38. "Los cuernos más que puestos."

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— ¿Por qué te vas tan seguido? —Hizo un puchero Micaela y Nacho se colgó la mochila de los hombros.

— Sigo buscando trabajo amor, no puedo depender toda la vida de ti y tus tíos, en la noche volveré lo prometo. —Dejo un beso en su frente y salió de casa.

Nuevamente se formo aquel silencio incómodo entre Ramiro y Micaela, desde aquel día en el cual se besaron no se han vuelto a hablar o a mirarse porque sabían que sería capaz de cualquier cosa y la cosa iba más allá; mientras que Micaela se imaginaba a Nacho al ver a su mellizo, Ramiro continuaba deseando a la rubia con el.

El mellizo agarró en su mano una de las pequeñas pelotas en la mesita y se puso a lanzarla hacía el suelo, Micaela continuaba con las piernas cruzadas a su lado en el sillón viendo la televisión, el mellizo pensaba que lo hacía para provocarlo y si era así lo estaba logrando, de vez en cuando este le daba algunas miradas disimuladamente.

— ¿Y que tal vas con el programa? ¿mejorando esos golpes de aquabox? —Inició la conversación Ramiro mirando a Micaela quien se hacía la distraída con la televisión todo para no verlo a los ojos.

— Me va mejor. —Se colocó una mano en las piernas y Ramiro soltó un fuerte suspiro.

— No puedo resistir más y menos si te pones en esa jodida posición. —Soltó Ramiro y ambos se miraron, tragaron en seco.

No querían traicionar a Nacho pero al mirarse así el deseo aumentaba cada vez más y se miraban como si quisieran desnudarse en ese momento y eso era lo que querían hacer.

— A la mierda todo, será la última vez que te bese. —Ramiro se acercó bruscamente a Micaela y la tomo de la nuca para apegarla a su cuerpo y a sus labios.

Se acercaron cada vez más el uno al otro hasta que Micaela decidió tomar el control de la situación, lo agarró de las manos y lo acostó en el sofá para acostarse ella encima de el.

Pero aunque la rubia quisiera llevar el control no lo podía hacer ya que Ramiro se movía demasiado, de los besos paso hacía los lóbulos de la oreja de Micaela para lamer allí, dejo un corto beso en su mejilla y luego paso sus manos hacía los brazos de la rubia, llevo hasta los bordes del vestido que llevaba y se deshizo de este tirándolo lejos del sofá, se quedo admirando aquel cuerpo.

Los pechos no eran tan grandes ni tan pequeños, perfectos para el mellizo.

— De maravilla. —Elogió este y volvió a atrapar sus labios esta vez de una forma más brusca que la anterior.

Beso, mordió, tocó cada parte del cuerpo de la rubia pero aún no se encontraba satisfecho, quería más. Necesitaba más  y se sentía una mierda por traicionar de esa forma a su hermano pero aveces el placer y el deseo le jugaban en contra.

Aunque Ramiro continuaba vestido nada impedía que no sudara como si en aquel momento hiciera el calor más fuerte de la ciudad al contrario, continuaba con aquella fuerte dureza entre sus piernas, trago en seco y cerro los ojos.

Tenía que sacarse la imagen de su hermano destrozado porque el nuevamente estaba a punto de tener sexo con otras de sus novias, otra vez se repetía la misma historia pero sabía que con Micaela sería diferente que lo que fue con Florencia.

Estaba sintiendo la capa de sudor recorrer su frente y no aguantaba más, o se llegaba al orgasmo o paraba aquella situación en aquel momento.

— ¡No! —Sacó a Micaela de encima de el y la paro en frente del sillón, se tapo el rostro y soltó un suspiro de alivio, no había llegado a nada con la rubia y fue en aquel momento en el cual Micaela recordó que no estaba con Nacho sino con Ramiro.

Pero aunque no hayan llegado a nada; Nacho tenía los cuernos bien puestos.

[...]

Perdón por no actualizarles tan seguido chicas, últimamente estoy un  poco ocupada y me resfrié por esa razón no actualice pero aquí estoy para subirles este capítulo.

Ojalá les guste y las amo.




Beautiful II | Nachoela | Biancaio | TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora