarla del todo, separó sus piernas invitándome a entrar en ella, sus labios daban suaves besos, lentos y torturadores detrás de mi oreja, en mi cuello, en mi pecho incluso, poco a poco introduje mi mie’mbro dentro, ella se tensó y se abrazó a mí con ambos brazos apretando mi espalda, la sentí tan pequeña y frágil, que paré en seco, no quería hacerle daño.

-¿Por qué te detienes?- dijo ella jadeando y sudando.

-no quiero hacerte daño- le dije apartándole un mechón de su frente sudorosa.

-no lo haces, tú nunca lo harías- ella terminó de arquearse hacía mí haciendo con el gesto que mi miem’bro quedara completamente dentro de ella, ambos soltamos un gemido al mismo tiempo, esto era mil y un veces mejor que todo lo que pasaban en las películas, que todo lo que escribían en libros, que todo lo que tus amigos conversaban contigo, simplemente no se puede describir, ni si quiera yo que lo siento lo puedo hacer.

My girl (LIAM PAYNE y TU)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant