Beautiful II | Nachoela | Biancaio | TERMINADA.

24. "Papeles cambiados."

— El señor Rodriguez esta muy bien, por suerte lo sacaron a tiempo del internado, se encuentra en un perfecto estado.

— Gracias. —Susurro Azul al oído de Bianca y esta simplemente sonrió.

Azul estaba segura que ella lo había sacado del internado a tiempo y eso se lo agradecía bastante. Por lo tanto Nacho le dio una enorme sonrisa a Bianca y esta hizo lo mismo, Micaela miraba aquellas miradas con un tanto de enojo debido a que Nacho compartía sus sentimientos con Bianca cuando realmente lo tenía que hacer era con ella, su novia.

— Pueden pasar a verlo. —Todos miraron a Bianca, ella más que nadie merecía pasar debido a que había sido la persona que le había salvado la vida a su novio.

Esta se mordió el labio superior y siguió al doctor quien la guío hacía la habitación de Pablo, cuando llego entró a esta y cerro la puerta con su pie encontrándose a Pablo despierto pero aún así no se movía y esta vez tenía aquella venda como antes.

— Gracias pupi. —Susurro este intentando moverse pero rápidamente lo agarré de la mano para que no lo hiciera.

Agarré el sillón que se encontraba a un costado de la habitación y con un poco de esfuerzo logré moverlo más cerca de la camilla hasta quedar lo suficientemente cerca de el.

— No agradezcas.

— Tengo que hacerlo porque arriesgaste tu vida por la mía, nunca nadie había hecho algo tan lindo como eso. —Le sonrió este y Bianca notó las pequeñas arrugas que se formaron a los lados de sus ojos, nunca lo había visto sonreír de aquella forma.

— ¿Estás feliz?

— Estoy feliz. —Sonreímos y este me jalo la mano para así hacer que me levantara, entendí lo que quería así que acerque mis labios a los suyos y deje un corto beso allí.

Sin necesidad de que en medio del beso hubieran lenguas, solamente nuestros labios juntos y nuestros ojos cerrados.

— Tenemos que hablar. —Micaela corrió detrás de Nacho y al alcanzarlo lo detuvo por los hombros.

Se miraron, Micaela notó que los ojos de Nacho no tenían aquel verdoso al contrario si lo mirabas te daba miedo con solo dedicarle una simple mirada.

— No estoy de humor. —Este se intento ir pero Micaela lo detuvo nuevamente.

— ¿Por qué estás tan borde conmigo? si necesitas un abrazo pídemelo, entiendo que estés así porque no es para menos.

— En serio, no quiero hablar ahora. —Nuevamente se intento ir pero los brazos de Micaela lo detuvieron esta vez abrazándolo.

— No es tu culpa. —Susurro Micaela cerrando los ojos.

— Si lo es, puse tu vida antes que la de el. —En cuanto la rubia escucho aquella frase se separo del mellizo sonriéndole con la esperanza de que este le devolviera la sonrisa pero no fue así.

— ¿A que te refieres con eso?

— A que el no tiene que ser la persona que este en esa cama.

— ¿Te arrepientes de haberme ayudado?

— Si. —Dijo este de la manera más fría, Micaela quedo casi helada ante aquella respuesta.

Nacho estaba irreconocible y aquello lo demostraba.

— Y-yo no te pedí que lo hicieras. —Dijo Micaela en su defensa.

— Pero yo me sentí obligado a hacerlo, la persona que más amo esta en una jodida cama intentando salir vivo y mientras tu estás aquí, no puedo ni siquiera verte sin sentir que soy una mierda por fallar a eso de que antes que cualquier chica estábamos nosotros.

— Bien, creo que todo esta dicho. —Dijo Micaela saliendo de allí, claramente no lloraría porque no podía ser tan egoísta.

Entendía que Nacho estuviera destrozado pero ella pensaba que aquello no era razón para tratarla de aquella forma.

Tal parece que los papeles cambiaron.

Nacho actuaba como actuaría Pablo en la situación que está.

Pablo actúa como actuaría Nacho en la situación que esta.

El mundo parecía estar al revés.