CAPITULO 59

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Andy y tu entraron a tu habitación sin dejar de besarse. El pantalón de Andy ya estaba desabrochado, pero a ti lo único que te faltaba era tu chaqueta. Te despegaste de sus labios y le quitaste la camisa, lo más rápido que pudiste. Al igual que tú Andy te quito a ti tu blusa, luego te tomo del brazo y te jalo pegándote a él. Volvió a unir sus labios con los tuyos. Su beso duró unos pocos segundos, ya que Andy se volvió a separar de ti. Tú lo veías confundida ¿acaso ahora es él quien no quiere hacerlo? Fue lo primero que pensaste. Pero ese pensamiento se fue, cuando Andy bajo sus manos hasta el inicio de tu pantalón. Sacó el botón de su lugar y bajo el cierre con lentitud, para después bajarlo lentamente. Andy se agachó, cuando bajo tu pantalón hasta tus talones, tomó uno de tus pies y primero té quito tu botín, junto con el calcetín después, saco tu pie descalzo del pantalón, después hizo lo mismo con el otro. Tomo tu pantalón y lo lanzó lo más lejos que pudo, para después levantarse y volverte a pegar a su cuerpo.

Las tibias manos de Andy recorrían tu espalda y las tullas reptaban por su pecho, hasta su cuello y de regreso. Enrollaste tus piernas al rededor de du cintura, quedando colgada de él. Andy te sujeto para que no cayeras.

Comenzó a caminar, hasta que chocó con tu cama. Te separaste de sus labios y lo viste a los ojos. Él te miraba de una manera tierna, pero a la vez suplicante, de que volvieras a besarlo y no lo rechaces como lo acostumbrabas hacer.
Te subiste a la cama, poniéndote de rodillas sobre esta. Tomaste la mano de Andy y lo jalaste haciendo que el también se subiera. Sin soltar su mano te fuiste recostando lentamente, haciendo que Andy quedara sobre tu cuerpo. Estando ya acostada en la y Andy sobre tu cuerpo, abriste tus piernas, permitiéndole así a Andy acomodarse mejor. Sus anatomías estaban muy juntas, tanto que sentías un gran bulto presionar contra tu feminidad.

Andy: eres tan perfecta - te dio un beso en el cuello - y esta perfección es solo mía - baja a tus pechos y pasa su lengua sobre ellos, seguido de eso, los beso -
Tu: ¿solo tuya? - preguntaste seguido de un suspiro -
Andy: si - levanta su mirada y te ve a los ojos - no te voy a compartir con nadie, tus besos, tus caritas, todo de ti ahora es solo mío, porque tú decidiste dármelo todo
Tu: tienes razón - llevas tus manos a su nuca - yo lo decidí.

Sin dejarlo responderte nada, uniste tus labios rápidamente con los de Andy, formando así un beso más apasionado. Hiciste que Andy quedara acostado y rápido té pusiste sobre el, besaste su cuello y fuiste bajando por su pecho hasta que llegaste a su estómago, fue cuando te detuviste. Te separaste de Andy y tomaste su pantalón, comenzaste a bajarlo lentamente. Cuando estabas por quitárselo, notaste que el aún tenía sus zapatos. Se los quitaste junto con sus calcetines, igual que como él lo hizo contigo. Quitaste su pantalón y lo lanzaste a algún lado de la habitación.
Te pusiste encima de Andy y volviste a besar sus labios. Andy rodeo tu cintura con sus brazos y te pego más a su cuerpo, después giro y el quedo nuevamente encima de ti. Sin perder más tiempo, llevo sus manos a tu espalda, llegando al broche de tu sostén, lo saco de su lugar y en un abrir y cerrar de ojos, tu sostén ya estaba en el piso con el resto de su ropa. Comenzaste a bajar tus manos por su espalda, hasta que llegaste al resorte de sus bóxers, lo tomate y comenzaste a bajarlos lentamente. Andy se separó de ti y se los quito por completo, se acostó a un lado de ti, quedando a tu altura, viéndote a los ojos.

Tu: ¿que esperas? - le dijiste con la respiración muy agitada -
Andy: - sonrío coqueto - nada solo, hay algo que quiero hacer
Tu: ¿qué cosa?

