11.

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*Capitulo con contenido sexual.

El camarero interrumpió nuestro contacto visual y casi labial cuando puso un plato con mi sándwich sobre la mesa y dos vasos, un batido para mí y un café para Ian.

Mi corazón iba a una velocidad tan rápida que pensé que iba a sufrir un colapso y se iba a parar en cualquier momento. Le había dicho que lo deseaba y era cierto, pero Blake...

Recordé la llamada de esta mañana que no pude atender porque estaba en la moto y saqué el teléfono de mi bolsillo.

Le di al botón en un lateral, viendo el fondo de bloqueo con una foto mía y de Blake. Fue sacada en nuestro escondite por el temporizador.

Él me abrazaba por detrás reposando la cabeza en mi hombro y yo tenía una mano en su mejilla. Me reí recordando el momento. Después de eso tuvimos relaciones en su coche y fue un desastre.

-Bonita foto. -Dijo Ian a mi lado.

-Bonitos recuerdos. -Pasé el dedo por la pantalla desbloqueándola.

Otra imagen con él de fondo.

En esta estábamos ambos en bañador y bikini en una playa. Blake estaba acostado sobre la toalla y yo encima le besaba con las manos en su pecho mientras las suyas caían en mi trasero.

Ignorando el hecho de que me sentía como una basura, abrí las llamadas entrantes y fui a las "perdidas" hasta que vi que la última que no atendí fue de Ian así que le miré.

-Te llamé esta mañana para comer juntos, pero no atendiste así que vine personalmente. -Se excusó bebiendo de su café.

-¿Cómo sabías dónde trabajo? -Pregunté.

-Blake me dio bastante información tuya. Quiere que te cuide mientras él no está. -Sonrió de lado.

-De todos modos, esta mañana iba en la moto, no podía atender. -Volví a bloquear el teléfono.

-¿Moto? -Asentí mordiendo el sándwich.

-He pensado en venderla, para pagar las deudas y eso, -jugué con la pajita del batido sin querer mirarlo, avergonzada de ese tema- pero gastaría más en transporte público todos los días que en poner gasolina una vez cada dos semanas, porque solo la uso del trabajo a casa por no poder llenar el tanque siempre que puedo. -Me encogí de hombros dando otro mordisco.

-¿Le has comentado algo a Blake? -Le miré interrogante. -De las facturas, deudas y demás. -Suspiré.

-Más o menos. Le he contado un poco pero no todo. Ni siquiera mis dos hermanos mayores saben la gran cantidad de dinero que hay que pagar. -Pasó un brazo por mis hombros.

-Preciosa, podría ayudarte y... -Le interrumpí.

-No. Blake lleva años intentando convencerme para ayudarnos a pagar, pero me niego a que me mantenga. -Él sonrió de lado.

-Me gusta que seas independiente, pero no sería mantenerte. -Le hice una seña mientras comía de que siguiera hablando. Él se había acabado el café. -Mantenerte sería seguir dándote dinero todos los días, semanas o cada cierto tiempo para eso, para mantenerte, pero pagar algo de golpe que tu familia lleva años arrastrando, tiene otro nombre. -Finalizó.

-¿Cuál? -Pregunté limpiándome con la servilleta después de haber acabado el sándwich.

-Tranquilidad. Te quitaría una carga de los hombros a ti y a tu familia, no sería mantener a nadie, sería ayudar. -Asentí no muy convencida.

-¿Y a cambio? ¿Qué quieres? -Pregunté bebiendo mi batido. -Poca gente ayuda porque quiere y estoy segura de que tú no eres de esas personas, al menos, no en este tema. -Sonrió de lado.

El padre de mi novio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora