~Capítulo 9~

656 58 29
                                    


Harry's POV

Tengo un nudo en la garganta y una mueca de preocupación, sé que puedo matarme conduciendo a esta velocidad y esquivando los demás coches, o ganarme una multa por exceso de velocidad, pero la verdad, no me importa. Liam viene detrás mío, un poco más lento, y conduce con más precaución. Seguro me regañará y ma dará un sermón sobre accidentes terribles, cuánto vale una vida humana, y todas esas mierdas. Y seguro yo lo haré callar diciéndole que no estoy para sus charlas, que para eso vaya a un grupo de apoyo. Casual.

Llego en menos tiempo de lo que en realidad toma, y me bajo dando un portazo al cerrar. Corro hasta la puerta principal, y la toco desesperadamente, casi aporreándola. Nada. Intento con el timbre, pero el mismo resultado. Pasan unos cuantos minutos hasta que llega Liam, quien se baja y se para detrás mío.

-¡¿Que te pasa?! ¡No te quedes ahí parado!-se me nota la voz quebrada y los ojos brillosos debido a las lágrimas que estúpidamente estoy intentando contener. El castaño levanta las manos en señal de paz, y diciendo que me calme- Ayudante, Liam, ayúdalo- susurro, destrozado. No puedo permitir que le pase nada, no quiero perderlo. Me deslizo hasta quedar sentado, y escondo la cara entre las rodillas, por fin dejando caer las lágrimas amargas.

Liam se me acerca y me pasa un brazo por los hombros, susurrándome palabras de aliento. Pero yo ya no creo en las palabras. Repentinamente se levanta, y mirando con resolución la casa, habla.

-Tiraremos abajo la puerta- asiento, parándome, y me pongo a la par suya, inspirando hondo para juntar fuerzas. Él se lanza contra la puerta, pero ésta no cede. Es mi turno, intento abrirla con una patada, pero tampoco. Nos turnamos durante algunos minutos, hasta que decidimos hacerlo los dos juntos.

-A la cuenta de tres. Uno... Dos... ¡Tres!- ambos corremos hacia la puerta y nos descargamos contra ella. Con un rechinido, cede, haciendo que caigamos dentro de la casa, quedo encima de mi amigo.

Me levanto rápidamente, y corro escaleras arriba. Entro a su habitación tropezándome con mis propios pies, y lo veo. Está tirando en el piso, tiene todas las sábanas enganchadas en su cuerpo, y está sudado. Respira irregularmente, está desmayado. Mierda. Corro a su lado, lo desenredo del lío de sabanas y cobijas, y lo levanto al estilo nupcial. Está con la misma ropa con la que estaba en la fiesta, así que, como puedo, le saco la chaqueta. No es para nada liviano el hijo de puta. Salgo de su habitación, apoyado en un costado me espera Liam de brazos cruzados.

-Harry, ¿cómo...?- se corta a él mismo al ver que estoy cargando al pelirrojo. Se acerca y pone una mano en su frente- Está hirviendo, debemos llevarlo a un hospital ahora.

-¿Y que crees que estoy por hacer, genio?- algunas veces me pregunto a dónde le baja la sangre del cerebro. Frunce el ceño, bufo y lo hago a un lado, no estoy para miradas de indignación en este momento- ¡Corre! ¿A que esperas?

Lo veo rodar los ojos y seguirme escaleras abajo, salimos de la casa y camino hacia mi auto. Lo acuesto en la parte trasera con mucho cuidado, no quiero ponerlo peor de lo que ya está. Subo en el lado del piloto y lo enciendo, Liam me espera ya listo para partir. Salimos hacia la calle casi vacía por ser la hora del almuerzo, y conduzco a velocidad máxima, otra vez, pero ahora lo hago con más cuidado, ya que llevo a mi mejor amigo conmigo. No me importaría que algo me pasara a mí, pero no podría perdonarme que le sucediera a él, y por culpa mía.

Varias personas me gritan groserías por conducir como un loco, pero, educadamente, se pueden ir a la mierda. Luego de unos veinte minutos, llegamos al hospital principal. Hace cuatro años que no vengo aquí, porque no me gusta recordar cuando pasaba noches y días cuidando a mi ex novia, no me gusta recordarla a ella. En ese momento odiaba los hospitales, y ahora también lo hago. Pero todo sea por mi hermano de corazón.

