No me di cuenta cuando Lay se levantó de la cama, así como tampoco noté el momento en que se arrodillo frente a mí. Me tomo por los codos para levantarme, cuando tuve un equilibrio estable, alejo sus manos de mis codos para abrazarme suavemente por la cintura.

—No digas más Wendy.— Susurro, sentí su respiración en mi frente.—Por lo que más quieras.— Suplicó

—No Lay.— Me interrumpió. Me beso. Un beso aparentemente inocente, sus labios sobre los míos todo hasta que comenzamos a moverlos lentamente. Este era un beso completamente seco, sin nada, sin ninguna emoción. Zhang Yixing estaba desesperado por que me tranquilizara.

—Te dije que te callaras.— Dijo después de que nos separamos. Caminó de espaldas mientras me jalaba de la cintura, se sentó en la orilla de su cama y a mí me posiciono entre sus piernas. No lo quería ver, tenía mi mirada fija en el piso, mis lagrimas iban cayendo lentamente, me sentía estúpida por haberme derrumbado en este momento frente a él.

—Kai tiene razón.— Me limpie los ojos con el dorso de mis manos y tome aire.—Yo sola me estoy matando.— El chino no entendía mis palabras.—Esto que tenemos me encanta, me encantas Yixing.— Lo llame por su nombre.—Pero yo estoy perdiendo mi dignidad cada vez que te veo.—

—Wendy...— Coloqué mis manos sobre las suyas que se encontraban sosteniendo mi cintura.—Ayer...— Corto la frase.—Ayer estábamos tan bien.— Me miro.

—Ayer me sentía igual que hoy.— Quite sus manos de mi cintura y me aleje para tomar mis cosas.—Me tengo que ir Lay.— Colgué mi bolsa en mi hombro.

—¿Irte?— Se levanto de golpe de la cama.—Wendy, no hagas esto.— Alcanzó mi mano y tiró de mi para encáralo.

—Te lo dije Lay, ya no quiero seguir con esto. Ya me cansé, ya no puedo más.— Me solté de su agarre para solo quedar frente a él. Levante mis manos para alcanzar sus mejillas.—Quitando lo que ha pasado eres un hombre muy bonito, tienes un gran corazón y tu novia te quiere mucho. Tan solo quiero dejar que las cosas pasen como tengan que pasar.— Le dediqué la sonrisa más cálida que le pude ofrecer.

—No te vayas.— Me dijo en un susurro.

—Minah está por llegar y Kai pasara por mí en unos momentos.— Dije acercándome a la puerta.

—Tú no estas dejando correr esto porque sabes que ambos podemos llegar a enamorarnos.— Soltó como si fuera la cosa más sencilla.—Y no puedes pararlo.—

—Lo estoy haciendo porque Minah no se lo merece.—

—¿Y tú? ¿Shon Seungwan, no te mereces algo?— Dijo estando otra vez a escasos centímetros de mí.

—Merezco algo mejor que estar acostándome con el novio de otra.— Le grite.

—¿Así como Kai?— Escupió rápidamente.

—Así como quien sea que no tenga novia. Yo no quiero ser segunda de nadie.—

—Es que ya no eres mi segunda.— Me dejo en shock.—Tú pasaste a ser más que una segunda. Eres la única Wendy.— Sentí mis ojos aguarse.

—No puedo ser la única si ella sigue de por medio.— Mi teléfono se ilumino avisando que Kai había llegado por mí.—Me tengo que ir.— Me di la vuelta.

—Con él no va a ser lo mismo Shon.— Me llamó por mi apellido.

—Eso es lo que quiero, que no sea lo mismo.— Le miré por última vez.

—Iré por ti Wendy y será definitivo.— Amenazó cuando tome el picaporte con las manos.

—Se acabo.— Abrí la puerta.

—¿Se acabo?— Preguntó cuando ya estaba fuera.

—Se acabo Lay.— Dije y cerré la puerta. 


*editado 06/04/2020*


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¡Se acabó Lay! ; zhang yixingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora