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Ian y yo salimos del baño, pagó la comida que no habíamos pagado antes, y salimos de la cafetería para ir al estudio, pues ya llegaba tarde.

Eran las cuatro y media.

Iba un poco apurada por los pasillos pero en el fondo estaba relajada, una sesión de sexo a la hora de comer era de lo mejor y si encima el hombre con el que lo hacía era bueno en ello, más aún.

-Bueno, ¿te vengo a buscar después? -Preguntó cuando llegamos a la puerta de mi trabajo.

-No hace falta. Vine en moto pero gracias de todos modos. -En seguida mis amigos se asomaron a las puertas de ambos locales.

-¡Katie, llegas tarde! -Dijo Abigail.

-Lo sé, lo sé, perdóname. -Dije suspirando.

-Ha sido culpa mía, lo siento. La he entretenido con unos asuntos. -Se disculpó Ian y yo aguanté la risa.

"Y qué asuntos...", pensé.

-Oh, madre mía. -Dijo Abigail llevándose una mano al pecho.

-¿No nos presentas, princesa? -Dijo Evan.

-Él es Ian, el señor Collins. Es el padre de Blake. -Ian me dio una sonrisa cómplice, le excitaba que le tratara de usted, y yo cada vez me sentía menos culpable de todo. -Ellos son mis amigas Abigail, Elizabeth. Mis cuñadas Noah, Angy. Mi segundo hermano mayor Evan y su novio, mi otro cuñado, Carl. -Señalé respectivamente riendo por ser tanta gente.

-Encantado. -Dijo Ian con las manos en sus bolsillos.

-Igualmente. -Dijeron todos al unisono.

-Bien, Katie. Tengo que volver al trabajo, pero ya hablaremos para organizar la cita con tu padre. -Asentí mirándolo.

Después de que saliéramos de la cafetería, quiso organizar una especie de cita o reunión para hablar con mi padre sobre los asuntos de las deudas, pues quería hacerse cargo él de eso.

Me había negado en rotundo, pero con unos cuantos besos y sus manos en mi cuerpo a un lado del pasillo, no podía pensar con claridad y acabé aceptando a regañadientes.

-Claro. En cuanto hable con él, le llamo, señor. -Asintió abrazándome y gruñendo en mi oído.

-No me hagas eso delante de gente, preciosa, no me puedo concentrar. -Dijo en mi oído y me reí.

Me separé y, con una sonrisa, se despidió caminando por el pasillo hasta perderse por la puerta del ascensor donde me guiñó un ojo antes de que las puertas de éste se cerraran.

-¡Madre mía! -Gritó Elizabeth haciéndome mirarlos a todos.

-¡Qué bueno está tu suegro, Kay, por Dios! -Dijo Abigail mordiéndose el labio llamándome por mi apodo.

-Joder, ya ves... Tiene que tener a la esposa contenta. -Dijo Carl sacudiendo la mano.

-Ya me gustaría a mí ser la mujer de ese pedazo de hombre. -Dijo Elizabeth y todos rieron menos yo.

-Tampoco es para tanto. -Quité importancia.

Me molestaban sus comentarios.

-¿Que no es para tanto? -Dijo Evan.

-Pero, amiga, ¿tú lo has visto? -Habló Noah.

-Sí, y no me parece nada del otro mundo. -Me encogí de hombros mintiendo descaradamente.

-Tenemos que ponerte gafas. -Dijo Elizabeth y todos asintieron, continuando con comentarios hacia Ian.

Pasé de largo ignorando sus comentarios, entrando al estudio de fotografía sin saber si quiera porqué me llegaba a molestar lo que decían.

El padre de mi novio.Where stories live. Discover now