Me "estaciono" en un costado de la acera, en realidad lo que hice fue pararme en diagonal, quedando la parte trasera de mi auto expuesta a los demás coches que pasan apresurados por la avenida. Bajo al pelirrojo y lo cargo hasta la entrada del hospital. Perdí de vista a Liam, seguramente debe haber entrado en un aparcamiento, que ganas de gastar el dinero.

-¡Por favor! ¡Alguien ayúdeme! ¡Por favor!- gritos desaforados, suplicando ayuda, se escapan de mi garganta, desgarrándola. Unas enfermeras acuden en mi ayuda, y traen una camilla. Deposito con delicadeza a Ed en ella, y se lo llevan. Intento seguirlas, aunque sé que me van a detener. Que idiota.

-Joven, espere aquí, por favor- me señala unos asientos. Respiro hondo para estabilizarme, y asiento. Me dejó caer en una de esas sillas, a la espera de Liam.

Quince minutos después entra el castaño, virando la cabeza en todas las direcciones, supongo que buscándome. Su mirada se cruza con la mía, y se acerca para sentarse a mi lado. Nos quedamos mirando a la nada, en un silencio que no es ni cómodo ni incómodo, simplemente, es silencio.

-¿Que pasó? ¿Te dijeron algo?

Niego por toda respuesta, y él suspira.

-¿No es este el hospital donde internaron a tu...?

-Sí, lo es, Liam. Si podrías hacer el favor de no recordármelo, te lo agradecería mucho, ¿sabes?- lo corto. No quiero que siga hablando, no quiero que nadie lo haga, sólo quiero que salga Ed por una de esas tantas puertas diciendo que sólo fue una estúpida broma, que lo perdone por ser tan idiota, y que no volverá a asustarme así. Pero eso no pasará, porque ésta no es ninguna broma tonta de las que él suele hacer, y aquí, el que tiene que pedir perdón, soy yo.

-Lo siento, Harry. No fue mi intención. Sabes que algunas veces, el filtro me falla- asiento cansado, dándole a entender que no voy a seguir la conversación.

Pasan unos minutos, también se pasa la adrenalina del momento. Ahora, mi estómago se retuerce, y hace un sonido raro. Tengo hambre.

El móvil de Liam suena, quebrando el silencio no tan silencioso por todo el bullicio que suele haber en los hospitales. Saca su celular y se le queda mirando por un momento, al final ríe y lo vuelve a guardar, negando con la cabeza.

Lo miro inquisitivamente, levantando una ceja con curiosidad. Él se da cuenta de la mirada que le lanzo, y me sonríe.

-Es un amigo, lo conocí en la fiesta de ayer- dice, mirando nuevamente hacia abajo.

-Oye, cuéntame.

-Es en serio, apenas lo conocí ayer, no es importante.

-Entonces, lo conociste ayer- el castaño asiente- no es importante- vuelve a asentir- entonces... ¿por qué tienes su numero?- iba a volver a asentir cuando se para a él mismo, y se sonroja. Le presto más atención -Hey, tampoco es para tanto amigo, pareciera que te gustara- se queda callado- ¿acaso te gusta?

-¿Que? ¡No! Sólo me cae bien.

-Awww, mi Li está enamorado- le aprieto las mejillas juguetonamente , solo para hacerlo enojar.

-¡Que no! Ya te dije que es mi amigo, nada más- de un manotazo, quita mis manos y se cruza de brazos como un niño pequeño.

-Ajam, sí, claro. Entonces... ¿como se llama?

-¿Vas a seguir con eso?- refunfuña rodando los ojos.

-Solo dime eso y te dejo en paz. Por favor, ¿si?- pongo cara de perrito mojado, haciendo un adorable pucherito.

-Quita esa cara, no te va- lo miro mal- bien, su nombre... Es Zayn.

---------
Bien, creo que ni yo me lo esperaba.
Zayn no es un asunto olvidado mis niñas ಠ_ಠ
Espero que les guste, gracias por leer, votar y comentar.
Se las ama
B.C
Pd: tal vez uno de estos dias suba un o.s de smut, si se pasan, saldremos todas beneficiadas(͡° ͜ʖ ͡°) . ¡Gracias!

ANOREXIA- Larry StylinsonUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum