Capítulo 6 - "Explicaciones"

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A la mañana siguiente, los rayos del sol se filtraba por los huecos que había entre las cortinas y las ventanas.

Di unas cuantas vueltas por la cama, enrollándome en las sábanas y cobijas.

Hasta qué por fin me dio la gana de salir de la cama e ir a cambiarme.

Antes fui a lavarme las manos y echarme agua en el pelo (que está todo enmarañado).

Tomé el cepillo y me lo trate de desenredar.

Tuve un resultado decente y lo amarré con una liga esponjosa azul.

Cambié mi pijama por una playera negra y un pantalón del mismo color.

Recordé el día: Viernes Los últimos días de la semana son un descanso para mí.

Sin embargo, suspiré, ya que hoy todavía hay que ir a entrenar.

Además son los resultados de la pruebas.

Bajé y mi madre se dirigía a la sala con un plato de tostadas y un vaso de leche.

Mi padre estaba buscando algo, tal vez el control de la televisión.

-Buenos Días- saludé.

-Buenos Días- dijeron al unísono.

Papá prendió la tele y le dio mordisco a una tostada. Mamá regreso a la cocina y sacó la mermelada de la despensa.

-Toma una- dijo mi madre, tomando un cuchillo para untar.

Mordisquee una tostada y le unté mermelada.

Bebí un trago de la leche y me limpié con una servilleta.
Me derrumbé en el sillón junto a ella.

-¿Como te fue ayer?-preguntó.

-Bien, supongo que excelente- dije sin mucha alegría. Que flojera tener que entrenar.

-¿Y que paso?-.

-No lo queme esperaba de él, me sorprendió bastante- respondí, haciendo una pequeña sonrisa-. Fue muy bueno conmigo.

No dijo nada, ¿Qué mas esperaba?. Me miró unos minutos, sonriente.

-Okay- dije al fin- Me besó-. susurré para que papá no escuchara.

Con el rabillo del ojo, miré en su dirección y él seguía con la vista fija en el televisor.

-Que lindo hija, tal vez con eso inicies tu primera historia especial-.

-¿Qué? ¿La primera historia especial?-.

-TU primera historia especial con alguien a quien tu amas-. respondió mamá-. Y digo la primera porque no creo que te quedes con Cato eternamente. Todos tenemos una historia especial en la vida, la quieras o no aceptar.

-Sí, bueno, creo que esta bien-. Ella sonrió y miró la televisión.

Comí tres tostadas más y termine bebiéndome el vaso de leche.

-Bueno má, creo que me iré a entrenar-.

-Esta bien, ten cuidado-.

Le di un abrazo y un beso a mi papá.

Subí a mi cuarto por las llaves. Las encontré y las metí en el bolsillo trasero derecho.

Dejé mi chamarra y la bolsa tirados en el piso.

Antes de salir de mi casa, vi el reloj: las nueve cincuenta y tres.

~

Crucé la puerta hacia el Centro de Entrenamiento volteando hacia los lados, buscando a una persona: no, no es Cato, por al menos ahora no.

Cato y Clove . Una Historia Especial!Where stories live. Discover now