Andy no dijo nada, solo llevo su mano hasta el inicio de tus pantis. Creíste que las bajaría, pero no. Lo que hizo fue meter su mano debajo de estas. Siguió metiéndola, hasta llegar a tu feminidad. No evitaste sonrojarte al extremo. Te sentías algo avergonzada, ya que Andy nunca te había echo eso.

Andy: ahora dime - metió dos dedos dentro de ti, haciendo que dieras un leve brinco - ¿quién es el único que te puedo tocar así? - comenzó a mover sus dedos,me entro de ti -
Tu: A-Andy..... - dijiste con dificultad -
Andy: dime, dime ¿quién es el único con el derecho de besarte? - comenzó a moverlos más rápido -
Tu: mmm.... - cerraste los ojos y trataste de aguantar tus gemidos -
Andy: vamos, dime - movió más rápido sus dedo, dándote más placer - ¿quién es el único que te puede hacer suya? ¿Quién es el único que te da placer? - dijo con un tono de voz un poco más fuerte -
Tu: Ahhh.... Mmm... - mordiste tu labio inferior -
Andy: dilo, ¿quién es tu dueño? Dímelo - movió sus dedo mucho más rápido - dilo.... Dilo... - dijo esta vez gritando excitado -
Tu: AHHH... TU - gritaste cuando llegaste al orgasmo y te corriste en la mano de Andy - ERES TÚ
Andy: - sonrío satisfecho y sacó su mano - exacto nena - llevo sus dedos a su boca, mientras te miraba - yo soy tu dueño - mordió su labio - ahora dime ¿qué quieres que te haga?
Tu: Andy..... - dijiste con dificultad, tratando de recuperar el aliento -
Andy: vamos, tienes cinco segundos, si no me lo dices me iré
Tu: yo....
Andy: cinco.... Cuatro - comenzó a contar - tres...
Tu: quiero que me hagas tuya
Andy: - sonrío - ¿qué quieres?
Tu: quiero ser tuya otra vez - tomaste su rostro - por favor hazme tuya.

Andy te dio un beso breve, te quito tus pantis y se puso sobre ti. Separó tus piernas y las puso a cada lado de su cintura. Estaba por entrar en ti pero se detuvo.

Andy: nunca te vas a arrepentir de lo que hiciste ó dijiste este día.

Estabas por contestarle, cuando él te penetro, haciendo que un gemido saliera de tus labios.

Mientras él se movía lentamente, ambos se besaban de manera lenta, pero apasionada. Un beso que no lo insisto la lujuria. Si no el amor que ambos sentían el uno por el otro... A pesar de que ustedes aún no lo supieran.
Los movimientos de Andy eran suaves y lentos. En ningún momento paraban de besarse, así que los jadeos y gemidos de placer, quedaban ahogados en los besos...

Estuvieron así por más de una hora. Cuando Andy comenzó a sentir el orgasmo, se movió un poco más rápido incrementando el placer en ambos. Una, dos, tres embestidas más y ambos llegaron al climax. Andy se vació por completo en ti.

Se quedó sobre ti, unos segundos más, mientras recuperaba el aliento.

Andy: eres maravillosa - besa tu mejilla -
Tu: igual que tú.

Andy se quitó de encima tuyo y se acostó a un lado de ti.

Andy: te ves cansada - acaricio tu mejilla - será mejor que me vaya a mi cuarto y te deje descansar
Tu: no, no quiero que te vayas - tomaste la mano de Andy y la pasaste por tu cintura, de modo que él te abrazara -
Andy: pero..- lo interrumpes -
Tu: quiero que hoy duermas aquí conmigo - recostaste tu cabeza en su pecho - y que me abraces toda la noche.

Cerraste los ojos, y por lo cansada que estabas te quedaste dormida.
Andy seguía despierto acariciando tu cabello, mientras sonreía para sí mismo.

Andy: no me importa que nos casáramos, solo para fucionar las empresas y que estas no se vieran en la ruina - bajo su mirada y te vio, mientras dormías profundamente - en el momento en que te volviste mi esposa, fue el mejor momento de mi vida.

Te dio un beso en la cabeza, luego cerró sus ojos, y en cuestión de segundo se quedó dormido.....

Casados Con La Persona Odiada (Andy Biersack Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora