Mei Uchiha II |Itachi| |Terminada|

3| Oficial

— Capítulo 3 - Oficial.

Miré a Sasuke en frente de mí. Me da asco pensar que habla esas atrocidades de su hermano sin saber la razón de la cual lo hizo. ¡Mató a nuestro clan solo y únicamente para protegernos! 

Realmente tengo unas intensas ganas de gritarle en la cara la verdad, pero no puedo defraudar a Itachi, el confía en mi y no quiero perderlo, pero a la vez soy egoísta, por que no estoy pensando en su amor de hermanos, no estoy pensando en el bien de Sasuke... estoy pensando en mí bien. 

Pero sin embargo, esta decisión no me corresponde, por eso mismo decidí guardarme todas esas verdades que quería soltar.

— No tengo tiempo que perder, Uchiha. Dime donde está la serpiente. 

— Ya te lo he dicho, aún no debe morir. —respondió frío.

— ¡Que no lo mataré! —exclamé seca.

— ¿Quién lo asegura? Dime tus objetivos y te diré, si no, te largarás.

Cerré los ojos, tomando aire. En un intento de relajarme y no perder los estribos que tanto me logré conseguir durante estos últimos años.

Los abrí, con el sharingan activo.

— Mírame a los ojos.

Sasuke inconscientemente llevó sus ojos hasta allí, pero cuándo se dio cuenta era tarde.

Aparecimos en un genjutsu, yo estaba parada frente a él, mientras que el cielo era en tono rojizo y el suelo era negro. (N/A: No hace falta explicarles ¿O si? TwT)

— No te traje aquí para hacer daño alguno. —respondí con sencillez viendo a mi "enemigo" inquieto.

— Habla. —escupió con rabia.

— Me encomendaron una misión. —repetí— Tengo que encontrar el anillo de Akatsuki que Orochimaru guarda. Si no vuelvo en un día, me darán por muerta, sin mencionar que me costó dos días llegar hasta aquí, y no se cuanto me cueste llegar hasta allí para mañana. 

— ¿Y qué si no lo consigues? 

— Fácil. No seré una miembro oficial. —respondí sin perder mi calma.

Sasuke frunció el ceño.

— No puedo darte más información, te estaría dando un arma que podrías usar en contra de nosotros. Habla Sasuke, ¿Dónde está Orochimaru? —remarqué la pregunta en un tono más alto.

— En la guarida. —respondió serio— No te entrometas en la guarida, déjame a mí conseguir el estúpido anillo. 

Sonreí con satisfacción. — Bien. El anillo es verde claro, y lleva escrito "El vacío" en él. 

Sasuke asintió. — Que este reencuentro no afecte en lo absoluto en nuestra relación, tu consigues el anillo y luego será todo como antes de que llegaras aquí ¿Quedó claro?

— Tan claro como el agua. —borré mi sonrisa— Si llegas a traicionarme, te arrepentirás.

De un momento a otro nos encontrábamos en la vida real. 

Sasuke soltó una risa en seco como si fuese lo más chistoso — Espera aquí.

Asentí de mala gana, sentándome en una piedra que había por allí.

(...)

Habían pasado horas y el azabache no regresaba, mientras yo cabeceaba del sueño. 

— Llegué. —escuché una voz ronca.

Me enderecé, mientras entrecerraba los ojos. Identifiqué la figura de Sasuke en frente mío, con una mano alzada.