Beautiful II | Nachoela | Biancaio | TERMINADA.

27. "Eres hermosa."

Noté como me veía, no sabía si lo había hecho a propósito solamente sabía que dolía demasiado, solté un fuerte suspiro en cuanto el dolor calmo y la volví a mirar.

— ¿Lo hiciste a propósito?

— N-no lo pensé, me enoje de más. —Trago en seco y luego aparto la mirada de mi.

— Eres hermosa. —Dije y se mordió los labios, estaba a punto de irse pero logré agarrarla del brazo.

— Perdón. 

— Te entiendo, no pidas perdón al contrario perdóname a mi por ser tan tonta y hacerte eso.

— ¿Quedamos bien?

— Si. —Me sonrió e hice lo mismo luego miro hacía la casa de sus tíos y me miro a mi, entendí la indirecta.

No tendría donde dormir ya que mis padres me habían echado de casa y bueno el internado se incendió, ambos entramos y lo primero que hice fue saludar a sus tíos para luego irme a la habitación de huéspedes.

Todas las luces ya se habían apagado así que era obvio que ya se habían ido a dormir, yo no lo podía hacer porque continuaba manteniendo en mi cabeza el rostro de Micaela y en como hacer para que me perdonara aunque creo que ya lo hizo.

Trague en seco y me levante de la cama para así salir, camine lentamente hacía la habitación de Micaela y al entrar cerré la puerta con el pie. No tuve necesidad de encender las luces ya que en el techo habían algunas figuras pegadas por lo que era fácil verla, me senté en el suelo a admirar su belleza o bueno en este caso como dormía.

Acerque mi mano a su rostro para tocarla pero en cuanto despertó soltó un grito, un fuerte grito así que no me quedo de otra que taparme los oídos.

Al ver que no paraba de hacerlo le tape la boca abriendo los ojos de más.

— ¿Qué pasa?

Y de la nada ante aquella pregunta se puso a llorar, la abrace y agradecí que sus tíos no la hayan escuchado porque de lo contrario me sacarían a patadas literalmente.

— Tuve un sueño y cuando quería despertar no podía hasta que me tocaste. —Sollozo y la volví a mirar.

Recordé lo que mi mamá hacía cuando era chiquito para que me quedara dormido, me acomodé a su lado y la abrace dejando cortos besos en su cabeza mientras tarareaba una canción. Cuando sentí que se había dormido me levante de la cama y sonreí victorioso.

Acababa de ganarme su perdón.